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Dos años y contando…
Columnas, El día

Dos años y contando…

Se cumplen dos años del triunfo del Lic. Andrés Manuel López Obrador a la presidencia de la república. Fue un viaje de lucha y desazón, hubo que pasar por un desafuero, fraude electoral, organización social desde la base, a ras de tierra; un segundo fraude, campañas de odio que hoy continúan y toda clase de vejaciones para lograr al final, el poder de la presidencia que está permitiendo un profundo cambio de rumbo en los destinos de nuestro país.

En este corto tiempo se han sentado las bases para una transformación ya irreversible, avances extraordinariamente significativos en todos los ámbitos como infraestructura, sentido social, autosuficiencia alimentaria y energética, comunicaciones, sólo por mencionar algunos.

Pero el cambio de mayor profundidad y envergadura es sin duda alguna la revolución de las consciencias que, inadvertidamente para algunos, este gobierno ha impulsado lenta pero inexorablemente, al informar plenamente todas las mañanas sobre su trabajo diario. Ahora nos damos cuenta de que prácticamente toda la población habla, comenta y opina sobre política y el desempeño de López Obrador, algunos influidos por la información sesgada o falsa de odiadores despojados de mal habidos privilegios, otros con mediana o mayor información, pero todos opinan.

La ciudadanía reclama ahora para sí lo que el período neoliberal le había robado desinteresando al pueblo de la política, resultando que quedaran en el gobierno los peores hombres y mujeres en todos los niveles. Sí, la re politización de la sociedad implica que el poder retorne a quien constitucionalmente pertenece y esto, estimados lectores, es un cambio irreversible.

El segundo cambio que considero de indiscutible importancia es el fin de la simulación. Atrás quedaron los tiempos donde el político, el comentarista, el analista o el periodista pretendía una ideología cercana a las mejores causas y en los hechos actuaba en contra de los intereses de la mayoría y siempre a beneficio propio. Hoy podemos ver las posturas claras y evidentes, sin pretensiones, sin oportunidad de engaño, cristalinas. Definidas. Hoy sabemos quiénes son y qué defienden. Fuera máscaras pues es tiempo de definiciones y no hay dudas al respecto.

Sin embargo, nada de lo anterior sería posible sin la autoridad moral que otorga haber llegado a la presidencia respaldado por una aplastante mayoría que indudablemente reafirma su voto a dos años de la victoria. A esa autoridad se suma la fortaleza política que da el combate frontal y decidido a la corrupción en todos sus ámbitos.

Efectivamente, hay un sector minoritario de la población que expresa una oposición radical a la transformación del país ¿Quién se iba a imaginar que aquellos quienes hasta hace poco exigían el uso de la fuerza pública para dispersar manifestaciones, hoy harían uso de ese derecho?

Ese pequeño grupo de inconformes lo componen empresarios de todos tamaños acostumbrados a los negocios al amparo de poder, a recargar las utilidades en el hambre y explotación de sus empleados, a preferir gastar recursos y tiempo en sobornar y corromper empleados públicos en lugar de cumplir con los requerimientos, en pagar despachos contables para evadir o eludir impuestos y un sinfín de irregularidades más.

Se incluyen políticos y burócratas de todos los niveles que solían hacer de la corrupción y la extorsión su modo de vida y operación, personajes que complicaban el trámite más simple para obligar al usuario o contribuyente a otorgar dádivas, servidores públicos protegidos de diversas formas que ocupaban un puesto muchas veces innecesario y, para colmo para el que no estaban capacitados. El amiguismo, compadrazgo y recomendación como moneda de cambio.

Podemos agregar a este pequeño grupo de inconformes a integrantes de órganos autónomos redundantes que se gestaron para la simulación en la atención de temas específicos, con abultadas nóminas y magros o inexistentes resultados. Así mismo están miembros de organismos de la sociedad civil encargados de sustentar con fraudulentos estudios e igual de falso trabajo social, las políticas neoliberales a cambio de jugosos subsidios estatales.

Hay más grupos como los descritos que perdieron mal habidos privilegios y prebendas y por ello, lógicamente están sumamente molestos. Y estas voces son magnificadas por un gremio comunicacional que fue indebida y ampliamente beneficiado económicamente por los anteriores gobiernos, tanto de manera oficial como extra oficial.

Pagos por servicios profesionales y contratos impúdicamente engañosos, infundados e injustificables.

Son dos años de intenso trabajo por la transformación de nuestro querido México en un camino de mayor equidad y justicia, se ha logrado mucho, pero aún queda un largo camino por recorrer.

“Si no puedes volar entonces corre, si no puedes correr entonces camina, si no puedes caminar entonces arrástrate, pero sea lo que hagas, sigue moviéndote hacia adelante”
Martin Luther King

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