Hoy el Partido del Trabajo, junto con el llamado ‘boque opositor’, impidieron la realización de un periodo extraordinario de sesiones donde se abordarían diversos temas, siendo el desafuero de Saúl Huerta y Mauricio Toledo uno de los principales, así como la prórroga a la entrada en vigor de la reforma laboral en materia de subcontratación.
Por lo visto la postura adoptada por la diputada del PT, que votó en contra del desafuero de Mauricio Toledo en la Comisión Instructora de la Cámara de Diputados no fue personal, sino una instrucción institucional del partido. Así lo indica la evidencia.
Esto empieza a resultar desconcertante, porque los ciudadanos hemos identificado a ese partido como un aliado de la 4ª transformación, que parecía estar comprometido con el cambio que todos los mexicanos conscientes estamos llevando a cabo para limpiar a México de corrupción e impunidad.
Ahora sucede que su postura es evitar que se realicen los procesos de cambio de leyes en materia de subcontratación y de que se retire el fuero a uno de sus miembros contra el que existe la evidencia necesaria para llevarlo a juicio por distintos delitos, o de por lo menos retrasar estas acciones el mayor tiempo posible.
Nos trajeron con el cuento de que se sumaban a la transformación del país, de hecho votaron en ese sentido durante los últimos 2 años y medio en el Congreso, sin embargo, ahora sucede que se suman al bloque de la oposición moralmente derrotada para frenar el avance del país en situaciones que son prioritarias, como la laboral y la lucha contra la impunidad.
Hay que recordar que el otro diputado que se encuentra en proceso de desafuero es un morenista, que a pesar de ello los diputados de Morena en la Comisión Instructora votaron a favor de que se le retirara el fuero y la bancada de este partido está lista para confirmar esta medida a efecto de que el diputado, ya sin fuero, enfrente un juicio en su contra como cualquier ciudadano común y corriente.
¿De que privilegios creen gozar los diputados del PT que se empeñan en proteger la impunidad de un presunto delincuente, por el simple hecho de formar parte de su bancada en el Congreso?
Su nueva actitud empieza a revelarnos a la ciudadanía quiénes son en realidad los miembros de ese partido, como piensan y que fines persiguen. Posiblemente no recibieron los privilegios que pretendían tener por apoyar las iniciativas del Presidente en las Cámaras y como ya se dieron cuenta de que se espera de ellos convicción y no venta de voluntades, prefieren trabajar para quienes sí están dispuestos a aventarles unos cuantos pesos a cambio de que vendan al país, como lo hizo tan alegremente la bancada del PAN durante la votación de las reformas de Peña Nieto, liderada por un muerto de hambre como Ricardo Anaya, que decidió entregar la riqueza petrolera a las corporaciones internacionales, a cambio de 7 millones de pesos que recibió de soborno.
Eso ya lo esperábamos de parte del PAN, pero con toda sinceridad, no de parte del PT, que logró engañarnos con su supuesta postura progresista y honesta, envuelta en un traje falso de convicción y de principios.
Como dice el proverbio anónimo: “No hay disfraz que pueda largo tiempo ocultar el amor donde lo hay, ni fingirlo donde no lo hay”.