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Durante los próximos días, van a verificarse eventos que tienen que ver con el intenso combate que se libra entre derecha e izquierda, desde la llegada de López Obrador a la presidencia.
Hablamos de una derecha política débil, desmejorada y sin fuerza, pero que cuenta con todo el apoyo y recursos económicos, para enfrentar, en la forma que sea, a las bases de apoyo de la Cuarta Transformación.
Un personaje que escribe novelas medianeras, que tienen como fondo pasajes de la historia nacional, en las que él mismo se otorga licencias literarias, para llenar vacíos informativos, con lo que denomina “periodismo de ficción”, está convocando a una manifestación nacional, el próximo cinco de mayo, en protesta a las políticas públicas del presidente López Obrador. Se trata de una marcha fifí, que seguramente no correrá con mejor suerte, que las otras realizadas en el pasado reciente.
La derecha mexicana no tiene poder de convocatoria en este momento.
Por otra parte, ante los embates de la red social Twitter, en contra de los usuarios que apoyan el proyecto nacional de Transformación, se darán dos eventos en los siguientes días, para dar constancia de la inconformidad de quienes participan en esa red, por la suspensión de cuentas de izquierda, que en realidad no incumplen con las reglas establecidas por Twitter.
Una de estas acciones, propone dejar de tuitear por espacio de una hora, el día de hoy, de cinco a seis de la tarde. Otra más, solicita apoyo de todas las cuentas de izquierda, para dejar de tuitear todo el día cinco de este mes.
La primera iniciativa de la gente de izquierda parece fácil y no implica mayor dificultad. Es interesante una propuesta de este tipo, pues por primera vez, se hace uso de métodos no convencionales para hacer frente común a los administradores de la plataforma en México. No es la respuesta clásica de posicionar una etiqueta cuestionando las decisiones de Twitter. Eso se ha hecho y sin ningún resultado en las peticiones de reactivación de cuentas suspendidas.
Esta propuesta va un paso más adelante y es la primera de este tipo.
Pueden nacer de ahí formas diferentes de encarar a una administración invisible, anónima y con poder absoluto que, al parecer, se quita hoy la máscara, en defensa de los intereses de quienes controlan el dinero en nuestro país.
Recordemos que las únicas cuentas suspendidas en los últimos días, son de usuarios que apoyan abiertamente a la Cuarta Transformación.
Sería bueno que los usuarios que tienen una inclinación de izquierda, apoyaran durante una hora, una estrategia que puede dar dividendos, o señalar otras vías de protesta.
Respecto a la idea de no tuitear el día cinco de mayo, se puede apreciar que hay resistencia por parte de muchos “chairos”, debido a que está programada en la misma fecha en que la marcha fifí se verificará. Es dejarles el campo libre, señalan algunos.
Esa marcha está condenada al fracaso. Los niveles de participación no se incrementan de la noche a la mañana y menos si el gobierno de López Obrador está dando resultados positivos día a día.
Si las anteriores marchas de la derecha fueron un fracaso, ésta no tiene argumentos nuevos para aspirar a un final feliz.
Con todo, ambas propuestas son sanas. Algo debe hacerse para contrarrestar la ofensiva en redes sociales.
Sobre esto, quiero decir lo siguiente.
En la conferencia mañanera de hoy, Andrés Manuel señaló que no es conveniente abandonar las redes sociales. El ataque a las mismas por parte de la derecha, se debe a que esas redes son, como lo han señalado muchos analistas, la primera línea de defensa y combate del presidente.
Si los conservadores se enfocan en este momento en ellas, es precisamente porque saben que esa poderosa línea de ciudadanos que apoyan con todo el cambio de régimen, no los va a dejar pasar, por más intentos que hagan.
Aquí sí aplica la consigna republicana de “no pasarán”.
Su estrategia actual, es el ataque en redes. Sobre todo, en Twitter. Pero no es una idea muy brillante. Puede ser contrarrestada con facilidad, si se toma conciencia del papel histórico que está jugando en este momento la gente de izquierda
Lo más que puede hacer la administración de Twitter es cancelar cuentas. Es todo.
¿Saben cuál es el talón de Aquiles, que tienen los usuarios de izquierda en esa estrategia? El amor al número de seguidores. No todos, pero sí le preocupa este detalle a buena parte de los “chairos” que participan en Twitter.
Las cuentas pueden caer, pero las personas no sufren daño alguno. Levantar nuevas cuentas ha sido un trabajo que muchos usuarios en Twitter realizan de manera cotidiana. Tiran una cuenta y otra inicia de cero, pero con el apoyo total de la comunidad de izquierda. Esto lo han vivido varios de los más combativos participantes en el proyecto del cambio.
En la medida en que no se de tanta importancia al número de seguidores, se estará desarmando a Twitter en forma rápida y efectiva.
Tumban una cuenta y de inmediato llega un usuario nuevo a cubrir el espacio. El apoyo de todos le da amplia cobertura al que llega.
Me parece que todas las ideas que se propongan ante el acoso de los administradores de esta red, son válidas. Hay que apoyar estas propuestas en la medida de lo posible.
Finalizo diciendo que los verdaderos seguidores que tenemos, son en realidad las personas a las que tratamos a diario. Para ellas y para nosotros mismos trabajamos en la construcción de la Cuarta Transformación. Por ellos hacemos ese esfuerzo permanente, dedicando tiempo y esfuerzo al movimiento del cambio. Nuestros amigos en las redes son importantes, pero no están encerrados al interior de nuestra cuenta. Los podemos contactar cuando queramos desde cualquier otra posición. La cuenta y el número de seguidores no son lo realmente importante.
El proyecto de López Obrador y Morena, para la Cuarta Transformación, sí lo es.
Malthus Gamba