Con AMLO, las aduanas dejaron de ser tierra fértil para el crimen organizado
En las noticias, hoy vemos con mucha más frecuencia que antes, que las acciones de vigilancia en las aduanas, dan golpes a la delincuencia. Ninguno de nosotros recuerda que antes del 2020 se hayan decomisado cantidades importantes de dólares en efectivo en los recintos aduaneros, sólo por poner un ejemplo.
A partir del año pasado, una resolución del poder ejecutivo designó a la Marina y al Ejército para que reforzaran la vigilancia en estos puntos geográficos de entrada y salida de mercancías, que son frecuentemente utilizados por la delincuencia organizada, para introducir contrabando, armas y drogas peligrosas al país.
Sin embargo, desde que las fuerzas armadas se encuentran llevando a cabo esta función, el decomiso de la peligrosa droga llamada fentanilo, se ha incrementado en más de 500%, sin contar con los dólares en efectivo y el contrabando que hoy se detecta y se detiene, terminando también con las extorsiones que sufrían los migrantes que venían antes del 2020 a visitar a sus familias.
Hay que tomar en cuenta que los ingresos que se reciben hoy en las aduanas, son superiores a los que se captan por medio de Petróleos Mexicanos, e incluso superiores a los que llegan como remesas desde los Estados Unidos.
Petróleos Mexicanos aporta 550 mil millones de pesos cada año al erario, mientras las remesas desde el extranjero suman ya 40 mil millones de dólares, equivalentes a una cantidad cercana a los 800 mil millones de pesos anuales. Las aduanas aportaron en 2020, un monto de 870 mil millones de pesos de ingreso al país.
A pesar del esperado debate que desencadenó la disposición gubernamental, para que las fuerzas armadas participaran en las aduanas, haciéndose cargo de la vigilancia en apoyo al personal aduanero, parece que la medida está teniendo el éxito esperado por el Ejecutivo, en la disminución de la corrupción descarada que se daba en esos centros de supervisión comercial.
Pudimos escuchar opinadores, articulistas y hasta gobernadores, patalear esgrimiendo la idea de que las aduanas se iban a militarizar, como si esta idea fuera descabellada, tomando en consideración que la misma seguridad nacional se encuentra amenazada por el tráfico de armas y drogas a nuestro territorio.
Si así hubiera sido el caso y con esto se detuvieran las actividades delictivas que se realizaban a la vista de todos en las aduanas, hubiera sido perfectamente justificado. Sin embargo, lejos de ello, las autoridades aduaneras continúan haciendo su trabajo, pero las fuerzas armadas los apoyan para evitar la corrupción, así como las amenazas y las agresiones a las que el personal de aduanas estaba sometido, en caso de no aceptar involucrarse en esa corrupción.
La oposición a la medida pudo haber tenido dos causas; o bien se trató de utilizar un tema más para golpetear al gobierno en los medios de difusión, o de la intensión era defender las actividades del crimen organizado a cambio de recibir dinero. No es difícil que se deba a una combinación de ambas razones.
Es de destacarse que la derecha está dispuesta y lista para usar la fuerza bruta contra cualquier civil que no use cubrebocas, como pasó en Jalisco, pero se resiste a que el gobierno la utilice para luchar contra los criminales cuyas actividades pueden representar un buen negocio para esta caterva de corruptos.
Como dijo el revolucionario mexicano Emiliano Zapata: “Muchos de ellos, por un puñado de monedas, o por cohecho o soborno, están traicionando y derramando la sangre de sus hermanos”.