Los cinco (violentos) años de Fox
Por: Pablo Meléndez
@jpms1500
Este sábado, primero de julio, el presidente López Obrador celebró su quinto año como mandatario de México. En una muestra de simpatía y admiración, el pueblo mexicano se congregó en la plancha del Zócalo para escuchar los logros alcanzados durante los últimos años.
El acto no pasó desapercibido para el expresidente Vicente Fox, quien mostró su envidia al observar tal muestra de apoyo al presidente actual. Durante sus propias administraciones, lo máximo que lograron congregar fueron manifestaciones en contra, a las cuales respondieron haciendo uso de la fuerza pública.
Para Fox, es lamentable que se realicen este tipo de actos. Además, acusa a AMLO de echarle la culpa de todo al pasado, olvidando que durante su quinto año de gobierno él mismo decía: “Se hace oposición por oposición, y no por la razón” frase que pronunció en una entrevista con El Universal, donde señaló que había sido acosado por la oposición legislativa al negarle algunas iniciativas dentro de la cámara.
Durante su quinto año de gobierno, su informe fue atacado y señalado por múltiples motivos, principalmente protestas contra su gobierno y actos violentos ocurridos durante su mandato. En el año 2005, el país estaba en relativa calma y no había un crimen organizado tan voraz y afianzado en la política como ahora, los homicidios eran cometidos por el abuso de poder del propio gobierno que oprimía y violentaba a todos aquellos que exigían justicia.
Durante su mandato, las principales protestas ocurrieron en Oaxaca. Entre mayo y diciembre de 2005, surgió el movimiento magisterial conocido como la “Asamblea Popular de los Pueblos de Oaxaca” (APPO), que protagonizó diversas manifestaciones y ocupaciones en la ciudad de Oaxaca para exigir mejoras en el sistema educativo y la renuncia del gobernador Ulises Ruiz Ortiz, a quien acusaban de corrupción y represión.
Durante el conflicto, hubo numerosos casos de detenciones arbitrarias y represión policial. Se denunció el uso excesivo de la fuerza por parte de las autoridades y la participación de grupos paramilitares en ataques contra manifestantes.
El 14 de junio de 2006, durante un operativo policial para desalojar el plantón del Zócalo de Oaxaca, se produjeron enfrentamientos entre manifestantes y las fuerzas de seguridad. En el enfrentamiento, resultó herido de muerte el periodista estadounidense Bradley Roland Will, quien cubría los sucesos en Oaxaca.
Will recibió varios disparos mientras filmaba los enfrentamientos entre manifestantes y grupos paramilitares, fallando poco después. El caso de la muerte de Bradley Roland Will tuvo amplia atención tanto en México como a nivel internacional. Se llevaron a cabo investigaciones para esclarecer los hechos y determinar las responsabilidades.
Tres años después, en 2009, Juan Manuel Martínez Moreno y Octavio Pérez Pérez fueron detenidos y acusados del asesinato de Bradley Roland Will. Sin embargo, el caso fue controvertido y no se pudo esclarecer la responsabilidad de los detenidos y la participación de otras personas en el crimen.
En el año 2005 también se llevaron a cabo movilizaciones estudiantiles en la Universidad Nacional Autónoma de México (UNAM), donde los estudiantes realizaron protestas y tomaron instalaciones para exigir una mayor transparencia administrativa y una democratización de la universidad.
También se protestó contra el aumento del precio de las tortillas en enero de 2005, con manifestaciones y bloqueos de calles en varias ciudades del país en respuesta al aumento del precio de este alimento básico. Las personas reclamaron las políticas económicas y la falta de medidas para controlar la inflación, que afectaba directamente a la población más vulnerable.
Dentro de la administración de Vicente Fox se llevó a cabo muchas otras protestas, de las cuales el exmandatario nunca se hizo responsable, lavándose las manos siempre que ha podido y haciendo caso omiso cada vez que se le recuerdan. Sin embargo, debemos tenerlas presentes a la hora de recordar quién es Vicente Fox y hasta dónde llega su autoridad moral cada vez que busca interferir en la política nacional.