A la oposición no se le teme; se le desmiente
El día de ayer en Dr. Lorenzo Meyer puso un tuit en el que señala que el gobierno del presidente López Obrador enfrenta un momento difícil.
La epidemia de Covid-19 que afecta al país, es una inesperada oportunidad para los grupos opositores. El golpeteo de los mismos será fuerte en adelante y aparte, está la difícil situación que significa por sí misma la correcta atención de una epidemia que ha paralizado el proceso de transformación.
Debo decir que no concuerdo con esta lectura sobre la situación que se vive en nuestro país. Por lo mismo, respondí el mensaje en Twitter del doctor Meyer.
A mi parecer, no hay una paralización del proceso de cambio que impulsa el presidente López Obrador. Los proyectos en Dos Bocas, Santa Lucía y el relativo al Tren Maya, continúan al ritmo planeado. El fortalecimiento de PEMEX sigue adelante, ya que se tiene previsto que las utilidades que tenga la empresa en el mediano plazo, sirvan de palanca económica para el futuro desarrollo del país.
La cuarentena obligada que afecta incluso a las dependencias de gobierno, limita un poco la actividad pública. Pero de ninguna forma la detiene.
La crisis de salud que provoca la presencia del Covid-19, es pasajera. No durará más de de unos pocos meses, tanto aquí, como en los demás países del mundo. Hasta la fecha, el sector salud ha hecho un trabajo impecable respecto al ingreso, avance, manejo y control de la enfermedad. Tan atinada ha sido la estrategia implementada, que ha dado poco margen de acción a la derecha opositora, para culpar al gobierno de fallas graves en la atención del problema.
Por último, no se ve por sitio alguno a una fuerza conservadora fuerte y con posibilidad de causar un daño grave, al proceso de transformación que vive México.
La oposición está fragmentada y no se ve un plan sólido, para crear una fuerza consolidada que se oponga efectivamente a la Cuarta Transformación. La oposición es pequeña, escandalosa, mentirosa, sensacionalista, pero de ninguna manera efectiva.
Lo interesante de estas consideraciones es que no fueron compartidas por algunos usuarios en Twitter, que indudablemente están a favor del proyecto nacional, encabezado por el presidente López Obrador.
Para algunos de ellos, la oposición es considerada como un enemigo de cuidado. Poderoso y con las armas suficientes para convencer a ciertos sectores sociales indecisos, despolitizados y por lo mismo, propensos a la manipulación de los medios de comunicación convencionales.
Esa visión de la realidad política del país, me pareció equivocada y así lo manifesté a quienes compartieron conmigo su punto de vista.
A final de cuentas, en una democracia siempre habrá una pluralidad de visiones sobre la misma situación.
Pero hoy el presidente López Obrador, en su conferencia mañanera, tocó el mismo tema de manera muy puntual.
Observó que la oposición en el país está desorganizada y no ha podido crear un grupo reaccionario sólido. Todo es aproximación y hasta la fecha, no constituye un problema grave para su gobierno.
Habló de las campañas de desprestigio que se intentan en redes sociales y medios de comunicación de corte conservador. Ahí, la oposición ha fracasado hasta el momento. Tan evidente es esto, que se han visto forzados a contratar los servicios de artistas, deportistas, opinadores a sueldo y hasta comediantes que disfrutan de una relativa fama pública, para impulsar esas campañas en contra del gobierno. Los resultados hasta el momento, saltan a la vista. Estos “famosos” han quedado evidenciados como mentirosos a sueldo. La gente no cree en lo que pretenden venderle. Nota que se trata de mentiras y repudia la forma grosera en que se teje el evidente engaño.
López Obrador habló de lo que en realidad pasa con la sociedad mexicana en este momento. El pueblo de México creció mucho a raíz de las últimas dos elecciones. La verificada en el Estado de México en 2017, donde se dio un fraude descarado a favor del PRI y la presidencial del 2018, donde la sociedad votó por un cambio y barrió con los partidos y el proyecto neoliberal, en forma masiva.
Para el presidente, ese pueblo maduro, sumamente politizado y consciente de su realidad, fue la palanca que dio el triunfo al proyecto representado por el partido político Morena.
El pueblo y “las benditas redes sociales” fueron la fuerza que llevaron a la presidencia a López Obrador, para construir su proyecto de Cuarta Transformación.
Para el presidente, según dijo hoy, es sano que exista esta campaña sucia y que los pequeños grupos conservadores, busquen su destitución como presidente de México. Están en su derecho de pelear porque la vida política y económica en el país, no cambie.
López Obrador ve en este momento un enfrentamiento político, que resume de esta manera: Transformación, o Corrupción. Y nos señala que “el pueblo es sabio”. De ninguna manera se dejará engañar por la farsa que tejen los conservadores.
Esta seguridad en el pueblo es tan grande, que no tiene inconveniente en proponer a los partidos políticos de la derecha mexicana, que se adelante la consulta para la revocación del mandato presidencial, al 2021. En la misma fecha en que se realicen las elecciones intermedias en el país.
No hay oposición de peso, actualmente. Pensar lo contrario, es sobredimensionar la fortaleza de los grupos dispersos que están en contra del presidente y del proyecto transformador del país.
La fuerza que despliegan en redes sociales, es artificial. Está basada en granjas de bots. Las noticias falsas que difunden a diario, no causan efecto en una sociedad que ha madurado bastante.
Quienes están a favor de la transformación y en contra de la corrupción, tienen un compromiso permanente de apoyo al gobierno del cambio. Hay que enfrentar a diario a estos pequeños grupos y desenmascarar sus mentiras.
Pero sin pensar que verdaderamente son tan fuertes como ellos quieren aparentar. Es hacerles el juego.
Estamos a casi un año del próximo proceso electoral y la derecha no tiene personajes y proyecto que presentar. Saben que la revocación de mandato les va a fallar. Sus posibilidades de triunfo son raquíticas.
Hay que seguir enfrentándolos, pero sin darles una importancia que no tienen.
Y hay que tener confianza en el pueblo, que efectivamente es sabio. Ya no se deja manipular, ni engañar. Es un pueblo que responde contundentemente en el momento apropiado. La campaña de mentiras no prospera por lo mismo.
El pueblo de México demostró su madurez en el 2018 y lo hará nuevamente en el 2021.
Transformación, sí. Corrupción, nunca más.
Al menos, así lo ve el presidente.
Malthus Gamb