Cuando el poder ejecutivo de México emitió la iniciativa de ley, para que los agentes extranjeros no pudieran operar en nuestro país sin permiso de las autoridades mexicanas y dentro del marco de ciertas reglas muy claras, en especial los agentes de espionaje norteamericanos como los que trabajan para la CIA, la DEA, el FBI y demás dependencias de áreas de inteligencia, todos los vendepatrias de la oposición histéricos, pusieron el grito en el cielo.
Aterrados por tener una postura de dignidad ante los extranjeros, aquejados por sus complejos de inferioridad que los han mantenido durante años actuando como sexoservidoras de los funcionarios estadounidenses, lloriqueaban muertos de miedo por las represalias que sus superpoderosos héroes iban a tomar en contra de los mexicanos.
La ley pasó, se aprobó en el Congreso y a cambio los agentes norteamericanos se fueron. Está claro que después de haber hecho lo que les daba la gana en nuestro territorio durante toda la historia, no iban a estar muy contentos de tener que recibir autorización del Gobierno de México para estar aquí, ni de presentar reportes mensuales de sus actividades a las autoridades mexicanas, por lo que en lugar de acatar la disposición, decidieron regresarlos a su país.
A pesar de todo no hemos sufrido represalias, salvo tal vez que sigan financiando las actividades de Mexicanos Unidos a favor de la Corrupción del corrupto Claudio X González, o que les permitan a los Krauze ensuciar las páginas de los periódicos gringos famosos con su prosa tergiversadora de la verdad que siempre han usado. Fuera de eso, los Estados Unidos han actuado con total respeto de las disposiciones emitidas por las autoridades mexicanas.
Hoy sabemos que el gobierno de los Estados Unidos, pretende que México le otorgue permiso a 14 de sus agentes de la DEA para actuar en territorio mexicano, apegándose a las reglas que establece la nueva ley. Qué diferencia ¿Verdad?
Lo mejor del asunto no es eso, sino que a cambio México pidió reciprocidad, solicitando que agentes de investigación mexicanos, supervisaran junto con los norteamericanos, desde dentro de su territorio, las actividades de tráfico ilegal de armas. Se ve que esto sorprendió a las autoridades de aquel país, porque de inicio no aceptaron la solicitud, pero dijeron que seguirían negociando.
Para la mayoría de los mexicanos es un orgullo que nuestro gobierno decida establecer con el vecino país del norte, un trato de igual a igual, como siempre lo merecimos; que no sucedía por la pequeñez cerebral de presidentes y funcionarios, que se mantuvieron arrastrándose como gusanos patéticos frente a las autoridades de aquel país.
Ante este hecho, parece que los comentócratas, opinólogos y medios chayoteros entraron en tal pánico, que no logran emitir sonido alguno. Estamos esperando que las Denisse Dresser, los Zuckerman, los Loretitos y los López Dóriga, despierten de su estado catatónico para escuchar su nueva arenga contra el gobierno de la 4T, o que los Markitos, Alitos y Chuchitos corran al otro lado de la frontera para pedirle disculpas a Almagro en la OEA, asumiendo su acostumbrada posición en cuatro patas.
Y para todos los fachos que se resisten a entender que el país donde vivían, el que construyeron para ser saqueado ya no existe, este es un mensaje claro de que estamos construyendo uno nuevo, donde los mexicanos podemos sentirnos orgullosos de serlo, sin necesidad de andar simulando que somos medio gringos, porque el lugar donde vivíamos no era ni nuestro, ni digno de nosotros. Así es que ya pueden ir aprendiendo bien el castellano para que dejen de utilizar terminajos en spanglish, evidenciando la falta de conocimiento de su propio idioma, creyendo que al hablar así se ven más importanes.
Como dijo el escritor francés Remy de Gourmont: “Existe una simulación de la inteligencia, como hay una simulación de la virtud”.