Por Laura Cevallos
@cevalloslaura
Desde mediados del 2022 a petición de los reporteros la insistente pregunta de quién iba a ser el postulado por el Presidente para sucederlo en la presidencia para 2024, empezó a trazarse una grieta de separación entre la gente que compone las distintas facciones del partido morena.
Esta insidia que surgió indudablemente desde la derecha no tenía otra misión que verificar la resistencia del propio movimiento y encontrar la fisura para reventar la unidad que a golpe de luchas se ha ido construyendo pero, que al final de cuentas, es endeble por naturaleza. ¿Y a qué naturaleza me refiero? a ésa que a personajes como Gibrán y otros iguales les da el derecho de pensar que su presencia ya es piedra fundacional para un movimiento que nació sin él y a pesar de otros como él.
Los ataques de afuera eran esperables; no podríamos concebir que la oposición, hoy compuesta de retazos de lo que alguna vez fue un dinosaurio y los monaguillos que le asistían podía ser honesta en sus modos. Lógico, que fueran a buscar los típicos muertos debajo de la cama para provocar el consabido miedo con el que siempre han gobernado, pidiéndole a la gente que vuelvan a creer en los fantasmas que construyeron para descarrilar a este gobierno que responde directamente a petición del pueblo. Así que encontramos que, contra Marcelo Ebrard y contra Claudia Sheinbaum utilizaron los hechos que los relacionaran a las gestiones del metro en sus periodos de jefes de gobierno de la Ciudad de México, pero ¡qué bien se encargaron de excluir al que estuvo en el medio de ambos periodos y que al final de cuentas puede llegar a ser responsable en una investigación bien realizada!, pero como paradójicamente es el único senador que tiene la bancada del PRD en la Cámara Alta, pues no se atreven a aplicar mayor disciplina en el tema.
Lo que también era de esperar eran los ataques de los propios legisladores que aprovecharían la tribuna para destruir la reputación o caldear el ánimo de los compañeros del movimiento, insultando como vimos a Lilly, cuando se burló y denigró al compañero Noroña por su físico, por su origen o su lo-que-sea; pero bien poco han dicho de los buenos oficios de Marcelo en el tema de adquisición y reparto de las vacunas en la reciente pandemia, o de la calidad de Claudia como jefa de gobierno de la ciudad más convulsa del país donde debe lidiar, además, con alcaldes en contra y con sindicatos que boicotean la conducción de una de las venas de tránsito más importantes del país; tampoco han dado cuenta de la gran labor de tribuno que Fernández Noroña ha desarrollado en estas 2 legislaturas y, en cambio, sí se acuerdan de incluir en los insultos al secretario de gobernación, acusándolo de dar línea para que se destruya al “instituto de la democracia del país”.
Lo que desde mi óptica, era impensable, es el “fuego amigo”. Ese ataque incesante que surge de las entrañas del mismo movimiento de esas facciones que no tienen más misión que destruir el paso del otro cuando sienten que su propio andar empieza a encontrar sus límites. Es decir, lejos de creer que los fans de algunos de los suspirantes apoyarán al otro cuando esta carrera por volverse a candidatos termine, será como un festín donde se arrancarán a jirones lo que les queda de dignidad, escupiendo insultos y desconociendo resultados de las encuestas que son, por decisión del fundador del partido y autor de los estatutos, el único método reconocido para selección de candidatos a los puestos de elección popular.
Hoy, este fuego amigo ha ido volviéndose cada vez más destructivo. Ya lo he platicado en otras ocasiones pero parece que hay mucha gente que no tiene ganas de escuchar si no se trata de palabras que le acaricien el ego a quienes las profieren, y se contentan con insultar a quienes hemos decidido tener una postura neutra en tanto se define el tiempo electoral legal para llevar a cabo esta encuesta de selección de candidatos, sino que exigen que de manera personal y como medio de comunicación hagamos el trabajo de difusión de las obras de una o de otro, pero más que solo el tema informativo, con el ánimo de destruir la carrera dentro del propio movimiento de el o la aspirante en cuestión.
Me han exigido que señale una postura como si fuera una declaración para probar mi adherencia al pensamiento obradorista. Me han obligado a decir que, como soy mujer, mi postura debe de ser la de apoyar a Claudia Sheinbaum y tirarle todas las piedras a los demás candidatos; otros que sea abiertamente apoyadora del canciller, pero abundando en el origen racial de Claudia; los que son adanistas son un poquito menos recalcitrantes, pero eso sí: todos los anteriores son abiertamente anti-noroñistas; y los que son pro-Noroña son rechazados de todos los chats.
Lo que sí parece una constante es el repudio que le tienen al autodenominado candidato Monreal (quien desde el día uno ha dicho que desconocerá los resultados de las encuestas); que paradójicamente, cuenta con buenas referencias en el senado y pocos ataques de parte de la oposición, si no es que más bien lo han visto con buenos ojos (aunque no tanto cuando se le ocurrió la fabulosa idea de jugar a 2 bandas y por andar de indefinido, el grupo del señor tache lo rechazó definitivamente).
Hoy, las benditas redes sociales han sido cada vez más poderosas en cuestión de comunicación y han permitido medir la temperatura popular que cada vez alcanza reconocimiento veraz para quienes se encargan de las políticas de este país. Y tienen razón, porque aunque se requiere más territorio que escritorio, cierto es que a través de la voz de quienes escriben en el momento que van en el camión o mandan un mensaje en Twitter o Facebook se puede hacer una medición de los sentires reales de la gente ante un hecho determinado.
A lo largo de estos meses me ha tocado ver cualquier cantidad de encuestas que a un estudioso del tema le haría arrancarse los pelos porque, es probable que todas sigan más o menos el mismo método pero los resultados que arrojan son tan dispares que en términos generales no hay nada para nadie. Hay encuestas en donde Sheinbaum arrasa con más del 40% sobre sus competidores y otras en que está apenas en cuarto lugar de preferencia, y los números se repiten con todos los demás candidatos del movimiento. El único que es constante yendo siempre en el último lugar es Monreal, pero de ahí, he visto algunas en las que más de cincuenta mil personas ponen a Noroña en primer lugar, o Adán Augusto, o a Marcelo. En conclusión, el resultado es que nadie tiene nada seguro porque no es el momento para creerse que ya son el o la elegida por los militantes y simpatizantes de la 4 t.
Y este sentimiento de golpeteo interno, profundamente innecesario, ha provocado que el tema de esta reunión plenaria del grupo parlamentario de morena, realizado el 30 el enero de 2023, tuviera como eje rector la operación cicatriz; el llamado a la unidad, los discursos en que el secretario de gobernación, la jefa de gobierno, y el compañero Noroña, así como del propio Ignacio Mier fueran dirigidos todos a explicar que no es el tiempo de pelear dentro del movimiento por tener la certeza de que alguien es ya el candidato de facto. Estos discursos son para pedirle a la gente que modere sus ambiciones personales de que el candidato “X” o el candidato “Y” lleguen a tener un lugar en la contienda para suceder al Presidente.
No es un secreto que en este momento quienes hacen el trabajo sucio y ridículo de escribir hashtags, de mandar apoyos e insultos en los chats, es por la búsqueda de un espacio laboral (mejor conocido como hueso), cuando esa persona la que tanto apoyan tenga un lugar de poder y puedan asimismo colarse en alguna secretaría o candidatura o cualquiera de estas chácharas que va dejando en el arrastre el candidato que va a la presidencia de la República.
Nada hay más penoso que ver cómo se pelean hasta desbaratarse por escribir en los chats de la transmisión de la manera que fulano o zutano es la maravilla y que mengano o perengana es una porquería. En todo momento lo he dicho: la lucha está hacia afuera, hacia estos grupos sucesivos que se han formado con el apoyo monetario de Claudio X González y en los que está presente la única misión que han tenido desde el momento en que perdieron el favor del pueblo: regresar por lo que se les quedó en el cajón.
Se dan cuenta que México es una tierra de una abundancia impresionante y que a pesar de los enormes saqueos que ejecutaron por años aún tiene una última gallina de huevos de oro y que nos permitirá emprender la soberanía energética y alimentaria que este país requiere para convertirse en la potencia que merece ser, por la posición geográfica y por contar con las riquezas que tenemos.
Urge hacer un cambio de rumbo, según dicen los nuevos-nuevos-nuevos opositores… quesque la violencia, la inequidad, la injusticia… como si ellos alguna vez se hubieran preocupado legítimamente por estos temas y los hubieran intentado desterrar, pero ellos son quienes ahondaron las desigualdades. No lo olvidamos. Pero los pleitos les abrirán la puerta y no puede ser.
En esta reunión plenaria se dijeron cosas muy importantes que espero que todos los feroces combatientes en redes entiendan que no deben enfocarse a golpear al compañero de lucha. Claudia Sheinbaum claramente señaló que lo único que tenemos que tener, es unidad y después unidad y al final unidad; unidad no significa pensamiento recortado por un molde de galletas, no significa que todos tenemos que creer en lo mismo de forma idéntica. Significa que tenemos un movimiento que está apenas cimentándose y requiere mucho trabajo de parte de nosotros, los militantes, simpatizantes y votantes que estamos dispuestos a seguir trabajando por esta propuesta de política nacional. Unidad significa que la contienda interna no se decante por la cantidad de insultos que un grupo es capaz de resistir del grupo de enfrente: significa que las virtudes del candidato A, o la candidata B, puedan alcanzar para que la presidencia de 2024 a 2030 no sea la última de este maravilloso movimiento del pueblo consciente e informado.
Adán Augusto dijo que tenemos que esperar a que sea el momento de elegir, o caemos en la ilegalidad y, oigan, creo que el INE no necesita más oportunidad de golpear al movimiento, ¿o no? Incluso el Tribunal ha logrado sembrar la semilla de la duda de que el AMLITO es el enemigo a vencer y fueron capaces de castigar a la pobre caricatura del Monero Hernández para salir a buscar el voto (jajaja).
Esta unidad es un llamado de atención para quienes se atreven a criticar a los candidatos por su origen encumbrado o humilde, por su tono de voz pausado o rápido, por su modo de viajar o por los cargos que ha desempeñado en su vida política, es una advertencia para que dejemos de pelear por las grandes y ridículas etiquetas con las que unos pretenden subir la popularidad de “le candidate” que suponen, representará un trabajo opuesto en el futuro.
No hay que equivocarnos, compañeros. La unidad implica aceptar que tenemos tan buenos aspirantes que tendremos de dónde elegir a quien tenga las mejores credenciales y eventualmente, quien presente un plan de gobierno que, además de dar continuidad, mejore y amplíe lo que este gobierno de Andrés Manuel López Obrador ha llevado a cabo como plan nacional de desarrollo.
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