Lozoya y el derrumbe del viejo régimen político
Por. Diego Iván López Miguel
Twitter: @DiegoI_Lopez
El titular de la Fiscalía General de la República (FGR), Alejandro Gertz Manero transmitió un breve mensaje en donde presentó la denuncia del exdirector de Petróleos Mexicanos (Pemex), Emilio Lozoya, quién ofreció cuatro testigos, documentos y un video que vinculan al expresidente Enrique Peña Nieto y a Luis Videgaray, exsecretario de Hacienda, por su presunta participación en los sobornos realizados por la firma brasileña Odebrecht.
Gertz Manero informó que en la declaración de Lozoya Austin se habló de sobornos de 120 millones de pesos, dinero que ordenaron entregar Peña Nieto y Videgaray a un diputado y cinco senadores. “Este individuo (Emilio Lozoya) está señalando que hubo una serie de sobornos por una cantidad que pasa de 100 millones de pesos, de los cuales fueron fundamentalmente utilizados para la campaña 2012 para la Presidencia de la República”. Dijo el fiscal.
Además de estas acusaciones, Lozoya apuntó al sexenio de Felipe Calderón por presuntos privilegios para la planta petroquímica Etileno XXI, vinculada con una compañía mexicana asociada a Odebrecht. El semanario Proceso publicó esta semana una investigación sobre el tema.
El pasado 28 de julio en Sin Línea Mx se publicó mi columna “Pacto contra México” en donde abordé el tema de los sobornos para la aprobación de la Reforma Energética. El neoliberalismo se hizo presente en el desmantelamiento de una de las instituciones estratégicas para el desarollo nacional, Pemex. La Reforma Energética fue en contracorriente con la expropiación petrolera durante el Cardenismo, cediendo a empresas privadas nacionales y extranjeras el manejo del petróleo.
Emilio Lozoya implicó a EPN y a su hombre de mayor confianza e influencia durante su sexenio, Luis Videgaray. Comienza a destaparse el caso de corrupción más importante de las últimas décadas; es un fuerte golpe político y mediático que viene desde la fiscalía. El señalamiento de Lozoya pone nuevamente en entredicho la credibilidad del Instituto Nacional Electoral (INE) por las implicaciones de Odebrecht en el proceso presidencial del 2012.
Peña Nieto llegó a Los Pinos rebasando descaradamente los topes de campaña. La alianza con las cúpulas empresariales, medios de comunicación, incluida Televisa y su pareja sexenal, Angélica Rivera “La Gaviota”, el apoyo de los gobernadores priistas y del mismo Felipe Calderón catapultaron al mexiquense a la Presidencia de la República. El financiamiento de Odebrecht resultó primordial para cumplir el objetivo de retornar al PRI a la silla del águila.
La trama de Emilio Lozoya está exhibiendo por completo a todo el viejo régimen político, que servía como una maquinaria para los intereses de unos cuantos. La corrupción de las instituciones como el INE, el intervencionismo de las firmas extranjeras como Odebrecht y los sobornos a los legisladores para la aprobación de las Reformas Estructurales están mostrando la putrefacción de las estructuras de poder que están por derrumbarse.
La 4T llegó a Palacio Nacional con el postulado de la lucha en contra de la corrupción. El caso Lozoya será crucial para demoler la última resistencia del antigüo régimen político. Las repercusiones transexenales en los gobiernos de Calderón y Peña por Etileno XXI y Odebrecht respectivamente podrían ser históricas. ¿Hasta dónde llegará la fiscalía y le alcanzarán los elementos para abrir un proceso penal en contra de algún expresidente?