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La mentira de Woldenberg
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La mentira de Woldenberg

Por: Lic. Arturo Liceaga Ancer
@liceagancer

¿#EsWoldenberg, el favorito? Según Alfonso Zárate, sí lo es.

Woldenberg, el héroe inmaculado de la autodenominada sociedad civil. Según Televisa, uno de los “chambelanes” de la democracia. Lejos de ser intachable como algunos pretenden presentarlo, el “excelentísimo señor” ha sido un personaje sombrío en la historia moderna de México.

Se le pudiera cuestionar, para empezar, por el incidente controvertido de Choice Point. En el 2006, Greg Pallast reportó que el FBI había obtenido los archivos de votantes de México bajo un contrato secreto de “contraterrorismo” con la compañía de bases de datos ChoicePoint, ubicada en Georgia.

Cuando Woldenberg era consejero presidente, una empresa mexicana robó información del padrón electoral de 58 millones de electores. Ese padrón fue comprado por la compañía estadounidense Choice Point. Es imposible saber si esa base de datos se utilizó para ayudar ilegalmente a la candidatura de Calderón.

¿Con qué certeza podemos saber si el FBI no se quedó con esa información de esos 58 millones de mexicanos? Nunca ha sido investigado.

¿Por qué Zárate, que fue muy cercano a Elba Esther Gordillo, lanza a Woldenberg de candidato?

¿Qué ocurrió con amigos de Fox y pemexgate?

Temas que ha retomado recientemente Pablo Gómez en algunas de sus charlas. ¿Qué hay de la participación de Woldenberg en el Consejo Asesor de la controvertida ONG “GIRE”? Que, por cierto, está parcialmente financiada por fundaciones norteamericanas como la IPPF, que busca distorsionar los valores mexicanos.

Recientemente, Denise Dresser y José Woldenberg compartieron una ponencia en la Universidad de San Diego sobre el estado de la democracia en México, curiosamente Dresser también ha tenido un rol pertinente en GIRE.

¿Por qué Woldenberg no habla en espacios en donde lo cuestionen verdaderamente, si tanto está a favor de la pluralidad?

Su voz tiende a ser escuchada en vías donde precisamente no hay la diversidad de pensamiento que él tanto parece adular en todas sus notas.

¿Cuándo fue la última vez que Woldenberg tuvo un debate o diálogo de verdad? Woldenberg encabezó una marcha –
supuestamente en defensa de la democracia– que fue convocada y asistida por personajes siniestros como el antimexicano Osorio Chong o el ladrón Fox.

Hay una mentira en particular que este académico suele repetir cada oportunidad que tiene. Muy a menudo el Dr. Woldenberg goza recordarle a los mexicanos (o a sí mismo) la falsedad de que no hubo un fraude en el 2006. Woldenberg argumenta que nunca pudo comprobarse, pero, en definitiva, es él, el que no ha podido demostrar que hubo elecciones limpias.

José Woldenberg sostuvo que, pese a que “se cometieron errores” en la elección presidencial de 2006, no existió
fraude. ¿Cómo olvidar el desplegado de “apoyo a las instituciones”?

El documento putrefacto firmado por Woldenberg: “La coexistencia de la pluralidad política reclama la defensa de las instituciones de nuestra democracia” publicado en el año 2006 antes de que se pudiera saber con certeza máxima si en verdad se tuvieron elecciones limpias y democráticas.

Woldenberg sigue haciendo apología a lo que se le pudiera denominar como el aborto de la democracia en México. En el texto, México 2006: el aborto de una prolongada transición a la democracia, el filósofo y catedrático León Olivé describe esa falsa transición a la “democracia germinal” gracias a las supuestas “alternancias”.

Así lo expone Olivé: “El principal problema de la llamada transición democrática en México es que se centró en reformas que establecieron reglas e instituciones electorales, pero que no transformaron el resto del sistema político y por tanto no se construyeron nuevas instituciones, relaciones de poder ni una renovada estructura del Estado que dieran lugar a una genuina democracia” (Olivé, 2008).

¿Efecto Rashomon? Ha sido Woldenberg el que nunca pudo refutar científicamente los siguientes
estudios:

• El estudio del Dr. W. Luis Mochán: “Elecciones Presidenciales, México 2006. ¿Anomalías en
el PREP?”

• El célebre libro de Jorge. A. López: “2006 ¿Fraude Electoral? Estudios de las anomalías de
la elección presidencial”.

• El estudio: “Fraude Acromático en las elecciones del 2 de julio de 2006”. Realizado por el
Dr. M. de Icaza-Herrera del Centro de Física Aplicada y Tecnología Avanzada de la UNAM.

• El estudio “Los errores numéricos en el conteo distrital”. Realizado por Francisco Portillo
Bobadilla del Instituto de Matemáticas, UNAM.

• “Tendencias cuadráticas en los resultados del cómputo distrital”. Realizado por Alejandro
Lara y Rogelio Caballero, del Instituto de Geofísica, UNAM.

• “Signos inequívocos de manipulación en el PREP”. Realizado por el Dr. M. de IcazaHerrera,
del Centro de Física Aplicada y Tecnología Avanzada, UNAM.

• “La cocina del diablo. El fraude de 2006 y los intelectuales”. Realizado por el Dr. Héctor Díaz-Polanco, profesor investigador del Centro de Investigaciones y Estudios Superiores en Antropología Social.

Esta nota no pretende adoptar la óptica: ‘estás conmigo o contra mí’, la que permite acusar y descalificar a todo crítico del gobierno. Más bien, invita al lector a cuestionar los dogmas de los intelectuales que ven “la democracia en tinieblas”.

Lo que a Woldenberg y al resto de académicos elitistas les encantaría, es la creación de un partido social-demócrata en México. Progresista sin nacionalismo, una izquierda enfocada en la agenda 2030. Les gustaría que se hiciera a un lado lo que ellos consideran una identidad nacional “retrógrada”, según ellos, del siglo pasado. Reemplazarían el enfoque de soberanía energética por el de una transición energética entreguista, pero “verde”.

Cualquier nacionalista, independientemente de las particularidades de su ideología, sería catalogado como promotor de discurso de odio. Los académicos que supuestamente defienden la democracia y la pluralidad de pensamiento ante el avance imaginario del “líder autoritario”, repiten mecánicamente las mismas frases: “Necesitamos división de poderes, el populismo lo destruye todo”. ¿Y cómo olvidar la más trillada?: “Estamos muy preocupados”. La facción de Monreal ya ha adoptado este discurso repetitivo.

El deseo de Woldenberg y de bastantes académicos críticos del régimen obradorista es que se instaure en México una izquierda de corriente globalista, la izquierda de Davos, alineada con el FMI y los intereses estadounidenses. Quieren una izquierda sin pueblo.

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