Parece que el Instituto Nacional Electoral está sufriendo síntomas claros de delirio de grandeza, que lo colocan en el terreno de lo ridículo. La semana, pasada emitió una resolución cuyo objetivo es evitar que la bancada del partido que gane la mayoría en el Congreso de la Unión, pueda recibir legisladores de otras bancadas para evitar la sobrerrepresentación.
Aparentemente están muy confundidos en el alcance de sus facultades y ahora quieren dedicarse a legislar, usurpando las funciones de las Cámaras, intentando imponerle restricciones al poder legislativo para limitar su libertad de decisión y funcionamiento.
Lo más simpático del asunto es que las reglas que permiten a las bancadas minoritarias ceder legisladores a la mayoritaria, no son nuevas y tradicionalmente favorecieron al PRI y al PAN; hoy el INE, convertido en una herramienta mercenaria de los desposeídos del poder mal habido, intenta cambiarlas también para favorecer a los partidos minoritarios, que casualmente son el PRI y el PAN, los cuales, de acuerdo con todos los pronósticos de preferencia electoral, van a continuar siendo minoritarios.
Tomando en cuenta que el proceso electoral ya comenzó, esto es equivalente a que una vez comenzado un partido de futbol, el árbitro decida que los goles que meta uno de los equipos van a valer menos que los goles que meta el otro. Así de desesperados están.
Esto es tan ridículo como lo que pretendía conseguir Claudio Xicoténcatl González, cuando mandó presentar un amparo para que se obligara al Presidente de la República a aplicar el Plan de Desarrollo que había preparado su Secretario de Hacienda, Carlos Urzúa, en lugar de que se aplicara el que el mismo Presidente había elaborado, en un intento de que el Poder Judicial limitara las decisiones de funcionamiento del gobierno del Poder Ejecutivo. No sólo eso, sino en una suerte de organigrama reversible, que el Presidente se sometiera a las órdenes de uno de sus subordinados.
Seguramente así administran el negocio en Kimberly Clark, sometiendo las decisiones del director general a la voluntad del director administrativo; probablemente por esta razón su actividad principal es vender papel de baño.
Como resultado de la libertad y de la tolerancia que ha puesto en práctica el gobierno actual el INE, parece no entender los límites de sus facultades y en una analogía de lo que sucede con los grupos de mujeres violentas disfrazadas de feministas, están trasgrediendo los límites de su libertad para utilizarla sin medida, creyendo que no debe existir ninguna limitante.
No se trata de calificar si lo que intentan aplicar es o no conveniente, sino de que no son ellos los que deben decidir sobre este asunto, que corresponde a las facultades de funcionamiento interno de los legisladores y no al INE.
Esto es una muestra más de la desesperación que hoy manifiesta la oposición por todas partes, aplicando todas las estrategias de guerra híbrida que están a su alcance, para intentar mantener algo del muy menguado control político que aún les queda y que todavía se va a debilitar más, después de las elecciones de este año. Es una desgracia que el árbitro electoral esté jugando el papel de sicario errático contratado por estos cárteles.
Su confusión no les permite entender que todo lo que están haciendo, va incrementando el nivel de repulsión que causan entre la ciudadanía cada vez más informada y que el resultado de sus acciones estúpidas, va a tener como consecuencia que la sociedad vuelva a volcarse masivamente para emitir su voto colectivo en contra de la oposición moralmente derrotada.
No nos dejan otra alternativa que salir todos a votar para aplastarlos de una vez por todas. Ni hablar, que disfruten su experiencia.
Como dice una frase budista sobre el karma: “Solo entenderás el dolor que causaste, cuando el dolor te atrape a ti”.