¿Quién se queda con el subsidio de las gasolinas?
Desde su toma de posesión, el Presidente de México señaló que durante su gobierno no subiría el precio de los combustibles por encima de la tasa de inflación anual; es decir, que el precio se iba a mantener en términos reales durante todo el sexenio.
A pesar de la dependencia del extranjero que dejaron los gobiernos neoliberales en relación con el precio de los combustibles y de las fluctuaciones sustanciales que han sufrido los costos internacionales de los hidrocarburos durante el 2020, la promesa del gobierno se ha cumplido hasta la fecha.
En términos reales la gasolina no ha subido de precio, incluso ha bajado cuando se cayeron los precios del petróleo, lo que nunca antes habíamos visto en México. En nuestro país siempre aumentaban, bajaran o subieran en el extranjero.
Considerando que México compra del extranjero el 70% de la gasolina que consume, cuando los precios internacionales se mueven al alza, suben las cantidades que debe pagar el gobierno por esas importaciones y lo lógico es que esa diferencia se cargue a los consumidores.
Sin embargo durante estos últimos dos años no ha sido así. Cuando los precios bajaron a nivel internacional también lo hicieron en México, pero cuando han subido, el precio de la gasolina para los consumidores se ha mantenido.
Esto ha sido posible porque el gobierno ha aplicado un subsidio que disminuye el impuesto a productos y servicios o IEPS que se carga al precio de la gasolina y que inventaron los gobiernos neoliberales para saquear a los consumidores de combustibles. Al disminuirse el IEPS cuando el precio de la gasolina sube a nivel internacional, en México se mantiene supuestamente en beneficio de los consumidores.
Por desgracia esto no siempre es así. Durante los primeros dos meses de 2021 el gobierno ha subsidiado casi 9 mil millones de pesos para mantener el precio de la gasolina sin afectar al consumidor, pero muchos de los intermediarios que tienen gasolineras suben su margen de utilidad al mismo tiempo y el precio de la gasolina sube para el consumidor en esta misma proporción. De tal suerte que una buena parte del subsidio gubernamental está sirviendo para que se lo roben los intermediarios abusivos, varios de los cuales son gasolineras de empresas extranjeras como British Petroleum y otras similares.
Ellos pueden subir su margen de utilidad de entre 2% y 14% del valor de la gasolina al consumidor. Hay muchas gasolineras que están ganando el 2%, pero otras que están ganando el 14% y son estas las que se benefician principalmente del subsidio que el gobierno otorga para que el precio no suba.
La única forma de contrarrestar esta práctica abusiva en un mercado libre como los es el nuestro, es dejando de comprarle a los que incurren en ella y esa información se puede verificar a través de la aplicación de “quien es quien en los precios de la gasolina” que Profeco publica para que sea consultada por los consumidores.
Es fundamental que todos los consumidores hagamos compras inteligentes, evitando pagar más por un producto que se ofrece a distintos precios en el mercado y que de hecho, es el mismo que ofrecen todos los intermediarios.
Los mexicanos ya sabemos que unidos podemos hacer cualquier cosa; si nos unimos como consumidores para castigar a todos los comerciantes e intermediarios abusivos, ellos van a tener dos opciones: bajar sus precios o desaparecer. Ya va siendo hora de utilizar nuestro poder colectivo para meter al orden a todos los saqueadores de antes, en beneficio de todos.
Como dijo el escritor francés Frederic Bastiat: “Cuando el saqueo es organizado por ley para beneficio de los que hacen la ley, todas las clases saqueadas tratan de entrar de alguna manera en la elaboración de las leyes”.