El desplante incomprensible desatado en la Cámara de Senadores por Ricardo Monreal y Dante Delgado, a raíz de la detención del secretario técnico de la Junta de Coordinación Política de esta legislatura, acusado como presunto autor intelectual del homicidio de un candidato de Movimiento Ciudadano a la presidencia municipal de Cazones, Veracruz, ha terminado de desnudar a estos dos personajes, arrojando suficiente luz sobre su forma de actuar que ya no nos deja lugar a dudas.
La supuesta nueva forma de hacer política que presumió desde el inicio Movimiento Ciudadano, no es más que la tendencia panista renovada, para engañar a los ciudadanos incautos y desinformados que todavía existen entre el electorado, pero que afortunadamente son cada vez menos.
Poco tiempo tiene este partido al frente de dos gubernaturas y en ambas sus titulares han sido señalados como jefes de operaciones de crimen organizado desde el gobierno de sus entidades, para utilizar a las instituciones de procuración de justicia y al poder judicial de sus estados, a fin de obtener decisiones legales que les permitan lucrar con los procesos jurídicos en contra de personas a las que despojan de su dinero y su patrimonio.
Lo anterior, independientemente de los estilos personales de gobernar de los que hace gala cada uno de estos personajes, que optan por irse de vacaciones en los peores momentos, cuando se avecina una ola de contagios por el coronavirus y cuando sus entidades se ven envueltas en una ola de violencia especialmente virulenta; uno con apariencia de Musolini y tendencias dictatoriales amenazando periodistas y el otro jugando al príncipe de Cenicienta, en un mundo de fantasía inexistente más allá de las puertas del palacio de gobierno de su estado.
Así con estos dos personajes apoyando la nueva cara de la derecha, surge el presidente de su partido Dante Delgado, formando de manera irregular junto con Monreal una comisión de la Jucopo del Senado, para supuestamente investigar violaciones a derechos humanos en Veracruz con miras a desaparecer los poderes en ese Estado.
Primero es una comisión que no fue integrada con la aprobación del pleno, lo cual la hace inexistente; en segundo lugar no se incluyó en ella a ningún senador de Morena, cuando son éstos los que integran la mayoría en ese poder legislativo; en resumen formaron una comisión inexistente legalmente pero muy taquillera para los medios de difusión.
Lo curioso estuvo en integrarla con urgencia, mientras el pleno está en período de receso, con puros miembros del PRIANRD y de MC, con la intención de presionar al gobernador de Veracruz para dejar libre a un presunto homicida dictaminado así por el poder judicial de ese estado, muy probablemente para evitar que se aclare el homicidio en el que podría estar involucrado él y quien sabe quiénes más del mismo partido. En resumen, aplicando las mismas porquerías que acostumbran llevar a cabo desde siempre el PAN, el PRI y el PRD, para ocultar la verdad sacando provecho del río revuelto.
Con Monreal ya hemos presenciado otros comportamientos bastante lamentables en el pasado, como cuando estuvo dos meses atacando a Morena por no haberlo seleccionado como candidato a la jefatura de gobierno de la Ciudad de México, después de haber perdido la encuesta en la que ganó Claudia Sheinbaum, o en el último proceso electoral de 2021 donde parece haber evidencias de su apoyo en favor de los candidatos del PAN, con especial énfasis en la alcaldía de Cuauhtémoc. Sin embargo su reacción furiosa contra la detención de su secretario técnico fue tan exagerada, que nos inclina a suponer que su dependencia en relación con este individuo, es de carácter hasta personal. Es más inexplicable sabiendo que Monreal es un político con gran experiencia y no parece haber ninguna razón de peso como para que se exhiba de esta forma con evidente torpeza, a menos que haya decidido medir fuerzas con otros personajes de su partido en una especie de guerra frontal contra Morena.
Una buena parte de los simpatizantes de la izquierda en redes sociales han exigido que se le expulse del partido; sin embargo en un momento delicado de reformas constitucionales pendientes, esto podría ser poco recomendable, atendiendo a uno de los principios del libro “El Arte de la Guerra”, que establece “la excelencia suprema en romper la resistencia del enemigo sin luchar”.
Es decir: Como diría Sun Tzu en ese texto clásico: “Mantén a tus amigos cerca y a tus enemigos más cerca”.