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NUEVO LEÓN, TUMBA OPOSITORA
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NUEVO LEÓN, TUMBA OPOSITORA

Es difícil saber lo que sucedió en Nuevo León, en lo relativo al último capítulo de la novela que protagonizó la derecha mexicana, respecto a la malograda candidatura presidencial de Samuel García y su regreso a la titularidad en la gubernatura en ese estado.

Fuimos testigo de la intensa guerra intestina que se dio entre las facciones opositoras del PRI_PAN_PRD por una parte, y el partido Movimiento Ciudadano por otra, donde la lucha real no fue por el interés de contar con un candidato presidencial fuerte, rumbo a la contienda electoral del 2024.

Se sabe con certeza que Morena tiene en Claudia Sheinbaum una candidata inalcanzable, que supera por más de 25 puntos porcentuales a su más cercano oponente. Claudia será la primera presidenta de México y nada puede hacerse para impedirlo. Al menos por la vía electoral. La posibilidad de un fraude milagroso de última hora, no está descartado por el conservadurismo, que le apuesta a cualquier posibilidad a su alcance, para recuperar el poder político perdido desde el 2018.

No. La guerra que se dio en Nuevo León, es por los despojos electorales que pueda dejarles Morena, después del triunfo histórico que se espera conseguir en el proceso electoral del 2024. La gente de Claudio X González, no quiere que su gris e impresentable candidata Xóchitl Gálvez, sea desplazada al tercer lugar en esa competencia. Movimiento Ciudadano por su parte, quiere ser la segunda fuerza política en el país.

Y a eso se reduce el motivo del desencuentro opositor. Están peleando por un segundo lugar electoral, que les permita alcanzar el mayor número de espacios posibles en el Congreso de la Unión. Quien obtenga el segundo lugar en la votación federal del siguiente año, tendrá más espacios en ese Congreso, donde serán colocados los cuadros políticos que dirigen a esos cuatro partidos en evidente decadencia.

El drama politiquero que hemos visto hasta el día de hoy, gira en torno a esos escasos espacios que dejará en el camino Morena, que caerán al piso de la canasta repleta que el Movimiento de Transformación cargará, después de esa elección.

Hoy temprano corrió la noticia de que el gobernador interino en el estado, recién nombrado por la Cámara de Diputados en Nuevo León, renunciaba a la intención de hacer efectivo ese nombramiento y ocupar el cargo en el palacio de gobierno. Luis Enrique Orozco anuncia públicamente, que renuncia al encargo que le había dado el congreso local y que deja la vía libre para que Samuel García retome el cargo de gobernador constitucional, sin mayor dificultad. Los diputados neoloneses por su parte y en forma unánime, otorgan su voto en favor de que Samuel García continúe en el cargo que ganó en las urnas y que en forma por demás opaca y sucia, pretendían arrebatarle los partidos del frente comandado por Claudio X González.

¿Qué fue lo que sucedió para que esta solución repentina se diera en cuestión de horas, después de la serie de amenazas, insultos y exhibición de pruebas de corrupción lanzadas tanto en el bando de Samuel, como en los integrantes de la bancada del PRIANRD?

Quizá esto no se conozca con certeza en el corto plazo. Pudo tratarse de un acuerdo en lo “oscurito”, entre ambos bandos. Se dice que con este “arreglo”, Luis Enrique Orozco “amarra” la titularidad en la fiscalía del estado de Nuevo León. Habrá que ver si así sucede.

Otra posible explicación involucraría también a la Suprema Corte de Justicia, que jugó en esta novela, el papel del villano que brinda favores a ambos bandos, con resoluciones de distintos jueces, en favor de las dos partes involucradas. Determinaciones que se contraponían unas a otras y que fueron factor importante para que la estabilidad política en el estado, se perdiera durante un corto periodo.

La Suprema Corte trabajó para dejar al final sin oportunidad política alguna, a Samuel García. Presionaron al candidato de Movimiento Ciudadano para que renunciara a su aspiración presidencial, permitiendo que un gobernador interino, saliera de las filas de sus enemigos políticos en el PRIANRD. Cuando Samuel prefirió regresar a la gubernatura, para proteger sus intereses locales, pretendían impedir ese retorno, argumentando que ya había un interino en funciones.

Pero esa decisión fue duramente criticada por verdaderos constitucionalistas, ajenos al problema que se estaba dando. El mismo presidente López Obrador señaló en su conferencia del día de hoy, que lo que en verdad se preparaba, era un posible Golpe de Estado en Nuevo León.

Tal vez esa presión social y política, orilló a los bandos en pugna a acelerar un acuerdo que impidiera seguir desgastando a la oposición y a una Suprema Corte ya suficientemente manchada, como para necesitar de nuevos escándalos que terminen de desnudarla.

Pero entonces ¿Quién gana y quién pierde después de este ridículo melodrama?

Pierde la oposición.

Si Samuel García, es hoy en día el candidato presidencial de más corta trayectoria en el país, el gobernador interino prianista, nombrado por el Congreso de Nuevo León, cronometra un tiempo menor en un cargo que nunca pudo asumir.

Xóchitl Gálvez no saca ventaja alguna después de este vergonzoso episodio. Su candidatura sigue estancada y según los últimos resultados de las encuestas más confiables, el 70% de los mexicanos ya la conocen políticamente, por lo que su posible “techo” de crecimiento, se reduce a un escaso 30%, que no necesariamente le brindará su respaldo.
Movimiento Ciudadano se queda sin candidato sólido. Los posibles cuadros políticos que se mencionan para ocupar la vacante que deja Samuel García, son de segundo orden. Unos por ser considerados “cartuchos quemados” y otros por no contar con carrera política destacada.

Este dramón solo sirvió para exhibir la corrupción y ambición inocultable en la clase política conservadora. Nada más. Y deja de paso mal parada a una Suprema Corte que se convierte en actor político, en lugar de proceder como juez imparcial en un conflicto de carácter electoral.

El Movimiento de Transformación va firme rumbo al 2024. El “carro completo”, o “Plan C”, se mira al alcance de la mano, si el respaldo a Morena y aliados se mantiene creciendo como hasta ahora, de aquí al día de la elección

Antes de retirarse por una jubilación muy bien ganada, el presidente López Obrador podrá presentar las iniciativas necesarias para reformar al Poder Judicial, y dar las garantías suficientes a la Guardia Nacional y al sector energético.

¿La oposición? Esa no existe como fuerza política.

Lo que queda de ella, se comporta en forma similar a la que vemos en hienas y buitres, a la espera de los despojos que les deje el Movimiento de Cambio, en 2024. Pelean por los restos del banquete.

Malthus Gamba

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