Hace unos días tuvo lugar en Nayarit una elección especial para seleccionar un representante de ese estado en el Senado de la República, con resultados sorprendentes que nos proporcionan material interesante para el análisis.
La gubernatura de esa entidad había sido ganada por el PAN en 2017 y ocupada por ellos hasta hace unos meses; hoy la gobierna el partido Morena. Para este proceso electoral especial, los partidos que conforman la alianza denominada Va por México a las órdenes de Claudio X González, se dedicaron a desincentivar la participación ciudadana y en esto tuvieron éxito puesto que solamente salió a votar el 14.6% de los ciudadanos registrados en el padrón electoral del estado.
Lo que ninguno de ellos esperó es que de los ciudadanos que salieron a votar, el 52%, más de la mitad, lo hicieron por el partido Morena, una tercera parte sufragaron a favor de Movimiento Ciudadano y solamente el 9.6% votó por el PRI, el PAN o el PRD; estos 3 partidos juntos ni siquiera lograron recibir uno de cada 10 votos durante el proceso electoral.
Lo más sorprendente fue la distribución de los votos emitidos por estos 3 partidos. El PRI obtuvo el 4.6% de los votos, el PRD logró el 2.6% y el PAN, partido que había ocupado la gubernatura hasta hace poco solo alcanzó el 2.4%.
En ese estado hay poco menos de 900 mil ciudadanos registrados en el padrón electoral y de ellos solamente salieron a votar unos 131 mil electores; es decir que menos de 13 mil personas votaron por alguno de estos 3 partidos y por el PAN lo hicieron menos de 3,200 ciudadanos en un estado con 1,234,000 habitantes.
Los casos de Morena y Movimiento Ciudadano no sorprenden. En la elección del 6 de junio de este año Morena había obtenido el 49% de los votos emitidos, MC alcanzó el 21% y el PAN logró el 18%. Esta elección especial nos estaría diciendo que muchos de los que votaron entonces por el PAN, lo hicieron esta vez por Movimiento Ciudadano, que subió 12 puntos porcentuales con morena ganando 3 puntos porcentuales por encima de la elección pasada, o bien, que los que habían votado por el PAN hace unos meses de plano decidieron no salir a votar.
Este desastre electoral sufrido por la alianza de Claudio X González, conformada hoy por tres partidos, que entre todos no son capaces de juntar el 10% de los votos en una elección, es producto de varios factores. El primero es que no teniendo al gobierno estatal de su lado, estos partidos no pudieron operar la maquinaria electoral de compra de votos que acostumbran llevar a cabo cuando son ellos los que tienen el control.
En segundo lugar confirma que su base de apoyo ciudadano es prácticamente inexistente, una vez que han decidido representar y trabajar en beneficio de la oligarquía saqueadora, la ciudadanía les está retirando su respaldo. Para su desgracia hoy las elecciones se ganan con votos; los que pueden aportar sus patrones son muy pocos, y ya no es tan fácil comprar a los de los ciudadanos sin correr el riesgo de terminar en la cárcel.
Por último, enfrascados en una lucha perdida, estos partidos se han dedicado casi únicamente a intentar torpedear a un gobierno que todos los días trabaja en beneficio de la mayoría, comportándose en la forma más grotesca, insolente y agresiva posible, sin generar una sola propuesta que pueda tener sentido para los ciudadanos comunes y corrientes, lloriqueando permanentemente para que se les devuelva el botín, cuyo saqueo es el propósito ulterior de sus organizaciones y su única razón de ser. La sociedad ya se dio cuenta de lo que representan y para lo que trabajan. De continuar por esta ruta, muy difícilmente van a sobrevivir después de este sexenio.
Como dijo el escritor estadounidense Elbert Hubbard: “Un fracasado es un hombre que ha cometido un error, pero que no es capaz de convertirlo en experiencia”.