Los Claudios X: Familia de criminales

Todos los que participaron en el saqueo desenfrenado del presupuesto y de las riquezas del país durante décadas, desarrollaron una conducta delincuencial que parece haberlos convencido de que robarse los bienes de los demás es algo natural y hasta meritorio.

A través de este proceso que moldeó su estructura cerebral orientándola para comportarse como criminales naturales, también se acostumbraron a que nadie les reclamara por ella y que ni siquiera se atrevieran a increparlos. Los únicos medios de información que existían eran de ellos.

Sin embargo dentro de su grupúsculo hay sujetos que ya tenían esa conducta antes de la orgía neoliberal y que fueron actores principales en la configuración de los gobiernos ladrones, así como de las políticas de saqueo desarrolladas por ellos, como Claudio X González padre, quien además formó a sus vástagos en la misma línea de pensamiento y actuación.

Así al frente de una familia de criminales, Claudio X padre se ubicó como asesor económico de Salinas de Gortari y fue quien en el fondo estableció los lineamientos principales de la estrategia nacional de saqueo, disfrazándose de empresario en Kimberly Clark, pero influyendo profundamente en los 5 gobiernos durante los cuales estas políticas perniciosas maduraron y llegaron a niveles que hoy no entendemos como pudimos permitir.

Comenzaron cambiando la ley para que la corrupción no fuera un delito grave, obteniendo la condonación o la devolución de los impuestos que todos los demás sí teníamos que pagar. Llegaron incluso a la comisión de delitos como la distribución de droga en Centroamérica utilizando la infraestructura de Televisa, caso que fue enterrado por los medios y las autoridades del gobierno de Peña Nieto.

Todo esto sin contar las decenas de contratos amañados a cambio de sobornos, por medio de los cuales se quedaron con concesiones mineras, se coludieron en fraudes con Iberdrola para robarse la luz en sus negocios, obtuvieron concesiones de agua despojando de su acceso a la población, como lo están haciendo de nuevo hoy en Querétaro. Cuando en este gobierno ya no pudieron actuar en lo oscurito, mandaron al vástago mejor entrenado en el engaño y el fraude a dirigir las bandas de delincuentes disfrazadas de partidos políticos de oposición, para convencer incautos de que les conviene seguir siendo robados por ellos.

Hay casos que se conocen poco por la mordaza que el dinero de estos delincuentes impone a los medios de propaganda, como el de una filial de Kimberly Clark en Estados Unidos, dirigida por el otro vástago de la familia, que sin escrúpulo alguno vendió en aquel país, gel antibacterial con metanol durante la pandemia, lo que costó la vida de un número indeterminado de estadounidenses que lo usaron y de los que solo quedó registro en 4 fallecimientos. Al final, para no pagar indemnizaciones, la empresa se declaró en quiebra.

Para su desgracia en esta nueva etapa del país, les hemos hecho lo peor que se le puede hacer a sujetos como ellos, los desenmascaramos y ellos han tenido que exhibirse publicamente como lo que son. Por fortuna actualemente estamos mejor informados como sociedad y nos vamos vacunamos contra los miles de ladrones de cuello blanco que la saquearon durante tanto tiempo para que no regresen a seguir robándonos.

Hoy solo hacen negocios abiertamente con ellos los que no temen ser calificados de delincuentes, muy probablemente porque lo sean y ya no les importe que se los digan. Están desprestigiados, lo que los convierte en criminales comunes y corrientes que ya no gozan de la protección que les otorgaba el silencio. Ya los conocemos y no les vamos a permitir que regresen a robarnos lo que nos pertenece.

Como dijo el Rey Arturo: “He venido para verte la cara, así podré reconocerte en el campo de batalla y bien harías en recordar mi rostro, porque será lo último que contemples en este mundo”.