Las playas de México: la frontera con la dignidad
“No te atrevas a hablar de las playas”, “está prohibido que toques ese tema, los hoteleros se van a enojar muchísimo, simplemente no puedes”.
“La política del pillaje, del saqueo publico, se acabó” “la política turística de México consistirá en borrar las barreras que separan los paraísos turísticos de los infiernos de marginación”.
¿A quién hacerle caso? A los intereses de unos cuantos, por más inversión que generen o a quienes me dieron el privilegio de servile a México. No hay duda, las palabras del Presidente Lopez Obrador, no son más de lo mismo. Solamente así uno puede dejar todo, para servirle a la patria.
Después de 3 décadas de saqueo en las que cientos de playas en México fueron privatizadas, los diputados en su mayoría de Morena, aprobaron un dictamen en lo general que busca garantizar que los mexicanos tenga un libre acceso y tránsito a las playas de nuestro país.
El planteamiento legal, señala que aquellos propietarios y concesionarios que no respeten la ley, o que impidan el acceso a la población serán sancionados con una multa de entre 3 mil y 12 mil veces la Unidad de Medida y actualización.
Algo trascendental, también, es que en los casos en que los terrenos localizados en las Zonas Federales marítimo terrestre (ZOFEMAT) que no cuenten con paso a la ciudadanía se deberán adecuar las medidas para el acceso al publico, so pena, de revocación de la concesión.
Las playas de México, no son una mercancía que formen parte del mundo del comercio. Muchos de los grandes inversionistas se confundieron. Pensaron que los bienes de México estaban en subasta. No solo fue el petróleo, el agua, la seguridad social o las telecomunicaciones. También se trato de borrar por completo la idea de inclusión social. El colonialismo y al apartheid no fueron ajenos a una realidad en la que de los 11,000 kilómetros de litorales se privatizaron mas del 32%.
Los muros de concreto y hormigón; las vallas de seguridad en las playas se edifican mientras los mexicanos luchamos en el mundo contra un muro que divide a dos naciones. No se puede rechazar la xenofobia con clasismo. La incongruencia es una de las enfermedades graves de la política.
El letrero de “propiedad privada” arrebata los sueños de pescadores, familias enteras de comuneros que siendo población local, parecen ya forasteros e indeseables para la contaminación visual de una idea del turismo de élite, sin pensar en una posibilidad de interpelar a la dignidad humana, entendiendo que el mejor escudo del turismo, para su promoción es la inclusión.
Nunca pensaron en las cooperativas turísticas, nunca pensaron en los parques públicos de playa; era águila o sol, todo o nada. Estoy seguro que la visión de nuestro presidente Andrés Manuel Lopez Obrador no permitirá mas simulación, aunque a algunos no les guste mucho la idea.
La verdadera política turística de México, no debe permitir que los mexicanos seamos simples espectadores en medio del dilema o inversión o inclusión.
No, así no se juega, el punto medio y la posibilidad de una nueva forma de turismo incluyente es parte de la cuarta transformación de México.
Simon Levy