¿QUÉ OFRECE LA OPOSICIÓN?
@_BarbaraCabrera
“Si está entregando al país y habla de soberanía ¿quién va a dudar que usted es una soberana porquería?
Mario Benedetti
(Cualquier parecido con la oposición moralmente derrotada, no es coincidencia)
En estos poco más de 4 años de cambio de régimen, donde dijimos adiós al neoliberalismo –incluidos sus personeros- y dimos la bienvenida a la Cuarta Transformación de la vida pública de México, liderada por el Presidente Andrés Manuel López Obrador; hemos sido testigos de los trastabilles de la oposición que –tal como se los compartí en Nornilandias pasadas- suelen reinventarse a través de un amasijo de logos y membretes.
Pues resulta que esa oposición, la cual ha sido catalogada por sus méritos como mezquina y moralmente derrotada sí tiene una agenda que ofrecer a los mexicanos, así que aprovecho este espacio para enlistar algunos ejemplos de eso que puede esperarse de ellos, los que anhelan regresar por su fueros y recuperar sus privilegios, a quienes les digo: esperen sentados, no se vayan a cansar porque el pueblo se cansa de tanta pinche transa.
Comencemos a disgregar la cuestión, percatémonos que la Real Academia de la Lengua Española define “ofrecer” en sus dos primeras acepciones como: “comprometerse a dar, hacer o decir algo”; así como “presentar y dar voluntariamente algo”.
Mientras que la quinta acepción del vocablo oposición apunta que se trata de un “conjunto de grupos o partidos que en un país se oponen a la política del Gobierno o poder establecido”
Hasta aquí todo parece estar bien, en tanto existe una oposición que idealmente es el contrapeso del Gobierno; y lo es a través de argumentos y un programa sólido de nación. Ambas situaciones no se observan en la actual oposición en México, que permanece sumida en el odio, desarticulada y sin un proyecto definido. Están envueltos en la bandera del no absoluto. “No a todo”, a menos que les beneficie.
No obstante, y como lo anticipaba, la oposición tiene algunos ofrecimientos para los potenciales electores. Veamos enseguida cuales son:
- Aferrarse a los medios de comunicación tradicionales para propagar odio y difundir sus manuales de politiquería.
- Instruir en la defensa de privilegios mal habidos.
- Encontrar nuevas formas para ofender al pueblo y acto seguido implorarles su voto.
- Inventarse personalidades múltiples para presentarse con cara limpia, e inmaculados.
- Negar categóricamente y erigirse como perseguidos políticos.
- Capacitar en el uso y abuso de propagar noticias falsas.
- Ser mil usos, pasando en un santiamén de ser ambientalistas a feministas; y luego a epidemiólogos, luego a ser expertos en seguridad y de ahí a ser jueces y a ser demócratas… y lo que se sume.
- Marchar para defender intereses, ¡sus intereses! y no dudar en pagar a otros para preservarlos.
- Desaparecer del erario cantidades millonarias y aparecerlas en paraísos fiscales en sus cuentas personales.
- Mostrar como la democracia no está en el ADN de los mexicanos.
- Simular progreso con obras que dejan inconclusas, o son construidas con materiales de ínfima calidad.
- Enseñar métodos garantizados para perder elecciones.
- Volverse expertos en mantener alta la autoestima a pesar de estar moralmente derrotados.
Dicho lo anterior, cada quien sabrá si desea retroceder a esos tiempos de saqueo, corrupción desmedida e impunidad para un puñado, donde los oligarcas disponían en detrimento de un pueblo cada vez más vejado y empobrecido.
El llamado es continuar apoyando y así dar continuidad al proceso de transformación que dio inicio en 2018. ¡Ni un paso atrás! ejerzamos nuestro poder ciudadano, para mantener a raya a la oposición moralmente derrotada.
Es todo por hoy.
¡Hasta la próxima Nornilandia!