OPOSICIÓN AL TREN MAYA SIN ENTENDER ABSOLUTAMENTE NADA
Por Jorge Estrada
Twitter: @yorchbuster
Solo los que han tenido el privilegio de conocer la península de Yucatán lo podrían entender, y no me refiero a pasar un fin de semana en Cancún con toda su infraestructura y comodidades, ni a pasar unos días en la ciudad de Mérida.
La península es mucho más, por desgracia es una de las zonas con mayor desigualdad en México, y no hay necesidad de adentrarse a las zonas más recónditas en el centro de la península para verlo. Basta con alejarse un poco de las urbes desarrolladas para darse cuenta que la derrama económica del turismo actual que tiene Cancún y Riviera Maya no se aleja ni 100 km a la redonda.
El potencial turístico de la zona es inigualable en el mundo, con ruinas mayas y atractivos naturales, gastronomía y cultura. La realidad es que no está aprovechado. Y de nuevo insistimos no se trata solo de Cancún.
Cancún y Riviera Maya ya tienen una inercia de inversión y segmento turísticos desarrollados. Donde por cierto no leemos “expertos” y “ex presidentes” defender la ecología a la depredación de las selvas que se realizan todos los días entre Cancún y Tulum con cientos de desarrollos, comerciales, turísticos y habitacionales. No vamos a criticar esto…. tampoco a criticar que el segmento es estable pero ya sin mucha posibilidad de crecimiento nuevo.
¿Pero que estamos haciendo para atraer nuevos segmentos? … Nada. No todos quieren viajar a esa zona del mundo para ver playas, o para ir a antros y centros comerciales. Algunos buscan otro tipo de turismo más cultural, arqueológico o más natural. Hay muchísimos segmentos de mercado turísticos aún sin explotar adecuadamente. Pero esto no se puede hacer sobre la misma base de infraestructura.
Es verdad que hay buenas carreteras en el estado (Quintana Roo), las de Campeche y Chiapas dejan mucho que desear. Pero las empresas de transporte de pasajeros en buena medida monopolizadas por grupo ADO no tienen la posibilidad de hacer rentables la regularidad de este transporte para dar un buen servicio al turista y rentar vehículos por un periodo largo de días también no es precisamente económico ni atractivo por cuestiones de seguridad.
Ejemplo: Si una persona está en Campeche capital, a lo mucho tendrá 2 corridas (sin un horario fijo o puntual) para moverse a Cancún o Playa del Carmen. Olvidémonos de Escárcega, Palenque, Uxmal, etc. Significaría perder un día solo de viaje, probablemente sentado en una terminal camionera esperando transporte. En estas condiciones hacer un recorrido del mundo maya puede llevar semanas, lo cual ya le resta atractivos competitivos a la experiencia.
Un turista que llegue a Cancún, tardaría semanas en recorrer la península, Tabasco y Chiapas, sin contar la problemática de estar en la logística de hospedajes y transporte. Por ese motivo este segmento hoy en día es mínimo, y menospreciado por su tamaño.
Un paradero o estación de Tren Maya implica no solo la conectividad, sino una regularidad en el transporte lo que incrementaría los flujos de personas (turistas, fuerza trabajadora y negocios) también flujos de mercancías. Pero lo más importante… implica inversión. Restaurantes, hoteles, servicios básicos, zonas habitacionales, centros de salud, etc. y esto a su vez se transforma en empleo.
Inversión gubernamental que atraerá a mucha más inversión privada en una zona geográfica que fue abandonada durante décadas. Claro en Cancún, Playa del Carmen, Tulum, Mérida, y alguna otra ciudad tal vez no se vea el beneficio tan inmediato. Para estas ciudades la estación implica solo un edificio más con comercios cercanos, pero para muchas otras comunidades es tan importante como aparecer en el mapa. Por fin ser tomados en cuenta en rutas turísticas y comerciales.
Dos hoteles y una plaza no significan nada para Playa Del Carmen, pero significa un gran crecimiento y fomento de desarrollo para la zona sur de Quintana Roo, para una comunidad en Tabasco o Chiapas.
No hay duda que la obra traerá beneficios y desarrollo económico, claro con un costo, que probablemente sea ambiental. De eso no opinare porque no soy experto, pero en lo que si tengo mucha experiencia es en ver cientos y cientos de metros cuadrados depredados cada año por inversiones entre Cancún y Tulum, y ni se diga en Mérida. Eso sí lo he visto sostenidamente los últimos 25 años sin escándalos, sin amparos y sin oposición. Ver de pronto tanta oposición a un proyecto de desarrollo como este solo deja claro que no entienden o no quieren entender que la derrama se va a tener que expandir mas allá de lo un pequeño grupo quiere. Y eso lo celebro.