México Libre; la estrategia de Felipe Calderón para enfrentar a AMLO
En el año 2005 en la etapa preelectoral de aquella icónica y funesta elección de 2006, se reorganizó y se le dio una nueva cara a la industria de la comunicación política.
Es decir, las estrategias de comunicación discursiva, retórica, de medios y mercadológica se contaminó de manera sustancial con la llegada de expertos españoles en campaña negra.
Para nadie es un secreto que la estrategia echada a andar por la agencia de comunicación política de Antonio Solá, creó “escuela” entre comunicólogos, mercadólogos y profesionales de la comunicación en México.
El consultor, Roberto Morris, creó la campaña del “Peligro para México”, en la que se satanizó la figura de Andrés Manuel López Obrador, entonces candidato a la Presidencia.
La campaña negra de Solá y Morris se manufacturó de forma gráfica con paredes derrumbándose por la llegada a la presidencia de López Obrador; voces guturales que anunciaban una especie de apocalipsis social y político por la llegada de un “Comunista”. Es decir, la campaña norteamericana de satanización de la izquierda, pero a la mexicana.
Hoy, a 14 años de distancia, Andrés Manuel López Obrador es Presidente de México, llevando consigo 1 año y 2 meses en el cargo. Ni el país se derrumbó, ni le han quitado casas a quienes tuvieran más de una para dárselas a los más pobres, como se dijo en la campaña de 2006. Es decir, aquella retórica de miedo, de verdadera polarización entre “malos (izquierda)” y “buenos (los votantes de la derecha)” traída e impuesta por Felipe Calderón, ha fracasado.
Prueba del fracaso y mentira de dicha campaña y discurso, es que el 1 de julio de 2018, Andrés Manuel López Obrador ganó con más de 30 millones de votos. La votación más copiosa para un candidato en la historia de México. La campaña de miedo de Calderón sufría una derrota histórica.
Hoy, casi es un hecho que el Instituto Nacional Electoral, brindará el registro al partido político de Calderón, México Libre. Luego de una campaña desangelada por conseguir firmas y afiliados.
Durante meses en redes sociales se puede comprobar en registro que los stands de afiliaciones se encontraban vacíos, las Asambleas, muchas de ellas se cancelaron por no alcanzar el quorum requerido. ¿Por qué la derecha quiere revivir ese discurso de miedo que paraliza a la sociedad?
Es un hecho que la sociedad ya no es la misma que en 2006, ni tampoco 2012 y si somos más estrictos, tampoco es la misma que en 2015, cuando la ciudadanía brindó apoyo a comunicadores como Carmen Aristegui cuando fue retirada del aire en un golpe a la libertad de expresión impuesto por el expresidente Enrique Peña Nieto.
No, hoy en día la sociedad no es la misma: la radio, la televisión, los periódicos impresos y digitales, están sumidos en crisis que los lleva a la desaparición parcial o total. La falta de rating y de subsidio gubernamental (chayote) ha colocado a los medios de comunicación en un lugar poco privilegiado entre la opinión de los ciudadanos. El impacto de los medios tradicionales hoy en día es prácticamente nulo.
Brozo; Carlos Loret; Pedro Ferriz; medios como lo son Excelsior TV; incluso Carmen Aristegui, han tenido un revés claro de la ciudadanía al no aceptar ya su visión de las cosas. La ciudadanía, el pueblo es quien hoy manda, es quien dicta las políticas del país; no son dictadas ya desde esferas intelectuales o estudios de televisión instalados en zonas privilegiadas de la Ciudad de México.
La presunta llegada de México Libre como partido político, es un bálsamo para aquellos quienes gustan de crear campañas negras: las agencias de marketing político han venido a la baja desde 2018. Ansiosos por crear nuevas campañas de desprestigio y vivir como reyes a costa del erario, ya planean el actuar del partido de Felipe Calderón.
En 2021, en el contexto de la campaña intermedia, las agencias de marketing político de la derecha con ayuda de los medios, tratarán de imponer la idea de que es una campaña “reñida”, “peleada”, “muy disputada”, entre la izquierda obradorista y la derecha calderonista.
Los bots y trolls se incrementarán, las fake news se acrecentarán, los medios mentirán aún con más saña.
¿Para qué imponer una idea irreal con un partido que ni siquiera ha obtenido firmas de manera legal y transparente? ¿Por qué revivir el discurso de miedo ahora con un partido político encabezado por el mayor difusor de fake news desde las redes llamado Felipe Calderón?
A la derecha le interesa que el pueblo se vuelva a paralizar, que no opine, que sienta miedo, que mediante estrategias fascistas de comunicación se les anule políticamente. El INE, mediante la imposición de dicha retórica, retomará la idea de las “campañas cerradas y que se resolverán por poca diferencia”, es decir, intentarán el retorno del 0.56% y los triunfos “haiga sido como haiga sido”.
La llegada de México Libre de Felipe Calderón, no sólo representa un atraso político en temas sociales, en prácticas y métodos de Gobierno. El esfuerzo mediático, mercadológico, y empresarial que ha hecho la derecha para darle registro a ese Frankestein opositor, representa la anulación de la voz del pueblo, representa el regreso del miedo como eje social, representa el engaño a las masas pagado con el erario, representa el enriquecimiento de gente poco ética a costa de la pobreza de la gente.
Es necesario reforzar los esfuerzos en redes sociales y llevarlos al call to action, que no todo quede en redes, hay que llevar a la práctica la comunicación positiva, el esfuerzo que hacen medios independientes por informar, es más importante que nunca. Afortunadamente se cuenta con una ley que castiga el fraude electoral con cárcel y sin derecho a fianza, pero al final, depende de nosotros, de los esfuerzos en conjunto, más allá de partidos, que el discurso del miedo no vuelva a imperar en México.