Los derechos ciudadanos bajo ataque
La desesperación de la derecha por encontrarse ya a dos años de que termine el sexenio del primer gobierno de la 4ª transformación del país, los ha llevado a intentar aplicar cualquier cantidad de estrategias absurdas, a fin de dejar de perder terreno ante este proceso que ha sido avasallador.
Se han enfrentado al gobierno y al pueblo en todos los terrenos imaginables, saliendo muy dañados en todos, con la cola entre las patas, aunque hay que reconocer que su voracidad y su ambición por el saqueo son tales, que a pesar de estar experimentando el paso de una aplanadora que casi los pulveriza, no se rinden, siguen peleando con las armas de la intolerancia, la incongruencia, el fascismo, la mentira, el engaño y la ilusión, que solamente puede nacer desde un estado de profunda disfunción cognitiva.
Si bien son muchos los que todavía se mantienen con el elitismo en la cabeza y viven despreciando la opinión de la gran mayoría de los mexicanos, cada día son más los que van cobrando algún grado de consciencia, porque la realidad los aplasta haciendo evidente que el mundito que describen en sus medios de propaganda, es absolutamente irreal, inexistente y fantasioso.
Hoy ya no les funcionan los medios mentirosos, los opinadores falsarios, el calentamiento de las calles con sus cómplices del crimen organizado y no les ha funcionado su ataque legal sistemático en contra de las medidas que ha aplicado el gobierno, apoyados por su brazo judicial del cartel de la toga. Sin embargo hoy han emprendido una nueva estrategia que nadie se esperaba por lo absurdo de su naturaleza. Ahora se enfocan en intentar censurar ciudadanos por medio de argucias legales para restringirles su libertad de expresión, sus derechos políticos y para amedrentarlos.
La infinita incongruencia de la derecha ha llevado a sus cárteles políticos a utilizar a sus propias legisladoras, elegidas por los ciudadanos, para que después de haber recibido su voto prometiendo democracia, denuncien ante el INE periodistas, activistas y personas comunes y corrientes, por sus mensajes escritos en las redes sociales que no tienen nada que ver con los delitos de los que se les acusa; así lo están haciendo, ante el INE que se supone debería ser un organismo dedicado a promover la participación democrática de los ciudadanos en un ambiente de libre expresión.
Pero eso no queda ahí, el INE que es en realidad un cartel delincuencial asociado a la derecha para simular democracia, organizar fraudes en las elecciones y proteger corruptos, se convierte en el vocero de los cárteles políticos retomando las denuncias absurdas de las legisladoras y presentándolas ante el Tribunal Federal Electoral, un cartel de la toga ligado a los intereses delincuenciales de los carteles políticos del McPRIANRD.
Este tribunal por supuesto condena en automático a los ciudadanos a pagar multas, a publicar disculpas, a tomar cursos y a estar en una lista por medio de la cual se restringen sus derechos a votar y ser votados. Algo impensable cuando viene de quienes se supone que deberían promover la libertad de expresión y la democracia, haciendo exactamente lo contrario de lo que se supone que es su razón de existir.
Pero como todo lo que han intentado hacer antes, de estas acciones van a volver a salir con la cara llena de lodo, con una suela de zapato dibujada en el trasero. Siguen sin entender que no entienden. Están tratando de doblar a una sociedad curtida en la lucha contra todo lo que nos hicieron antes para poder sobrevivir. Una ciudadanía que ganó sus derechos a pesar de que aplicaron todo su aparato de intimidación, represión y fraude para evitarlo. Es un pensamiento bastante inocente el creer que van a poder intimidarnos con esto; al contrario, la respuesta que van a recibir estas ternuritas de parte del pueblo organizado para defenderse, va a ser más contundente de lo que nunca se imaginaron.
Como dijo el escritor y político mexicano Ignacio Manuel Altamirano: “La inocencia no tiene edad”.