“Vivimos tiempos de Zopilotes. Tiempos de Canallas. Y como lo haría cualquier otro ciudadano, voy a defenderme, cuando atenten contra mi persona, o contra mi familia. Tengo todo el derecho de hacerlo”.
López Obrador fue claro en sus señalamientos esta mañana en su conferencia habitual.
¿Quieren guerra? Van a recibir respuesta por parte del presiente. El punto medular tratado en la mañanera, fue ése.
“La Maleantada” se lanzó con todo este fin de semana, intentando que la nota falsa preparada y difundida por Carlos Loret de Mola y Carmen Aristegui, cumpliera su fin. Crear desconfianza social, respecto a la integridad y honestidad del presidente y sus hijos. Manchar a la familia presidencial en conjunto.
Intentaban sembrar la duda sobre si la casa rentada en Houston, estaba siendo pagada con dinero público.
“Todos somos Loret”, fue la bandera defendida por los grupos comandados por Claudio X González. No les gustó el hecho de que el presidente López Obrador diera a conocer el millonario salario que percibió Carlos Loret de Mola, durante el año pasado. Treinta millones, doscientos mil pesos.
“Una cantidad que no se le paga a un científico, a un intelectual, o al presidente de este país, que gana diez veces menos que este golpeador, quien se dice periodista sin serlo”, remató el presidente.
Y para que no quedara duda de que habrá respuesta pública de parte de López Obrador, apareció en pantalla de nueva cuenta, el cuadro informativo que exhibe el salario millonario de Loret de Mola.
“Faltan las propiedades y otro tipo de posesiones que forman parte del patrimonio de esta persona. Y si los bienes del presidente están declarados y son de dominio público, ¿por qué los de Loret, López Dóriga, Krauze, Aguilar Camín y otros, no pueden ser conocidos por el pueblo?”
Si la oposición pensó en algún momento, que la presión ejercida el fin de semana en Twitter, traería como resultado el desistimiento del presiente, en cuanto a exhibir a quienes siendo personajes identificados con la corrupción, lo atacan en medios de comunicación reaccionarios, el resultado les muestra que midieron mal el terreno.
“El que se aflige, se afloja. Y yo no voy a aflojar. Vamos a seguir mostrando al pueblo de México, la forma en que opera la oposición y las ligas que crea en contubernio con los medios de comunicación”.
Y agregó algo más. Algo muy importante.
“Dentro del mismo gobierno, el grupo de los moderados me señala que bien podría dejar pasar este tipo de enfrentamientos con la prensa y la gente que le paga por atacarme. Que son cosas que se pueden considera secundarias”.
“Les respondo que no es así. Al contrario, son precisamente este tipo de temas, los que deben tocarse permanentemente. Exhibir a quienes han creado y fomentado la corrupción en el país. Ese punto es de capital importancia en el proceso de cambio que impulsamos”.
Un golpe seco quienes, más que partidarios, parecen defensores del gatopardismo. Hacer como que trabajan por una transformación, intentando en todo momento que las cosas sigan igual. Que no se altere el equilibrio social en lo fundamental. Buscan maquillar al sistema de siempre, para que parezca a los ojos de la gente, como algo nuevo.
Ese “Me voy a defender” queda bien claro. Si hay ataque de la prensa reaccionaria, utilizando “investigaciones” a modo, de inmediato vendrá la respuesta en la conferencia mañanera. Se darán a conocer las razones políticas y económicas, que mueven a estos “mercenarios del periodismo” a comportarse en forma tan poco ética y deshonesta.
Desde ayer por la tarde, el hijo mayor del presidente López Obrador hizo públicas sus actividades laborales. Su trabajo está en la Unión Americana y la compañía en la que presta sus servicios, es propiedad de un asesor Sin Sueldo, que da asistencia técnica en el proyecto del Tren Maya. Nada tiene que ver con la administración pública, ni existen contratos o convenios con el gobierno federal.
La esposa de José Ramón López Beltrán por su parte, escribe una nota pública donde detalla su nacionalidad, estudios, empleos anteriores y también el actual. Sus propiedades y sobre todo, la forma en que fue rentada la casa en Houston, por conducto de una inmobiliaria.
Lamenta que en el afán de golpear al presidente de México (sin nombrarlo directamente en su carta), el periodismo amarillista haya puesto en dificultades a su familia. Señala al final que toda la información que se requiera está disponible, pues nada tiene que ocultar ella, o su esposo.
Los Zopilotes y los Canallas de inmediato descalifican el dato sobre la empresa en la que labora el hijo mayor del presidente. Una empresa creada en el 2018. Con actividades comprobadas. Sin alguna situación irregular detectada. Su punto débil, es que ayer abrió su portal en internet y eso “es bastante sospechoso”.
Como si fuera obligación de toda empresa, abrir una página personalizada, desde la fecha en que inicia sus actividades.
Los conservadores tienen un comportamiento muy parecido a las razas caninas. Una vez lanzada la mordida y teniendo sujeta la presa, son incapaces de soltarla, porque se les traba la quijada.
O como los burros que, no obstante el peligro evidente, o la necesidad imperiosa que salta a la vista, mantienen su postura necia y hay que moverlos a palos, como última alternativa.
La guerra sucia por parte de la gente que paga Claudio X González y los demás “señores del dinero”, no va a parar. Y menos cuando están en puerta elecciones en varios Estados, donde las posibilidades de los partidos políticos reaccionarios, son casi nulas.
Enlodar al oponente es la única estrategia que encuentran a la mano. Pero en su miseria mental, eligen a los personajes más oscuros y manchados. Como Loret de Mola.
En la mañanera de este día, el presidente López Obrador acepta la propuesta lanzada por el conservadurismo corrupto.
Entrar al juego del gato y el ratón.
El presidente deja a los corruptos salir y jugar todo lo que gusten. Hay libertad para hacerlo.
Pero que no chillen, ni se acobarden, cuando el gato de el zarpazo y los ponga en orden.
Porque eso tienen. Son agresivos y chillones.
Éste va a ser un juego de dar y recibir.
A ver quién tiene más fuerza. Si todos los ratones que llenan el zócalo “virtualmente”, o un presidente que tiene a la mayoría del pueblo de México de su parte.
Yo, naturalmente, voy sin duda con López Obrador. Si él dice que no se va a dejar, nadie de quienes hemos estado a su lado, lo vamos a dejar solo.
“Hasta donde tope”.
Malthus Gamba