¿Qué obliga, o convence a un periodista, a arriesgar lo poco que le queda de credibilidad, al publicar una noticia falsa que no puede sostenerse por mucho tiempo como verdad?
Héctor de Mauleón fue noticia el día de ayer en la mayor parte de los medios de comunicación al servicio de la clase reaccionaria, al dar a conocer unos documentos “ultra secretos”, que tenían su origen en diferentes agencias del gobierno de los Estados Unidos. Documentos falsos que no tardaron mucho en ser desmentidos por la misma embajada norteamericana.
La intención de este ataque en medios, era minar la reputación del gobernador electo en Tamaulipas, Américo Villarreal, acusándolo de vínculos con la delincuencia organizada. Manchar a un senador de la república perteneciente al Partido Político Morena, al hacerlo blanco de las mismas acusaciones, e intentar, por último, que con esta mentira de pésima calidad, el Tribunal Electoral del Poder Judicial, contara con argumentos suficientes para anular la elección en Tamaulipas, antes del primer día de octubre próximo, fecha en que Américo Villareal, toma posesión del cargo de gobernador en funciones.
Este desesperado intento de los panistas, por mantener su presencia y poder en ese estado, hace presumir que el “diseño” y posterior difusión de la noticia falsa, fue preparado por la gente de Francisco García Cabeza de Vaca, actual gobernador de Tamaulipas, al que le restan únicamente nueve días en el cargo.
Héctor de Mauleón fue señalado públicamente por el periodista Ricardo Sevilla, de tener una formación “periodística e intelectual” “cursada” en la famosa cantina “Salón Palacio”, donde era el encargado de llevarle el maletín al escritor de origen español, José de la Colina. Ahí se formó, escuchando a los intelectuales que frecuentaban la mesa de José. Escuchando, pero sin opinar sobre temas intelectuales que desconocía. En el portal Sin Censura en Youtube, hay un interesante vídeo al respecto.
De Mauleón pertenece al grupo de intelectuales orgánicos que dirige su tocayo, Héctor Aguilar Camín y ha sido director de la revista Nexos, gracias a la amistad que él le dispensa. Es un acérrimo opositor al gobierno del presidente López Obrador y un incansable difusor del odio que caracteriza a los grupos reaccionarios.
No suena lógico que una noticia tan burda se difunda nada más porque sí. Y como no suena lógico, debe sonar “a metálico”. ¿Qué le prometieron a de Mauleón, para compensar el ridículo y el repudio que hoy vive, por parte de buena parte de la sociedad mexicana. No sé sabe. Como tampoco se sabe a ciencia cierta, quién es el personaje que financió esta farsa que tuvo una corta vida.
Porque aparte de señalar al senador de Morena, José Narro Céspedes y al gobernador electo de Tamaulipas, Américo Villareal, los falsos cables “filtrados”, acusan directamente a Morena de inyectar recursos provenientes de la delincuencia organizada, en la campaña (que aún no inicia), por la gubernatura del Estado de México. No solo se trataría del PAN entonces. También estaría involucrado el grupo priista que gobierna actualmente en el bastión histórico de esa fuerza política, que hoy ve con mucha preocupación, como los porcentajes sobre intención de voto que se publican en las encuestas más importantes, dan como ganadora en 2023, a la maestra Delfina Gómez, de Morena.
El misil que lanza la oposición, tuvo efectos contrarios a los pretendidos. El embajador de Estados Unidos en México, Ken Salazar, desmintió de inmediato la falsedad difundida por los conservadores. “Los cables que se presentan en medios de información, no provienen del gobierno norteamericano. Punto”
Y con esta declaración, se cae de inmediato la farsa reaccionaria. Y no solo eso.
Los grupos conservadores tienen una fijación enfermiza, por el visto bueno que pueda darles el gobierno estadounidense. No dan un paso importante, sin antes haber determinado si el mismo, puede o no puede ser del agrado del gobierno del país vecino.
Al desmentir la noticia que pretendían colocar como verdad, el embajador norteamericano desaprueba el intento de la oposición, para manchar al gobierno del presidente López Obrador y a la militancia de Morena. Los exhibe públicamente y se deslinda de la calumnia.
¿Qué está pasando con la oposición mexicana en este momento?
El diagnóstico preciso sobre el lamentable estado que vemos en el sector social identificado con la derecha, es el que nos comparte el presidente López Obrador, en la conferencia mañanera del día de hoy.
A pregunta expresa de una reportera, que le pide su opinión sobre la falsificación, o presentación de documentos falsificados que hace Héctor de Mauleón, el presidente responde: “Es parte de la descomposición que vive en este momento el grupo conservador. Están en crisis sus habituales formas de control social y recurren a esto, por ese motivo”
Y eso es cierto.
La credibilidad de la prensa y de los comunicadores que son fieles y serviles al grupo opositor, está por los suelos. Ya no engañan a la sociedad mexicana. La gente no se deja manipular ni controlar, por quienes antes eran considerados “líderes de opinión”. Los políticos reaccionarios están igual, o peor. Pierden elección tras elección y no hay forma de que los ciudadanos los acepten como sus representantes.
Al carecer de una propuesta de interés para la mayor parte de los mexicanos, la oposición gasta su tiempo, su actividad y sus recursos, en una campaña de lodo y odio, que no pretende hacerlos crecer, lo cual sería sano. Pretenden disminuir la figura del presidente López Obrador y la del partido dominante en este momento en el país. Morena.
Su pequeñez es evidente y quieren que Morena y el gobierno de la Cuarta Transformación, reduzcan su tamaño al de ellos. En eso consiste su trabajo actual.
Mentir para manchar, para desacreditar, para disminuir al contrario. No importa si para eso es necesario recurrir a la falsificación y otros delitos, que pueden generar denuncias o demandas por parte de los afectados.
El episodio de los “cables ultra secretos”, no dañó al presidente. Tampoco al partido político Morena, ni a los funcionarios públicos señalados.
Pero sí hundió más a una oposición que no es vista por los ciudadanos como opción política válida.
2023 y 2024, serán años importantes para la democracia en el país. La oposición, tal como va, cosechará los frutos de lo que ha sembrado.
Pocos votos, elecciones perdidas, muy poca representación en el Congreso y la posibilidad de que sus partidos políticos se achiquen al mínimo posible, o desaparezcan del escenario nacional.
Está crisis que vive el conservadurismo, nos deja ver que la oposición de hoy, es la peor que ha tenido el país en décadas.
Una vergüenza para la derecha nacional, que en otro tiempo tuvo gente pensante y propositiva, así como intelectuales, políticos y funcionarios de calidad.
De esa oposición, solo queda el zurrón, que tal y como hacen las víboras al cambiar de piel, da la apariencia de algo concreto, estando vacío y seco por dentro.
Malthus Gamba