Sin democracia; la libertad es una quimera
Por fin hoy nos despertamos con cuatro nuevos consejeros en el INE, seleccionados por el Congreso, después de un proceso que nos dejó mal sabor de boca a muchos, y que los legisladores de izquierda calificaron como lo posible en lugar de lo deseable.
Con todo respeto para los legisladores, la mayoría de los mexicanos votamos por ellos para que apoyen una transformación en la que lo deseable sea posible, y no para conformarnos con lo menos malo de entre lo que hay disponible.
El indicio más evidente de que algo no anduvo bien en el proceso, es el hecho de que los partidos de oposición que solo se han dedicado a sabotear la transformación impulsada por el gobierno federal, están conformes y hasta contentos con el resultado. ¡Qué casualidad!
Eso da muy mala espina, y nos hace suponer que el INE podría seguir secuestrado por un grupito de neoliberales corruptos y proclives a validar procesos electorales irregulares, y fraudes de la peor factura.
Si bien no se dan las condiciones para que la sociedad se mueva masivamente hacia el terreno legal, para tratar de invalidar un proceso que fue avalado por la enorme mayoría de los diputados, sí es necesario que los ciudadanos estemos alerta, y muy pendientes de lo que viene en el ámbito electoral, para proteger al INE del mismo INE.
Es decir, para proteger a esa institución de las irregularidades y malas prácticas en las que puedan incurrir los integrantes de su Consejo, comenzando por vigilar la inminente probable validación de algún partido político ligado a delincuentes del pasado, a cómplices del narcotráfico y a traidores a la patria.
La sociedad difícilmente pasará por alto una acción de este tipo por parte del INE, y entonces será el momento de tomar otras acciones en forma colectiva, que detengan y reviertan cualquier irregularidad evidente que se haya cometido en este sentido.
Los ciudadanos debemos permanecer vigilantes también, durante todo el proceso electoral que se realizará el año que viene, en la inteligencia de que sólo podremos evitar cualquier fraude electoral llevando a cabo una acción colectiva de voto masivo, de vigilancia cercana de las elecciones en las urnas, y de denuncia automática de cualquier irregularidad ante la FEPADE, fiscalía especializada en castigar delitos electorales.
Por lo visto, vuelve a ser necesaria la participación masiva de los mexicanos, para dejarles muy claro a los legisladores y a los funcionarios del INE, que en este país mandamos los ciudadanos y no los grupos de oligarcas resentidos y voraces, que actúan apoyados en sus tontos útiles con disfuncionalidad cognitiva.
Albergando serias dudas bien fundamentadas en nuestro árbitro electoral, somos los mexicanos de a pie, quienes tendremos que continuar defendiendo la democracia que tanto trabajo nos está costando construir, y que sigue enfrentándose a resistencias interpuestas por los grupitos corruptos de siempre, en un intento por recuperar los privilegios que, junto con el gobierno federal, nos estamos encargando de cancelarles.
Como lo expresó claramente el poeta mexicano Octavio Paz: “Sin democracia, la libertad es una quimera”.