La austeridad que ha propuesto AMLO, ya se vive en Suecia
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Los diputados suecos, quienes fueron elegidos en septiembre de 2018, se conducen con austeridad desde sus inicios y abarca todos los aspectos de la vida.
Algunos ejemplos son: despachos limitados a siete metros cuadrados, apartamentos pequeños y límites estrictos para utilizar recursos de contribuyentes. Tampoco tienen presupuesto para fletar aviones, ayuda para el alquiler, ‘dietas’, contratación de asesores particulares, ayuda para gastos médicos, guardería pagada o fondos para divulgación del mandato.
En Suecia, tampoco existe el fuero, llamada inmunidad parlamentaria en otros países.
En entrevista con BBC News de Brasil, el diputado Per-Arne Håkansson, del partido Socialdemócrata, declara que “no tiene sentido conceder privilegios especiales a los parlamentarios, porque nuestra tarea es representar a los ciudadanos y conocer la realidad en la que viven”.
Agregó que representar a los ciudadanos ya es un privilegio, pues tienen la posibilidad de influir en el rumbo del país.
Al inicio de su mandato, los representantes parlamentarios suecos reciben, igual que el presidente del Parlamento, una tarjeta anual para utilizar el transporte público.
Tanto el presidente como los vicepresidentes del presidio tienen su disposición una flotilla de solo tres vehículos Volvo para su transporte, exclusivamente para actos oficiales.
Únicamente el primer ministro tiene derecho a un auto de forma permanente, auto que pertenece a la Säpo, la policía secreta sueca.
Además reciben un código de ética que contiene información sobre el restringido uso de los recursos públicos y las normas de conducta para su actividad parlamentaria.
El salario bruto de un diputado del Parlamento sueco es de 66,900 coronas suecas, aproximadamente 138,333 pesos mexicanos.
Por otro lado, los diputados cuentan con cafetería dentro del parlamento y ellos deben pagar su comida y café.
Los diputados no pueden aumentarse el salario porque éstos los determina un comité autónomo formado por el presidente y dos representantes públicos nombrado por la Mesa Directiva del Parlamento.
No hay ningún parlamentario en la Mesa Directiva, tiene independencia garantizada, no se puede impugnar ni someter a votación en el Parlamento.
Los diputados tienen derecho a departamentos pequeños y sin lujos, pero su familia no puede estar gratuitamente. Si algún familiar o persona ajena duerme o se queda en el departamento deberá pagar la renta. Ellos mismos se hacen cargo de la limpieza del departamento, tienen área común de lavado y no pueden subcontratar personal y cargarlo al erario.
No tienen pensión vitalicia, únicamente reciben una garantía de renta, que es equivalente a un seguro de desempleo y es por tiempo limitado.
Si el parlamentario pasa a otro mandato o cargo político, la prestación se cancela.
Los diputados tienen que demostrar que están buscando un nuevo empleo, que no están pasivos. De lo contrario, se acaba la prestación”, explica Johan Hirschfeldt, presidente del comité que regula los salarios y las pensiones parlamentarias (Riksdagens Arvodesnämd).
Con información de Noticieros Televisa.