¡Rescatando nuestra electricidad!
“El Estado debe ser rector en materia energética, puesto que es asunto de seguridad nacional”.
Con parecidas palabras, la Secretaria de Gobernación, Olga Sánchez Cordero, contestó la pregunta que hacen no solo los reporteros que acuden a la conferencia matutina en Palacio Nacional, sino toda la clase conservadora que se lanza a una nueva cruzada (mentirosa), en defensa del derecho de los particulares para participar activamente en el sector de la energía.
Se sabe, por voz del presidente López Obrador, que hay una iniciativa preferencial en el Congreso de la Unión, que espera ser discutida en este periodo ordinario de sesiones, que inició el pasado día primero de febrero y concluirá el último día de abril.
En esa iniciativa que presenta presidencia, se definen las nuevas reglas que aplicarían, de ser aprobadas, en lo que corresponde a generación y distribución de energía eléctrica. Las hidroeléctricas en el país, que producen energía limpia, jugarían en adelante un papel relevante en materia energética. No estarían limitadas en su producción, a lo que dejan sin atender las compañías privadas que hoy tienen preferencia para subir su electricidad a la red nacional de distribución.
Es paradójico que en este momento, las energías alternativas, que no producen electricidad en forma constante, por sus limitaciones naturales, tengan un trato preferencial que perjudica a la Comisión Federal de Electricidad, que tiene total capacidad de producción ininterrumpida.
Las energías eólica y solar principalmente, tienen la desventaja de operar, dependiendo de las condiciones climáticas que limitan en mucho su productividad. Si no hay viento, se detiene la planta eólica. Si falta luz solar, tampoco hay capacidad para producir energía.
Por eso el ejemplo claro que pone hoy la Secretaria de Gobernación, al señalar que si el país no retoma la rectoría del sector energético, nos podríamos enfrentar a situaciones graves donde el funcionamiento permanente de los ventiladores que requieren los enfermos de Covid-19, se vea afectado por falta de suministro eléctrico, si decidimos apostar nuestro futuro, únicamente a la generación de energía inconstante, que rompe su frecuencia por alteraciones climáticas.
Es un ejemplo solamente, pero bastante significativo de lo que puede suceder, cuando la producción de energía se deja totalmente en manos de los particulares.
Es el Estado el responsable de garantizar el suministro de electricidad en el país, considerando que se trata de un área estratégica que tiene relación directa con la soberanía nacional.
Las hidroeléctricas producen energía limpia y es una mentira que se contamine el ambiente, al generar el recurso por esta vía.
Es necesario invertir en nuevos tipos de energías limpias, pero hay que hacerlo en el plano de la investigación y el desarrollo. Actualmente tienen serias limitaciones y su implementación para sustituir o fortalecer un sistema de producción energético, es bastante limitada.
Son plataformas de apoyo para la generación de electricidad, pero no tienen la capacidad suficiente para responsabilizarse enteramente del mercado nacional.
Sin embargo, durante el neoliberalismo se dieron contratos ventajosos a las compañías particulares, nacionales y extranjeras, generadoras de energías inconstantes (que no producen permanentemente, como hemos dicho). Se desplazó y empobreció a la Comisión Federal de Electricidad, para que no fuera un competidor de peso, ante el crecimiento de estos negocios de particulares.
¿Qué vivimos los mexicanos durante los años del neoliberalismo en México? Un encarecimiento permanente en el costo de la electricidad. Precios altos que eran determinados por las leyes del mercado. Esto es, por “la ley del más fuerte”.
Luz y Fuerza del Centro, desapareció durante el gobierno de Felipe Calderón, para facilitar la entrada de capitales privados al sector energético. Fue uno de los episodios más negros que recuerden los trabajadores del país. El ejército entró por la noche a las instalaciones de la compañía, desalojó a quienes laboraban en ese turno y se hizo cargo de la operación del sistema, mientras elementos de empresas privadas y de la Comisión Federal de Electricidad, establecían las nuevas pautas de operación.
Miles de trabajadores “liquidados”, “jubilados” o despedidos en un acto de prepotencia y abuso de poder, por parte del Estado.
Se otorgaron subsidios escandalosos a las nuevas empresas generadoras de electricidad. Se dio preferencia para el uso del sistema de distribución de energía a estos nuevos actores en el sector. Se firmaron contratos leoninos, donde todos los beneficios son para el capital privado y las obligaciones para la Comisión Federal de Electricidad.
Fueron acuerdos contrarios a los intereses de la nación y de abiertamente atentatorios a la soberanía nacional.
La iniciativa que presenta el presidente López Obrador ante la Cámara de Diputados, tiene como objetivo revertir una situación que pone en riesgo la generación de energía en el país, así como impedir que el precio de la electricidad para el consumidor, se incremente por las reglas que determine el mercado.
La base legal para solicitar estas reformas, tiene que ver con las formas utilizadas por los neoliberales para sacar adelante su “reforma estructural”.
Se sobornó a un buen número de legisladores para conseguir los votos suficientes en el Congreso. Se permitió con esta reforma, el ingreso de dinero privado en el sector, en base a una campaña de “engaño mediático”, que le mintió perversamente a los ciudadanos, sobre inexistentes ventajas de una privatización que solo deja beneficios a quienes participan en un negocio que solo es lucrativo para unos cuantos.
Los medios de comunicación del #TUMOR reaccionario, ya se encuentran en campaña, intentando parar la iniciativa preside3ncial, con nuevas mentiras publicadas y compartidas en todos sus espacios.
Hablan de que los pagos por consumo de electricidad se incrementarán, lo cual es falso. Los aumentos constantes los vivimos con los gobiernos neoliberales.
Durante estos primeros años de gobierno de la Cuarta Transformación, no ha habido incremento alguno.
Los conservadores están defendiendo sus negocios particulares y en realidad, el bienestar del pueblo les importa poco. Hablan de la defensa de “energías limpias”, escondiendo el hecho de que la generación de electricidad en las hidroeléctricas, es un mecanismo limpio.
Es importante estar bien enterados al respecto y saber de que lado está la razón y la justicia en este momento.
Por una parte, tenemos a un gobierno que ha puesto siempre por delante de todo, a “los que menos tienen”.
Por otro lado, están los corruptos del pasado. Los que se beneficiaron del dinero público, empobreciendo con su ambición a “los que menos tienen”. Esos son los que defienden los intereses de los capitales privados en este asunto.
Que cada quien, ya informado, elija libremente y se coloque del lado de la historia que desea defender.
Solo tengamos en cuenta una cosa: “Somos más los buenos”.
Malthus Gamba