Las redes sociales se han convertido en el campo de batalla entre los intereses y las conciencias. El lugar donde cada uno de nosotros ponemos sobre la mesa del ciberespacio nuestros pensamientos, valores y arengas. Donde se enfrentan la búsqueda de los beneficios de unos cuantos, contra la fuerza aplastante de los que buscamos el bienestar común.
En este espacio hay quienes nos califican como chairos, aquellos de codos negros, los mugrosos, los nacos, la gatada, esos que demostraron en las urnas que ahora somos un país con más conciencia, que no está dispuesto a permitir que el futuro de una nación se quede en manos de unos cuántos que se sienten privilegiados, pero que en realidad son inconscientes y voraces.
Los chairos hemos adoptado con orgullo el título con el que nos han bautizado con la intención de denostarnos.
Hoy chairo es sinónimo de lucha, de congruencia, de solidaridad. Los chairos ganamos esa primer batalla en el 2018 legitimando nuestro voto, festejamos el triunfo de la esperanza en el zócalo ese maravilloso primero de septiembre. Gritamos desde lo más profundo de nuestro espíritu, con orgullo y con respeto ¡Viva México! aquel primer 15 de septiembre de nuestra independencia.
A los chairos nos gusta estar informados de los avances de la 4ª Transformación, por eso vemos las mañaneras, así sabemos que tenemos un presidente que encabeza con honradez y austeridad un gobierno para todos.
La oposición trata de engañarnos cotidianamente, gritan con desesperación que ellos la clase media, está desapareciendo, cuando en realidad no tienen idea de lo que es la clase media.
Para su información, de acuerdo con la metodología establecida por la Organización para la Cooperación y el Desarrollo Económico, la clase media se define con base en el ingreso nacional per cápita, el número de habitantes y el número de dependientes por hogar.
Por lo tanto en México, teniendo el lugar 66 en ingresos per cápita de entre 196 países del mundo, la clase media son las personas que ganan entre 6,500 y 20,000 pesos al mes, con cuatro miembros de la familia en un hogar. Esto equivale prácticamente al 42% de la población en México. Los que ganan menos de esta cantidad son el 39% de la población, los que ganan más son el 19%.
Es decir que como conclusión, la mayoría de los mexicanos, pertenecemos a la clase media. Cualquiera pensaría que si crece la economía, aumenta el número de personas de clase media, pero nuestra historia reciente nos demuestra que esto no es así, porque la mayor parte del ingreso solo se reparte entre el 1% de la población, los verdaderamente ricos, que son dueños de la misma cantidad de bienes que acumula toda la población restante.
Lo que no toman en cuenta, es que por medio de los apoyos sociales, el gobierno de México, está buscando que esta brecha de desigualdad sea cada vez menor y al beneficiar a los que menos tienen por medio del gasto que realizan, nos beneficiemos todos los demás.
Por todo lo anterior, que te digan chairo no tiene nada que ver con tu nivel socio económico, sino con tu nivel de conciencia orientado hacia el bien común.
El pasado 6 de junio de nuevo los chairos demostramos la fuerza de nuestras convicciones; le dimos un fuerte impulso a la 4ª Transformación para que se profundice y se consolide en los estados.
Nuestra responsabilidad no ha terminado, debemos seguir trabajando juntos por el bien de México.
La reflexión final es: Cuando alguien tiene leche para dársela a su gato y a otros les falta para alimentar a sus hijos, el Estado tiene que regular la Economía.