“Krauze, cocina ‘Caldo Loco’ con la Historia”.
Por: Rafael Redondo
@redondo_ rafa
Los ataques hacia López Obrador y su visión de Nación, nos han acostumbrado a las mentiras, paranoia, información distorsionada. La aberración que, un sector de la población tiene hacia la persona de López Obrador (sí, es una aberración personal), no ha parado desde que, la figura del hoy presidente de México, comenzó a sobresalir en la escena política de nuestro país. Cuando esa aberración, llega al punto de colocar una nebulosa intelectual, sobre quienes se dicen, pensadores, filósofos, analistas o historiadores, convierte a sus apariciones públicas, en un “freak show”.
Tal es el caso de, la reciente entrevista que dio Enrique Krauze a Loret de Mola (el hambre, y las ganas de comer), para presentar su reciente libro, en la que, mientras Krauze afirma que, “el populismo de hoy, es una mutación del nazi-fascismo y el Comunismo”, Loret de Mola, mete a ese batidillo, a Trump, Bolsonaro y, claro, a López Obrador (la obsesión de Loret de Mola por López Obrador, ya se parece a la de un enamorado desairado).
Al escuchar dicha entrevista, y el nivel de tonterías, revestidos de una actitud docta, patita cruzada, meñique al aire, me trajo a la mente, mi primera clase de Historia Universal de la secundaria donde, en aquellos tiempos, no éramos capaces de establecer una diferencia entre, las peculiaridades de la URSS, y el sistema capitalista a ultranza de los Estados Unidos. En aquel curso, todo nos sonaba igual y, parece que a Krauze y a Loret, lo mismo les da un líder estadounidense como Trump que, Mao Tse-tung, que la Revolución Cultural china, que el supuesto origen divino del liderazgo de Hitler, que la vida íntima de La Bruja del 71 y, la Torta de Jamón, del Chavo del 8.
¡Krauze, el autonombrado historiador, ideólogo de la derecha, desdeñando la Historia y la Teoría Política, convirtiéndolas en un curado de pepita verde!
Lo he mencionado en varios artículos; para abordar un fenómeno social, es indispensable, ceñirse, como herramienta principal, al principio de Contexto y Circunstancias; es decir, contexto, la trayectoria de un fenómeno, variable de tiempo y, las circunstancias; el momento específico y, los recursos de que se dispone, en ese momento, variable de espacio.
Analicemos los dichos de Krauze, “el populismo de hoy, es mutación del nazi-fascismo y el Comunismo”.
A) Populismo: el concepto de que, hoy disponemos, el único, es, mirar hacia el pueblo. Fin. Aquí, cabe desde Hitler, hasta la Madre Teresa de Calcuta.
Nazi-fascismo. De entrada, el nazismo es, una forma de fascismo. Yo leo aquí, desde un pleonasmo, hasta una exageración.
Pero, vamos por partes:
B) Fascismo: ideología que surge en el periodo de entreguerras, en Italia, donde se utiliza como bandera, un nacionalismo exacerbado; es decir, un chauvinismo llevado al límite. El totalitarismo, o sea, la nula existencia de oposición, la cual, es eliminada por el Estado, el rechazo hacia los principios liberales, racismo y xenofobia, control absoluto de los medios de comunicación e, información convertida en propaganda. Un líder considerado de origen, casi divino, violencia, ejercida ya sea, por la milicia, policías militares, policías secretas e incluso, por la población en general.
C) Nazismo: es una forma de fascismo, así como el fascismo de Mussolini tenía sus propias características o, el español, profundamente católico.
En la actualidad, no existe ningún país occidental que, siga estos lineamientos; por tanto, ni Trump, ni Bolsonaro, ni López Obrador, son fascistas.
Luego, Krauze agregó, otro ingrediente a su Caldo Loco: el Comunismo.
D) Comunismo: Marx, habló de Comunismo, como un sistema capaz de terminar con el capitalismo, en el que, la clase trabajadora, controlaría el gobierno y la economía y, poseería un sistema social, sin división de clases. Debía, ser iniciado por, una Revolución violenta. Posteriormente, supongo que, al darse cuenta que, el Comunismo, sonaba más a utopía, decidió junto con Engels, llamarlo, la fase superior del Socialismo.
Hasta hoy, ningún partido o Estado, autonombrado comunista, ha logrado mantener los ideales de Marx. Solamente, se ha distorsionado el concepto, según los intereses de quien lo utilice; y es que, el ideal de Comunismo, tiene muchas contradicciones. Pero, la principal de ellas es, la no existencia de las clases sociales. Al necesitar un Estado fuerte, como condición de su existencia, el supuesto Comunismo, termina creando burocracias doradas y, por tanto, una división de clases.
Retomo esta frase, para que, nos quede claro: hasta hoy, ningún partido o Estado comunista, ha logrado mantener los ideales de Marx; o sea, lo que conocemos hoy como Estados Comunistas, en realidad, no lo han sido. Por tanto, ni Trump, ni Bolsonaro, ni López Obrador, tienen algo que ver, con el Comunismo.
Vayamos a los hechos y, aclaro, tengo que simplificar datos, por razones de espacio.
El supuesto Comunismo soviético:
A principios del siglo XX, Rusia vivía en una situación muy precaria, comparada con el resto de Europa. Era una nación, con un feudalismo tardío, rural, cuya organización giraba alrededor de los zares. Los opositores al régimen zarista de Nicolás ll, bolcheviques, con ideas socialistas que, rondaban ya por Europa desde antes de Marx, pero, con una tendencia radical. Y, los mencheviques, moderados. Entre sus principales líderes estaban, Lenin, Trotsky y Stalin. El primer líder de la Rusia post revolucionaria, fue Lenin, quien adaptó las ideas de un capitalismo marxista, a una Rusia semi-feudal, rural, acercándola al sector agrícola. A la muerte de Lenin, Stalin sube al poder, e inicia un sistema totalitario. Acaparó los tres poderes, eliminó la propiedad privada, controló los medios de comunicación, la información se convirtió en propaganda, surge el culto a la personalidad de Stalin, nace una burocracia ‘high class”, un dogmatismo teórico y, expansión ideológica por el mundo.
¿No suena más a fascismo que, al Comunismo planteado por Marx?
El supuesto Comunismo de Mao Tse-tung:
Mao Tse-tung, nace en una familia de campesinos ricos, en Huan, así que, tuvo la oportunidad de formarse, tanto en la cultura occidental, como en la cultura china clásica. En 1911, se une al ejército, lo que le proporcionó un carácter duro. Desde joven, Mao vio con repudio, la diferencia de clases, debido a, uno) la monarquía, y, dos) China, en ese momento, era territorio explotado por Occidente, considerando a los chinos, como personas de segunda, dentro de su propio país.
Luego del derrocamiento de la última dinastía, la dinastía Qing, en 1927, iniciaron los enfrentamientos post revolucionarios entre, los comunistas de Mao y, el Koumintang de Chiang Kai shek, de ideología nacionalista. Finalmente, el 1 de octubre de 1949, frente a la residencia del último emperador chino, Mao, se convierte en timonel de la nación, alrededor del partido Comunista Chino.
Mao, fortaleció el culto a su personalidad, mejoró la salud pública y la educación, de forma exponencial, cosa que, hasta hoy, ningún país del mundo ha logrado. Tuvo el apoyo de Stalin; sin embargo, en su desesperación por industrializar China, con su política Gran Salto Adelante, hizo morir a mucha gente, ya sea por, persecución, trabajos forzados y, hambre. La Revolución Cultural, otra de sus políticas, tuvo como uno de sus objetivos, eliminar a todo partidario del capitalismo y, no necesitó al ejército o a la policía. Los ejecutores, contra todo opositor fueron, los ciudadanos comunes.
Mao, tomó el control absoluto del partido y, por tanto, del Estado. Manipuló la información, todo en China giraba en torno a la persona de Mao y, por la fuerza.
¿No se parece más a este régimen, a uno de ultraderecha?
El nazismo alemán:
Luego de la crisis y deuda, obtenida por la Alemania derrotada, en la Primera Guerra Mundial y, de la firma del Tratado de Versalles, esta situación económica terrible que, se vivía Alemania, se conjuntó con el deseo de unificación que, surge entre las poblaciones germanas y el imperio Austrohúngaro, desde principios del siglo XX. Tormenta perfecta. El nazismo, aparece, en la república de Weimar, impulsado por, el Partido Nacionalista Obrero Alemán. Adolf Hitler, logra colarse rápidamente y, llega a ser considerado, un enviado de la Providencia, para conducir a Alemania, hacia su antigua gloria.
Una característica del nazismo fue, su interpretación de la Historia, bajo los preceptos de la Teoría de la Evolución de Charles Darwin, en la que, las etnias humanas, deben competir por la supervivencia y, sólo los más fuertes, logran el objetivo.
Creció la idea de que, los alemanes, eran descendientes del pueblo ario, una supuesta, etnia indoeuropea por lo que, veían en la mezcla racial, una abominación antinatural.
Un régimen totalitario militar, profundamente nacionalista, chovinista al límite, alrededor de un líder casi divino. Sus enemigos eran, el marxismo, el Comunismo, el anarquismo, la burguesía, el judaísmo, los homosexuales, los Testigos de Jehová, los gitanos. La persecución contra opositores, la hacía la población enajenada, similar al régimen de Mao. La SS y la Gestapo.
Su política exterior, se basó en la idea de Espacio Vital o, Lebensraum; apropiarse de territorios vecinos, repoblarlos con sangre alemana y, eliminar tradiciones locales.
Es decir, el supuesto Comunismo, se pareció siempre más, al fascismo que, a un gobierno proletario. La única diferencia, sería la eliminación de la propiedad privada. Aunque, en un régimen capitalista, esa propiedad, se pase en realidad, como una estafeta entre los cuates. Creer que, en un sistema capitalista, cualquier hijo de vecino, puede convertirse en parte del club de potentados, es, en realidad, un sueño de opio. El nazismo, ya es fascismo y, el populismo, puede ser elogio o insulto, según quien lo utilice.
Lo que es cierto es que, la idea de nación de López Obrador, no tiene ni, anulación de la propiedad privada, ni un ejército para perseguir opositores, ni un nacionalismo exacerbado al grado de chauvinismo al límite, no tiene el control de los medios y la propaganda, puesto que, este control, lo tiene la oposición. Los Tres Poderes, siguen funcionando, existen partidos políticos, repletos de resentidos e incapaces, pero, ahí están. Si no logran figurar, es por sus plataformas equivocadas o, por sus líderes sin ideología definida o, porque ya son chicles sin sabor y pisados.
En síntesis, Krauze y Loret, están utilizando un medio de comunicación, privado (¿Comunismo, dijeron?), sin ninguna presión, o represión, por parte del Estado para, hacer propaganda antigubernamental, desde su visión de derecha, la cual es, por lo menos, profundamente clasista y, distorsionada de la realidad.
Krauze, venderá su libro, en librerías, privadas (¿Comunismo, dijo?), sin ser perseguido o encarcelado. El ejército, no le hizo falta a Mao, para desaparecer a sus críticos, así que, el militarismizmo tan mentado, es una falacia de represión. ¿Dónde ve Krauze el populismo nazi-fascista y comunista, en este momento en México?
Si la oposición no logra dar un solo paso al frente, sin romperse la cara, es precisamente, por aferrarse a mentiras, percepciones producto de alguna sustancia alucinógena, una paranoia sin control, propaganda mal hecha y quemar todos sus cartuchos, solo, para encender la estufa.
La represión sistemática y violenta por parte de Palacio Nacional, o, la abolición de la propiedad privada en México, no existen. Lo que sí existe, es un grupo desesperado, pero, totalmente incapaz de construir un discurso y muchos, muchos, falsos intelectuales.
Si viviéramos en un régimen “populista, nazi-fascista, comunista”, Loret y Krauze, estarían ya, contando sus mentiras, pero, a San Pedro.