Trump vs Biden: El choque de dos modelos
A partir de 1991, con la caída de la Unión Soviética, sólo quedó un proyecto de desarrollo en el mundo que pasó del capitalismo al neoliberalismo y a la globalización banquero financista, sin que existiera algún otro modelo que pudiera enfrentársele, hasta el surgimiento del proyecto nacionalista industrial que representa Donald Trump.
Durante el desarrollo del modelo neoliberal globalista, los Estados Unidos fueron orientándose hacia la producción de servicios, dejando en manos de otras regiones del mundo donde la mano de obra era más barata, la producción de manufacturas.
De esta forma crecieron a una gran velocidad las economías asiáticas, que se convirtieron en la fábrica del mundo, surtiendo las mercancías demandadas por los países neoliberales desarrollados, mientras estos se concentraban en proporcionar servicios y en especular en los mercados financieros.
Así después del 2008, cuando el mundo globalizado sufrió la crisis financiera de las hipotecas, las tasas de interés bajaron y tanto los países como las corporaciones se dedicaron a emitir deuda, de tal forma que el mundo se ha colocado en una situación financiera que se encuentra al borde del desastre, puesto que la deuda actual es impagable y tiene que ser desgravada de alguna manera.
Hay que entender de qué se tratan las elecciones que hoy están en puerta en los Estados Unidos. No estamos hablando de progresistas contra liberales o de izquierdas contra derechas. Estamos en presencia de un enfrentamiento entre el proyecto neoliberal globalista, representado por el bloque banquero financista demócrata, contra el proyecto nacionalista industrial cuyo representante visible es Donald Trump.
No estamos hablando de buenos o malos, sino de dos modelos conceptualmente opuestos, el primero busca mantener el esquema especulativo, desgravando la deuda mundial por medio de desastres como el de la pandemia, porque sin desgravarla el modelo ya no es sostenible, y el segundo intenta devolver su capacidad industrial manufacturera a los Estados Unidos, con el desarrollo económico basado regionalmente, terminando así con la globalización.
El primero viene representado por los Clinton, los Obama y los Bush, con todo lo que ellos han significado en el desastre económico y geopolítico del planeta y de ganar el segundo, es muy probable que la mayoría de ellos vayan a ser perseguidos por medio de procesos judiciales, que terminen por desmontar definitivamente el modelo neoliberal banquero financista, que ha logrado empobrecer más a la mayoría de las economías en desarrollo y endeudar a las economías desarrolladas.
Si no entendemos esto, es fácil perdernos en la discusión que nos lleva a confundir a unos con progresistas y a otros con liberales, o a unos con la izquierda y a otros con la derecha. Se trata de dos modelos económicos de conveniencia para la orientación en el futuro del planeta, cada uno de los cuales tiene una base conceptual completamente distinta.
Está muy claro que el modelo globalista neoliberal ya se agotó y no es sostenible en las condiciones actuales; de ganar los demócratas éste podría intentar sobrevivir algún tiempo más, provocando más desastres que le permitan desgravar los altos niveles de deuda para tratar de controlar sus daños en la medida de lo posible. Si gana Trump el modelo neoliberal se acabó y veremos caer sus estructuras en la medida que el nuevo modelo se desarrolle.
Como dijo el político y primer ministro de la India Sri Pandit Néru: “No se puede cambiar el curso de la historia, a base de cambiar los retratos colgados en la pared”.