Las noticias importantes para los mexicanos, se dan desde hace un buen tiempo, en las conferencias mañaneras del presidente López Obrador.
Muestra clara de ello, son dos acontecimientos relacionados entres sí, que conocemos este día con mayor amplitud, gracias a los comentarios que el presidente hace los mismos.
Por una parte, aparece la noticia en medios nacionales e internacionales, sobre una declaración lapidaria que hace Agustín Carstens, gerente general del Banco de Pagos Internacionales.
Para este exgobernador del Banco de México, la crisis generada por la pandemia de Covid-19, será mucho más larga de lo esperado y ocasionará por lo mismo, un grave problema económico en buena parte de las naciones en el planeta.
Carstens anuncia que no obstante los esfuerzos de los gobiernos de todas estos países, es previsible la bancarrota de muchas empresas que no podrán recuperarse de los efectos económicos negativos derivados de la pandemia.
En resumen, no habrá manera de rescatar a las empresas que no cuentan con los recursos suficientes para resistir un problema inesperado que trastoca la economía mundial y que dilata más de lo esperado.
La otra noticia que fue comentada por el presidente López Obrador, está relacionada con el nacimiento de una nueva fuerza opositora, a la que el titular del ejecutivo calificó de FRENA 2.
Esta nueva estructura, liderada por Claudio X Gónzalez Guajardo y su aprendiz, o escudero político, Gustavo de Hoyos Walther, llevará por nombre “Por el SÍ”, o “SÍ México”.
Con cualquiera de esos nombres se pretende marcar una línea divisoria entre el FRENA 1 y el naciente FRENA 2.
Mientras la minúscula agrupación de Gilberto Lozano apuesta por la destrucción y negación de todo lo que suene a Cuarta Transformación, sin proponer al mismo tiempo una vía alterna, el FRENA 2 tratará de enviar un mensaje constructivo que pueda competir en el proceso electoral del 2021, con el proyecto de cambio de la Cuarta Transformación. Por eso la insistencia en el “SÍ”.
Estas dos noticias tienen una relación directa que nos permite ver las posibilidades reales de la oposición, dentro del proceso electoral del 2021.
Esto es lo que podemos ver en este momento:
Agustín Cartens habla de la imposibilidad de salvar la totalidad de las empresas privadas, en un escenario de pandemia que se extenderá aún por un buen tiempo. Habla de quiebras empresariales imposibles de evitar.
Pero según nos dice el presidente, la visión de Carstens se refiere exclusivamente a las economías que basaron su desarrollo en el modelo de “Libre Mercado”.
Carstens nos dice que se han tomado medidas de emergencia por parte de los Bancos Centrales de esas naciones. Se ha recurrido a la contratación de deuda, intentando inyectar capital fresco a las principales compañías en esos países. Recatarlas del desastre, según las recetas que prescriben el Banco Mundial y el Fondo Monetario Internacional.
Y al final, el resultado no ha sido satisfactorio. La pandemia trae consigo obligados cambios productivos. Cambios relativos al acceso a los productos, por parte del consumidor. Y sobre todo, un cambio tecnológico apresurado, que dejarán fuera de la competencia a determinados sectores productivos que ya no podrán adaptarse. Esas empresas son las que tienen por destino la bancarrota anunciada por Cartens
En México, nos dice el presidente, el modelo económico es distinto desde el inicio de este gobierno, en el 2018.
Cuando llega la pandemia a nuestro país, la preocupación del gobierno de la Cuarta Transformación es inyectar recursos “abajo”. Se reimpulsan los programas que dan bienestar a quienes menos tienen, con la intención de que “el consumo” no se debilite. No se contrata deuda pública. No hay aumento de impuestos. No se rescata a los bancos como era costumbre hacer en el pasado, ni tampoco a las grandes empresas que deben enfrentar el problema con los recursos que tienen en suficiencia.
En resumen, el gobierno de México se niega a seguir las directrices que recomiendan el Banco Mundial y el Fondo Monetario Internacional, para la atención de una crisis de este orden.
El resultado está a la vista. La economía mexicana se ha visto afectada del mismo modo en que hemos visto que sucede en el resto de los países del mundo. Pero no hay una caída brutal, ni tenemos una deuda mayor a la que había antes de la pandemia.
El presidente López Obrador resalta el hecho de que nuestra moneda, después de haber resentido el inicio de la pandemia, se recupera satisfactoriamente. Adquiere fortaleza en forma rápida.
El escenario para México, según nos dice el presidente, es promisorio. En dos años aproximadamente, de continuar la disminución de contagios de Covid-19 en la forma en que se observa a últimas fechas, tendremos una economía en franca fase de recuperación.
Las predicciones de Agustín Carstens, aplican en los países que no se apartaron a tiempo del modelo neoliberal.
Y es ahí donde se enlaza la otra noticia de este día, relativa al nacimiento del FRENA 2, o “Por el SÍ”, o “SÍ México”.
Ésta es la propuesta opositora impulsada por los representantes del más puro neoliberalismo en el país. Es la oferta que ponen frente a los votantes, Claudio X Gónzález y su títere Gustavo de Hoyos Walther.
Un proyecto que tiene como centro político, el retorno al modelo de gobierno neoliberal. Modelo de mercado abierto, donde la empresa es lo importante. Modelo privatizador, que poco o nada hace por la gente.
Estos antiguos “traficantes de influencias”, como los ha llamado el presidente en reiteradas ocasiones, piden el voto a los mexicanos para llevar al país al camino en el que se perdió en el pasado la seguridad, la igualdad, la riqueza nacional, los valores colectivos e individuales. Es el camino de la corrupción e impunidad.
El camino que nos proponen también el Banco Mundial y el Fondo Monetario Internacional.
Por esa vía, se crean pequeños grupos privilegiados que acaparan la riqueza del país. Ahí nacen también los millones de pobres abandonados a su suerte, después de haberlos explotado impunemente.
En este momento, México vive un periodo difícil, al igual que lo viven todos los países del mundo. Pero tiene futuro. Hay una ruta clara de recuperación.
Con los FRENA 1 y 2, solo podríamos esperar una nueva oleada de miseria.
En 2021, deberemos decidir a cuál de las dos rutas le apostamos el futuro del país.
La única clara, es la de la Cuarta Transformación.
Malthus Gamba