Por. Diego Iván López Miguel
Twitter: @DiegoI_Lopez
Estamos en una etapa de definición política, en el inicio del proceso electoral de las elecciones intermedias de 2021. Los partidos políticos empiezan a definir sus alianzas y a sus candidatos para ocupar diversas posiciones locales, estatales y federales. Se elegirán a 15 gobernadores, la Cámara de Diputados, 30 congresos locales y mil 900 ayuntamientos y juntas municipales. Las votaciones se llevarán a cabo en un escenario atípico, probablemente con parte de la población sin la vacuna del Covid-19 y con los estragos económicos que ha provocado la pandemia global.
La actual polarización del país llevará al votante a elegir una opción de los dos proyectos de nación totalmente opuestos. Uno encabezado por el presidente Andrés Manuel López Obrador y la llamada 4T; y el otro por Claudio X. González y la cúpula empresarial del Consejo Mexicano de Negocios (CMN), a través de la plataforma “Sí por México”, que agrupará a los partidos políticos de oposición (PRI-PAN-PRD) formando una alianza que tratará de arrebatarle posiciones al partido en el poder.
La alianza formada por los opositores a la 4T es la última alternativa para hacer frente a la maquinaria morenista. De acuerdo con una encuesta publicada el pasado martes 15 de diciembre en El Financiero, el Movimiento de Regeneración Nacional (MORENA), ganaría 14 de los 15 estados en los que se celebrarán comicios para gubernatura. MORENA triunfaría en Baja California, Baja California Sur, Campeche, Chihuahua, Colima, Guerrero, Michoacán, Nayarit, Nuevo León, San Luis Potosí, Sinaloa, Sonora, Tlaxcala y Zacatecas; perdiendo solamente en Querétaro.
La oposición partidista no ha podido recuperarse del golpe recibido en 2018, el bloque que pretenden formar es una medida desesperada y hace tiempo impensable, va en contra de su ideológica y sus principios políticos. Por su parte, Morena acaba de renovar su dirigencia y a pesar de sus pugnas internas y de algunos escándalos en el partido, Mario Delgado empieza a mover sus piezas aún con el impulso que le da la figura de AMLO.
Previo al informe del segundo año de gobierno de López Obrador fueron realizadas diferentes encuestas para conocer la aprobación del presidente de la República. El diario Reforma lo colocó con 61%, El Financiero 64%, De las Heras Demotecnia 63% y Enkoll 61%. La aprobación de AMLO es mayor al sesenta por ciento y esto se traducirá también en las elecciones del próximo año. Las elecciones intermedias son una especie de medición del gobierno en turno.
Con López Obrador como figura central, los comicios electorales de 2021 serán la escenificación de la fuerte polarización política que hay en el país. La 4T buscará avanzar en su proyecto de nación, mientras los opositores buscarán frenar al obradorismo y consolidar una fuerza partidista para retornar en 2024 al anterior régimen que tanto les benefició.
El 2021 nos augura un año convulso en lo político, económico y social. La pugna por el poder en México impactará en todos los aspectos y será el tema de discusión en la opinión pública. El país tiene dos alternativas, dos visiones distintas para definir su rumbo como nación, algo que no tuvo durante casi un siglo. Hasta el momento todo parece indicar que será un triunfo de López Obrador y su movimiento.