Se cae a pedazos la OMERTÁ del PRIAN
Por Miguel Ángel Lizama
@Migueliz8
La Omertá, o Ley del Silencio, es la primera obligación en los códigos de conducta de las sociedades secretas, como la Mafia siciliana, El Yunque, Opus Dei, Legionarios de Cristo y Tecnocracia Mexicana, por nombrar las más codiciosas, insidiosas e insaciables que se conocen, todas hermanadas por un rancio catolicismo. Sin embargo, en su combate a la Corrupción y la Impunidad, el gobierno de AMLO abre grietas en la secrecía de esa caterva de doctores en ingeniería delictiva y la Omertá del PRIAN se desmorona en detenciones.
Aunque los ritos iniciáticos de la Mafia y el Yunque no constan en escrito público conocido, Escrivá de Balaguer y Marcial Maciel pusieron en libritos exclusivos sus personales exigencias de secrecía de sus excesos. Sólo la Tecnocracia Mexicana se atrevió a meter su Omertá en la Constitución General de la República, para darle fuerza de Ley Suprema en todo el país. Los otros mafiosos hubieran dado lo que fuera por lograr algo parecido.
Para imponer su Omertá, la mafia tecnócrata mexicana llegó a crear un Organismo Autónomo para la Transparencia con su ley respectiva, a fin de OCULTAR lo que la Presidencia de la República tenía interés en que jamás se supiera. Para ello se impuso el recurso inapelable de calificar el ocultamiento como “SEGURIDAD NACIONAL”. Irónica burla a la ciudadanía y todas las instituciones del país.
Vicente Fox pretendió erigirse como Paladín de la Apertura Democrática (signo de la Alternancia) para no ser recordado como Gran Mentiroso por el incumplimiento de las promesas que hizo en su campaña. Así creó una Ley de Transparencia, supuestamente para revelar todo lo antes desconocido por la ciudadanía, pero en realidad sólo sirvió para “legalizar” el OCULTAMIENTO que necesitaba: 1) Fox dilapidó excedentes petroleros en derroches absurdos; 2) duplicó sin necesidad ni justificación la BUROCRACIA DORADA con “Adjuntos” de elevados sueldos y prestaciones; 3) aumentó la Deuda Pública para financiar sus dispendios y 4) creó nuevos organismos autónomos, absurdos, costosos e inútiles como él. Quiso que jamás se conocieran sus trácalas familiares y personales y se confeccionó un IFAI (instituto de acceso a la información) a medida de su conveniencia y ordenó sellar como “Seguridad Nacional” toda la cauda de Corrupción que la Familia Presidencial dejaba a su paso.
Luego, al torpe, incompetente y sanguinario Felipe Calderón se le ocurrió exhibir su evidente y grosero control de la Prensa, mediante un espectáculo circense que llamó Iniciativa México, transmitido con pompa y circunstancia en cadena nacional, donde TODOS LOS MEDIOS DE ¿INFORMACIÓN? se obligaron a ocultar “voluntariamente” lo que el gobierno considerara “comprometedor” (dizque para no alarmar a la población), con el pretexto de la violencia desatada por su cobardía, ineptitud y complicidad con el crimen organizado vía su secretario de “seguridad pública”, Genaro García Luna, preso en Nueva York acusado de delitos graves.
En esa abierta demostración de mansedumbre mediática, fue penoso ver a los arrogantes dueños de Medios Nacionales como cortesanos obedientes y sumisos, junto a sus voceros más populares y altaneros, sentaditos, bien portados, reverentes y sonrientes, manifestando su complacencia y pleno acatamiento a la orden de Calderón de CALLAR Y OCULTAR TODA LA VIOLENCIA que asolaba al país. Fueron los mismos que hoy siguen obedeciéndolo, gimen y se quejan de “la dictadura” de ANDRÉS MANUEL LÓPEZ OBRADOR, que NO LES IMPONE NADA Y LES PERMITE TODO.
Sin embargo, hoy esa Omertá tecnócrata cruje, al punto del colapso, con una sucesión de investigaciones para cumplir el combate a la Corrupción y la Impunidad, prometido por el Presidente López Obrador en su ruta hacia el mando del país. La férrea imposición de silencio cómplice se agrieta y está a nadita de extinguirse, ya sin Estado Mayor Presidencial que imponga, espíe y reprima. En julio de 2018 la indignación y el hartazgo popular se volcó en votos contra los alegres participantes en tantos y tan grandes saqueos y excesos delictivos, cada vez más evidentes y ofensivos, imposibles de ocultar. Por eso se sigue presionando en diversas formas contra esa impunidad grosera, y acabará rompiendo el dique de la Omertá de las cúpulas políticas, empresariales y mediáticas, beneficiadas por la Corrupción. Habrá muchos damnificados.
Primero fue Rosario Robles, quien desde su inicio como funcionaria peñista fue denunciada por su Cruzada contra el Hambre, aunque el entonces presidente Peña la encubrió con su famoso “No te preocupes, Rosario”. Pero ya no pudo protegerla en la Estafa Maestra, verdadera ingeniería financiera del delito, digna de mentes perversas. En vez de soltar la sopa, Rosario prefirió tragársela solita, y la Mafia tecnocrática confió en su Omertá, hasta cuando el fiscal de Nayarit -protegido del gobernador priísta Roberto Sandoval- fue detenido en California, acusado de narcotráfico, aunque en México se le encubrieron asesinatos, despojos, torturas y otros delitos.
En la Omertá neoliberal confió Emilio Lozoya, director de Pemex, descubierto en sobornos de Odebrecht -la constructora brasileña- y traslados de dinero a paraísos fiscales, quien alardeó con un arrogante “Tengo tiempo y dinero suficiente para probar mi inocencia”. Y ¡zas! que lo ponen a prueba. La persistente pesquisa de Santiago Nieto descubrió una red tejida con hermana y madre (en prisión domiciliaria por su edad) que no ha sabido explicar. Su papá, ex-Director del ISSSTE y secretario de Industria Paraestatal con Salinas de Gortari, empezó tratos con la Fiscalía de la República para aminorar las penas, y el joven Lozoya decidió empezar a “cantar”. Adiós a la Omertá.
El campanazo llegó con la detención de Genaro García Luna, productor de grandes montajes televisivos, acusado en Nueva York por delincuencia organizada y recibir sobornos del Cártel de Sinaloa. Espera juicio y que suelte la lengua para ver si se ablandan los fiscales y le reducen su pena. En este caso, el ex-presidente Calderón debe ser el más preocupado, como superior jerárquico, confidente, protector y seguro beneficiario de la recepción de millones de dólares de su funcionario estrella, temiendo lo que pueda decir para no cargar solo toda la culpa.
Por si fuera poco, aprehendieron a César Duarte, ex-gobernador de Chihuahua, que luego de saquear a su entidad huyó a Florida y lo tienen en lista de espera carcelaria, a ver cómo elude su responsabilidad en las pruebas que lo implican.
Y aún faltan muchos de esa horda de maleantes que se empoderaron para saquear a México y los mexicanos. Pero ya están en el “¡Sálvese quien pueda!”
LA OMERTÁ TECNÓCRATA YA TRONÓ COMO CHINAMPINA.