AMLO hace mega alianza con la Iniciativa Privada ¿No que seríamos Venezuela?
La democracia es hoy en día un gran abanico que presenta diferentes facetas a lo largo del mundo.
Hay democracia en el Reino Unido y en España, donde la figura del rey sigue vigente.
Están las democracias donde es permitida la reelección del gobernante por uno o varios periodos. Y están aquellas democracias donde la reelección no está permitida.
En muchos países, como sucedió en México hasta el sexenio pasado, las elecciones para elegir gobernantes de todos los niveles, era mera simulación.
La presidencia de la república, fue patrimonio del Partido Revolucionario Institucional, hasta el año 2000. La gente se presentaba a votar, a sabiendas de que el ganador de la contienda estaba definido. Las expresiones de “Tapado” y “Carro Completo”, indicaban el tamaño del fraude electoral que vivía nuestro país, elección tras elección.
Pero a eso le llamábamos “democracia”. Éramos reconocidos como una nación soberana, donde se respetaba el voto popular.
Las elecciones en Estados Unidos son el más claro ejemplo de lo que significa un sistema electoral antidemocrático. Hay dos partidos políticos históricos, que se suceden en el gobierno sin mayor problema, por responder a los mismos intereses de grupos políticos, económicos y militares. No hay oposición verdadera ahí, puesto que estos dos partidos, representan lo mismo.
El imperio norteamericano, tan dado a defender la democracia en otras naciones, es uno de los países menos democráticos del mundo. Su gran ventaja, radia en el hecho de que la sociedad norteamericana es la más ignorante del planeta, en lo que se refiere a cuestiones políticas. Ahí existe la masa enajenada que es influenciable por el discurso mentiroso y la politiquería barata.
No obstante, Estados Unidos se presenta ante las demás naciones como ejemplo de democracia y muchos gobiernos, por conveniencia, o por no tener muy limpia la conciencia en cuanto a sus procesos internos, fingen creerlo.
Hay países que cuentan con sistemas democráticos avanzados, como son los casos de Bolivia y Venezuela en nuestro continente. Los procesos electorales se verifican con la participación de observadores internacionales y el uso de un sistema tecnológico avanzado, que impide al máximo el fraude electoral.
No obstante esto, han sido criticados por el gobierno norteamericano, porque al reflejar la verdadera voluntad del pueblo, llevan al gobierno a presidentes y demás autoridades regionales, que por regla general, no son dóciles a la injerencia e intereses de los Estados Unidos.
En Venezuela, el Imperio desea controlar en provecho propio, las grandes reservas petroleras existentes. En Bolivia, es el Litio lo que atrae la voracidad norteamericana.
Acusan a los gobiernos de estas dos naciones de incurrir en prácticas antidemocráticas, cuando en realidad existen mayores garantías en sus procesos electorales, que en la simulación que se representa cada cuatro años en la Unión Americana.
El doctor Alfredo Jalife Rahme ha dicho al respecto: “dejemos de ocuparnos en quién ganará la elecciones en Estados Unidos. Con cualquiera que gane, perdemos las demás naciones del mundo”. Republicanos y demócratas representan lo mismo.
En México, estamos viviendo momentos de cambio y la intención del gobierno de la Cuarta Transformación, es brindar todas las garantías necesarias, para que en los siguientes procesos electorales se respete la voluntad del pueblo.
No hay actualmente partido de Estado y por tanto,cualquiera de las fuerzas políticas que compitan en la siguiente elección, tiene idénticas oportunidades de triunfo.
Es un avance firme hacia una postura democrática, diferente a la que nos vendían el PRI, o el PAN, que han sido los partidos políticos en el gobierno, en el pasado reciente.
Como puede verse, la democracia tiene infinidad de caras y es frágil por naturaleza.
Winston Churchill decía a este respecto: “la democracia es el menos malo de los sistemas políticos”. No el mejor, como se dice ahora. Es el menos malo que ha encontrado el hombre hasta nuestros días.
Fortalecer la democracia es trabajo diario de todos y por eso, la participación ciudadana en redes sociales y en la vida diaria, se convierte en actividad primaria para garantizar la viabilidad de una propuesta sana, como la que impulsa la Cuarta Transformación.
Nuestra democracia, es actualmente muy frágil.
El día de hoy, en la conferencia mañanera, se dieron a conocer los avances para la estructuración del Plan Nacional de Infraestructura, que involucra al gobierno federal y a los empresarios más prominentes del país.
La Cuarta Transformación es incluyente y no intenta relegar a ningún sector social, considerando que toda participación es importante para el desarrollo del país.
Hace bien al convocar al empresariado para que en unidad con el gobierno, se creen nuevas fuentes de empleo desarrollando proyectos que impulsan la construcción y mantenimiento de autopistas, aeropuertos, puertos, ferrocarriles y trenes suburbanos, desalinizadoras de agua, telecomunicaciones, generación de energía eléctrica y gasoductos.
Toda infraestructura es de beneficio nacional.
Sin embargo, en la conferencia de este día, se pudo apreciar la participación de un sector del empresariado que se ha manifestado permanentemente en contra de las políticas que implementa la Cuarta Transformación. Aunque no estuvo presente su presidente, Gustavo de Hoyos Walther, la COPARMEX acudió al evento.
Muchos de los asistentes a esta convocatoria, fueron favorecidos por años, de una manera u otra, por los gobiernos neoliberales.
Varias de las figuras que asistieron, son reconocidos integrantes de la clase conservadora.
Y este es el punto principal de este texto.
Los conservadores, dentro de cualquier democracia, defienden intereses acordes a su forma de pensar y de vivir. Pueden comulgar por un tiempo, con formas de pensar de izquierda, o centro. Pero su interés particular, está en llevar al poder a políticos que defiendan las cusas de la derecha. Así es la democracia, donde cada cual, pelea por llegar a ocupar los cargos más altos.
Tener hoy a los conservadores al lado, no significa que hayan renunciado a sus intereses. Se trata de algo circunstancial. Cuando el panorama político se altere, ellos responderán a favor de su causa.
Hoy es sano que estén apoyando al cambio. Pero no hay que perderlos de vista.
Hay un referente histórico reciente que debe tenerse muy en cuenta:
En Bolivia, Evo Morales no atacó jamás al empresariado. Apoyo a este sector ampliamente. Le otorgó facilidades, buscando el desarrollo nacional.
Al final, fue el mismo sector conservador, los mismos empresarios beneficiados durante la etapa de Evo Morales, quienes participaron activamente en el golpe de Estado.
Esto no significa que en México se esté desarrollando algo similar a lo ocurrido en Bolivia.
Pero por si las dudad, la sociedad que apoya a la Cuarta Transformación, debe estar muy atenta.
No queremos de ningún modo el regreso del neoliberalismo al país.
Y como dice el refrán: “cuando veas las barbas de tu vecino cortar…”
Malthus Gamba.