La prensa fifí no entiende; el tiempo de manipular la información, ya pasó
Hoy aparecen en la prensa nacional, dos notas sobre las cuales sería conveniente hacer algunas reflexiones.
En el Financiero, al igual que en su portal digital, Raymundo Riva Palacio publica un artículo de opinión, en el que toca el tema de la seguridad en nuestro país. No es un secreto el hecho de que este periodista, muy de la vieja guardia, es partidario de la mano dura contra el crimen organizado.
Para él, tiempos como los de Calderón y Peña Nieto, fueron mejores en este rubro. Riva Palacio es partidario del Plan Mérida, mediante el cual, el gobierno norteamericano, vendió al nuestro, una cantidad impresionante de armamento, que poco sirvió para frenar a la delincuencia.
Pero, en fin, en gustos se rompen géneros.
La retención de efectivos del ejército, por parte de habitantes del municipio de La Huacana en Michoacán, le pareció un acto de agravio intolerable a las instituciones nacionales. El periodista pretende que se dé una respuesta contundente, por parte de las fuerzas armadas, cuando se presenten situaciones como la señalada.
Culpa al presidente de irresponsabilidad e incompetencia. Dice que el proyecto de Combate a la Delincuencia, con énfasis especial en atacar las causas de la criminalidad, es a largo plazo y que en lo que corresponde a pacificar al país, integrando a los jóvenes delincuentes a la sociedad, es utopía.
En su opinión, López Obrador no debió haber comido barbacoa, mientras sucedían los hechos que narra. Según él, es una especie de falta de sensibilidad y responsabilidad, ingerir cualquier alimento durante esos episodios, aunque el presidente no esté enterado aún de los mismos. O quizá solo esté prohibida la barbacoa. Habría que preguntarle.
La cuestión aquí, tiene que ver con la conducta que adoptaron los elementos del ejército. En ningún momento respondieron con violencia, a las agresiones de que fueron objeto. Mantuvieron la calma, para no violar los derechos humanos de quienes actuaban de manera irresponsable y delictiva.
¿Cuál fue el resultado? Que afortunadamente, no tenemos muertos que lamentar.
La sociedad mexicana, ha estado preocupada desde hace tiempo, por la falta de regulación en el actuar de las fuerzas armadas. Se ha quejado, con razón, de la forma fácil con que el Ejército y la Marina, hacen uso de la fuerza letal en sus operativos contra la delincuencia.
“Víctimas colaterales”, las tuvimos en el pasado, por montones.
Y hoy, que un destacamento militar, da las primeras señales de actuar con estricto apego a los derechos humanos, no falta el comentócrata conservador que señala este hecho, como una deficiencia y no como el avance esperado, en la limitación de la fuerza, por parte de las corporaciones castrenses.
Los soldados retenidos, enseñaron que las instrucciones que reciben de sus mandos, son otras. Ya no es llegar con las armas en la mano, disparando a todo lo que se mueva.
Y eso es sano para la sociedad. No queremos más muertes a fuego cruzado.
Lo de que el presidente comía mientras esto estaba sucediendo, resulta ridículo y únicamente mueve a risa. Tendrá que pedir López Obrador en adelante, un parte de novedades, antes de consultar la carta, o el menú.
La otra opinión del día de hoy, también en El Financiero, pertenece a Risco.
Ahí, el periodista se manifiesta como siempre, en favor de la cancelación de cualquier proyecto propuesto por el gobierno de la Cuarta Transformación y se refiere en específico, a la construcción del Tren Maya.
El catálogo de inconvenientes ambientales que se han usado como argumentos para intentar impedir la obra, lo conocemos. También sabemos, que existe el compromiso de López Obrador de no afectar de ningún modo, las zonas y ecosistemas que se ubican en la proximidad del proyecto. Ni un solo árbol talado, ni tampoco especies puestas en peligro.
Lo interesante aquí, es que Risco apela al nombramiento del nuevo titular de la cartera de medio ambiente y recursos naturales, Víctor Manuel Toledo, para que se impida la construcción de este tren.
Toledo conoce bastante bien la materia que le corresponde regular y reorientar, pues el neoliberalismo no hizo mucho, respecto a la conservación del medio ambiente. Risco asume, por lo mismo, que un proyecto al que los neoliberales le encuentran un sin número de inconvenientes, tal y como lo hicieron con el aeropuerto en Santa Lucía y la refinería en Dos Bocas, no puede ser aceptado por un ambientalista como el nuevo secretario.
Risco lo llama a ser “contrapeso” dentro del proyecto de nación que construye López Obrador. Y ahí precisamente está lo ridículo en esta opinión.
¿A quién se le ocurre que un secretario nombrado por el presidente, puede constituirse en contrapeso? La gente del gabinete, es el personal de confianza del titular del ejecutivo. Está ahí para impulsar el proyecto de nación, definido por quien ocupa la presidencia.
Son su personal de confianza y están para cumplir con una encomienda específica.
El proyecto de Tren Maya, está en su fase de inició. La responsabilidad de Toledo o de cualquier otro que se encuentre a cargo, es cumplir con los ordenamientos ambientales, para que dicho tren resulte viable. Trabajar para que no haya afectaciones indeseables, al momento de que entre en operación. Señalar deficiencias para que se corrijan.
Recordemos que la mitad de la ruta que recorrerá este tren, ya cuenta con la vía férrea necesaria. El resto del trayecto, se hará, en buena medida, sobre terrenos pertenecientes a la Comisión Federal de Electricidad.
Hay mucho que tratar con las comunidades establecidas en esa zona. Mucho que detallar y adecuar. Y esa es la tarea de los secretarios de Estado involucrados. Encontrar soluciones para facilitar el proyecto.
Risco piensa que Toledo puede ser utilizado como cuña, que detenga la propuesta del ejecutivo sobre el Tren Maya. Eso es risible. Es entender que el presidente eligió a un quintacolumnista dentro de su equipo principal.
La prensa fifí no acepta que el tiempo en que podía manipular la opinión pública y a algunos personajes de la política, ya pasó. Sus opiniones parten muchas veces del absurdo y la gente lo nota al momento.
¿Quieren tener credibilidad nuevamente? Dejen de impulsar noticias falsas. No pretendan engañar a sus audiencias con argumentos infantiles. Den prioridad a la verdad.
Y, sobre todo, entiendan y acostúmbrense a que los tiempos del neoliberalismo, donde toda falsedad era permitida y aplaudida, se fueron, para no volver en muchos años. O quizá, si instrumentamos bien la Cuarta Transformación, para no volver jamás.
Malthus Gamba