La oportunidad económica que México no está viendo
- “Si los 2.4 millones de mexicanos que ha deportado USA crearan una ciudad, ésta sería la 4a más grande México y el 35% de su población hablaría Inglés!! Sería una potencia. México debe ver esta oportunidad como la vio Cárdenas en los 30”: Viridiana Ríos.
El pasado 26 de agosto, la politóloga mexicana Viridiana Ríos escribió en su columna en The New York Times que la actual crisis migratoria en la frontera norte representa una enorme oportunidad económica para México, pero aclara: “Si la sabe aprovechar”.
En su colaboración, Ríos comentó que “Las personas deportadas desde Estados Unidos con experiencia laboral y alto nivel educativo, además del flujo de jóvenes centroamericanos con necesidad de empleo, pueden convertirse en un bono demográfico inesperado para México y su economía. Por lo mismo, la política migratoria de Andrés Manuel López Obrador debe cambiar de enfoque: en lugar de ser la policía fronteriza de Estados Unidos, puede unirse al consenso de estudios recientes que muestran que la migración es positiva si se desarrollan estrategias para potenciar sus efectos. El gobierno mexicano debe responder y coordinarse para convertir esta situación en un beneficio, algo urgente ante una economía que no crece”.
“A los retornados, se le debe agregar el incremento en el flujo de personas de Centroamérica que han decidido migrar y que recorren México en búsqueda de oportunidades laborales, mencionó la politóloga, experta en desarrollo económico”, añade.
Ríos destaca dos razones por las que los migrantes son una oportunidad para México.
Primero, los retornados mexicanos suponen una llegada de capital humano no visto en México desde que Lázaro Cárdenas acogió a los exiliados españoles de la Guerra Civil. Muchos de los deportados no solo cuentan con educación y experiencia laboral, sino con un valor agregado enorme: tener experiencia laboral, encontrarse en sus años más productivos y hablar inglés.
Segundo, la crisis migratoria creada por el aumento de centroamericanos que cruzan el país y que posiblemente terminen quedándose en México puede ser una gran oportunidad económica: existe mucha evidencia de que la migración de trabajadores poco calificados tienden a aumentar la productividad de las naciones receptoras. Si las naciones receptoras logran retener y utilizar el trabajo migrante para actividades productivas, la llegada de inmigrantes se convierte en un complemento al trabajo realizado por locales, lo que aumenta la capacidad para que estos últimos produzcan en actividades de mayor valor agregado.
La académica concluye su colaboración en el diario norteamericano señalando que “México debe ver este momento histórico y entender su potencial económico. Se estima que el 44 por ciento de los deportados no planea regresar a Estados Unidos y no es descabellado pensar que un buen porcentaje de los centroamericanos podrían quedarse a trabajar en México si se les dan las condiciones. Estos migrantes pueden ser el impulso para su crecimiento económico.”