Un hackeo que reveló buenas noticias
La noticia de Lord Montajes, que prometía ser una bomba atómica en contra del gobierno de la 4ª transformación, resultó otra pifia más de este bufón barato que se presta para magnificar cualquier mentira por irrelevante que sea. Si acaso la única noticia medianamente sorprendente, podría ser que el sistema de cómputo de ejército pudo ser infiltrado por un grupo de hackers tropicales.
Como lo reveló una investigación realizada por nuestra compañera Ariadna Cantarel de Canales TI, difundida por Sin Línea Mx, las licencias del software de la SEDENA vencieron sin que el proveedor hubiese avisado o las hubiera renovado automáticamente y esto fue aprovechado por los hackers tropicales para infiltrar el sistema, sustrayendo 6 terabites de información de las bases de datos de esa dependencia.
Decimos que el hecho es moderadamente sorprendente porque no es la primera vez que esto se hace con algún sistema del ejército en un buen número de países y si los encargados de su operación llegan a parpadear, es casi seguro que así pase; sin embargo, lo verdaderamente sorprendente fue que con esa enorme cantidad de información sustraída, no hayan podido revelar algo que no fuera del dominio público, o que sirviera para denostar la labor del ejército durante este gobierno.
Así “el Assange de la derecha” reveló que el presidente padece ciertas enfermedades, como él mismo lo ha hecho saber unas 800 veces antes del hackeo. Reveló también que algunas de las actividades del ejército mexicano en este sexenio han sido las de construir y resguardar, como si esto no se hubiese dicho cada semana desde hace 4 años. Y como una de las revelaciones más oscuras, dio a conocer que esa institución hace espionaje, confundiendo eso que hace la derecha sobre ciudadanos comunes, con el trabajo de inteligencia que se realiza en este gobierno para desactivar bandas de delincuentes, algo que también ha dicho el presidente cientos de veces.
Entonces, ¿Cuál es la revelación inconfesable que arrojó la sustracción de miles y miles de páginas de información del sistema del ejército? Esa que contraviene el interés nacional o el de los habitantes. Pues ninguna. Nada que no se supiera ya, que no se pudiera haber conseguido con una simple solicitud de información a la dependencia, o en la conferencia matutina del presidente. Nada que las mismas fuerzas armadas no hubieran entregado con todo gusto al que la solicitara.
Hubiera sido una verdadera bomba revelar lo que hacía el ejército o el gobierno en los sexenios pasados, pero parece que estos superhackers de la oposición, no fueron capaces de sustraer esa información.
Imaginen la cantidad de crímenes, masacres, tratos con la delincuencia organizada y demás chuladas que habrían descubierto,actividades que eran verdaderamente inconfesables durante los gobiernos de Salinas, Zedillo, Fox, Calderón o Peña Nieto. Muchas que conocemos porque fueron imposibles de ocultar y otras que no sabremos nunca. Ese hackeo sí hubiera proporcionado algo relevante para la vida pública del país.
Pero como de costumbre, la derecha no puede aportar nada que no sepamos o que sea de utilidad, solo chismes magnificados, revelaciones irrelevantes, recursos invertidos en pura simulación y pérdida de tiempo para intentar hacer aunque sea un rasguño, aunque sea pequeño, al avance de este país.
En todo este asunto lo único que quedó claro fueron dos buenas noticias. La primera es que el ejército dejó de actuar en contra del pueblo y que ahora se puede saber todo lo que hace; la segunda es que si este es el mejor golpe que la oposición puede soltar, si esta babosada es para ellos una “bomba atómica contra la administración actual”, los delincuentes de la derecha dejaron de representar un riesgo para el avance de la transformación del país. Enhorabuena.
Como dijo el dramaturgo estadounidense Arthur Miller: “Hay seres humanos que ya no suben después de caer”.