“Todos somos Loret de Mola”, se convirtió en el grito de la clase conservadora hace unas cuantas semanas.
La investigación preparada por la gente de Claudio X González, en “Mexicanos a Favor de la Corrupción”, había corrido rápidamente en todos los medios de comunicación, controlados por los grupos conservadores. Se trataba de involucrar al hijo mayor del presidente López Obrador, en un asunto relacionado con un posible conflicto de intereses.
Era la “bomba” preparada por la clase reaccionaria, para destruir la imagen de honestidad del presidente. Uno de sus hijos recibía favores de un proveedor de PEMEX, a cambio de la renta de una casa en Estados Unidos, por espacio de un año.
Sin prueba alguna y solo basándose en suposiciones, Carlos Loret de Mola y Carmen Aristegui, se encargaron de posicionar la supuesta investigación, como tema de interés nacional.
La defensa que hizo el presidente de su familia, se interpretó como un ataque directo a la libertad de prensa y también como una agresión hacia Loret de Mola, a quien el presidente calificó de mentiroso y corrupto.
Es ahí donde nace la consigna “Todos Somos Loret”
Sin embargo, al paso de los días, la noticia escandalosa va perdiendo fuerza y termina por ser desenmascarada por los desmentidos que presentan los involucrados en el reportaje. Incluso el reportero que firma la investigación, termina por declarar que él jamás habló de delito alguno y que fueron los periodistas que difundieron el asunto, quienes dieron la calidad de conflicto de intereses, a un asunto que en realidad no tiene las características propias de ese tipo de delitos.
Se habló de la “La Casa Gris”, haciendo referencia a “La Casa Blanca” de Peña Nieto.
Hoy anda perdida en redes sociales una etiqueta numerada que hace referencia al hijo del presidente López Obrador. Es el único vestigio del fallido intento opositor, preparado por la gente de Claudio X González.
La prensa reaccionaria ya no se ocupa del tema. Saben que el montaje no prosperó y que en lugar de haber conseguido debilitar al presidente, dejó en evidencia la falta de escrúpulos de una prensa corrupta, que se prestó al golpeteo político, haciendo uso de una noticia falsa.
El respaldo social hacia el presidente, se mantuvo firme a pesar de la intensa campaña en medios, que buscaba restarle apoyo ciudadano.
Loret de Mola y Carmen Aristegui, resintieron el rechazo social hacia sus personas y hacia sus espacios informativos. Perdieron audiencia visiblemente. Por mentir.
El asunto de “La Casa Gris” hubiera quedado hasta ahí, si no fuera por las constantes referencias al tema que ha hecho Loret Mola, ya totalmente en solitario.
Es el único que aún defiende esa causa perdida.
El presidente López Obrador solo ha pedido que transparente sus ingresos y propiedades, pues es ilógico suponer que un periodista, por muy capacitado que esté para preparar montajes periodísticos, gane arriba de 35 millones de pesos anualmente.
Y es aquí donde entramos en el tema de hoy.
Una investigación profesional del medio informativo Contralínea, pone al descubierto que a la familia Loret de Mola, se le han encontrado hasta el día de hoy, TRECE DEPARTAMENTOS en la Ciudad de México, con un valor total de CIEN MILLONES DE PESOS.
Los datos relativos a la propiedad de cada uno de estos espacios, fueron corroborados ante el Registro Público de la Propiedad de la Ciudad de México.
Trece departamentos solo en la capital del país. Aparte está el otro departamento en Miami, pagado por Loret de contado, en el año 2010.
El patrimonio de la familia Loret es enorme y eso que solo conocemos la pequeña parte que está saliendo a la luz a cuenta gotas.
Al margen de esta investigación, sale a la luz pública que la plataforma informativa Latinus, recibió dinero de gobiernos estatales opositores, principalmente, del que gobernó hasta hace poco Silvano Aureoles, en el Estado de Michoacán.
La administración entrante, está revisando en este momento posibles desviaciones presupuestales, que fueron canalizadas al respaldo económico del portal Latinus, donde trabajan Loret de Mola y Brozo.
Se calcula el posible quebranto en Salud, en quince millones de dólares aproximadamente. Silvano Aureoles se encuentra fuera del país, sabiendo que esta auditoria a su gestión, puede conducirlo a la cárcel, si es comprobado el desvío de recursos y la afectación a la salud de los michoacanos.
La única imagen deteriorada a últimas fechas, es la de los periodistas que asumen conductas profesionales similares a las que acostumbra Loret de Mola. Los que lo acompañaron en su mentira.
“Entraron por lana y salieron trasquilados”
Nancy Flores, una de las periodistas de Contralínea que asiste regularmente a la conferencia mañanera, citó hoy una frase del reconocido reportero y escritor polaco Ryszard Kapuściński. “El periodista nunca puede ser persona rica. Cuando hay riqueza, necesariamente hay corrupción en ese periodista”.
Desafortunadamente en el México actual, los periodistas millonarios se cuentan por decenas y son quienes tienen a su cargo la difusión masiva de la información diaria, dentro de los espacios noticiosos más representativos y de mayor alcance.
Periodistas ricos, como López Dóriga, Loret de Mola, Riva Palacio, Carmen Aristegui y tantos otros, sostienen hasta la fecha que su patrimonio es fruto del trabajo de toda una vida.
Y quizá en algunos casos esto pueda ser verdad. Pero se trataría entonces de los casos de excepción.
La conducta y riqueza inexplicable de Carlos Loret de Mola, quien no tiene una carrera de años dentro del periodismo, dada su edad, ejemplifica el grado de corrupción que alcanza a muchas figuras emblemáticas de la prensa.
Latinus es un proyecto nuevo. Ahí la inversión va dirigida exclusivamente a la permanencia de Loret de Mola y Brozo en la plataforma.
Y ya se tiene noticia de que esos recursos llegaron en el pasado y llegan en el presente, de contratos poco claros, en los que intervienen distribuidoras de medicamentos propiedad de políticos conservadores y los dueños de Latinus, que son nada menos que miembros de la familia de Roberto Madrazo.
El lema “Todos Somos Loret” es cierto.
Hay cantidad de corruptos idénticos a Carlos Loret.
Periodistas ricos, con ética escasa, o nula.
Ojalá alguno de ellos, se animara a hacer un reportaje profesional, relacionado con los 13 departamentos de la familia Loret en la Ciudad de México. Igual a como lo hicieron con el hijo del presidente. Pero esta vez con datos reales.
Aunque no sería necesario. Medios como Contralía y otros espacios alternativos, se ocupan de realizar con profesionalismo, el trabajo que dejaron de hacer desde hace mucho tiempo, los desinformadores que optaron por la riqueza, abandonando la ética y la responsabilidad, antes de entrar a la oficina.
“Tiempo de zopilotes y canallas” que estamos dejando atrás, poco a poco.
Malthus Gamba