Por Miguel Ángel Lizama
@Migueliz8
El desquiciamiento que sufre la “oposición (electoral y) moralmente derrotada” la lleva a desfiguros descomunales para intentar menoscabar la popularidad nacional e internacional del PRESIDENTE ANDRÉS MANUEL LÓPEZ OBRADOR y, con ello, sacarlo de la Presidencia cuanto antes mejor. Se están secando sus financiamientos y eso los trastorna.
La carencia de “moches” les ha fundido neuronas y averiado seriamente las sinapsis que les quedan, por lo que se han puesto a cambacear por todos lados, tocando puertas a ver si alguien les hace caso y les presta atención y apoyo. Al primero que acudieron fue el Secretario General de la OEA, Luis Almagro, por su conocida propensión al ataque irreflexivo a gobernantes elegidos que él se niega a reconocer. Venezuela y Bolivia son los ejemplos más recientes y notorios (no hay que olvidar la expulsión de Cuba para “castigar” a Fidel Castro, que debe seguir riéndose en donde esté).
Ahora los opositores acudieron a la Embajada de Estados Unidos en México a ver si logran que el embajador los pueda reconocer como nuevos “Freedom Fighters” que combaten “la dictadura” obradorista y la 4T (DEMOCRÁTICAMENTE ELEGIDA POR MAYORÍA POPULAR), a fin de presionar a la Casa Blanca a darles apoyo y fondos.
Y aquí cabe un poco de memoria. Cuando Ronald Reagan, secundado por Margaret Tatcher en Inglaterra, se metió en la cruzada para imponer el Neoliberalismo “urbi et orbi”, tomó como afrenta personal la lucha sandinista contra el sanguinario dictador Anastasio Somoza (a quien expulsaron del poder por servil a la United Fruit, voraz monopolio bananero que depredó Nicaragua durante años), por lo que decidió apoyar con todo a paramilitares y mercenarios bautizados como Contra Nicaragüense, a quienes Reagan llamó “Freedom Fighters” (Luchadores por la Libertad), pasando por encima de su Congreso y leyes estadounidenses.
Estuvo Reagan tan obcecado en su trasnochado anticomunismo que asignó a uno de sus auxiliares militares en la Casa Blanca, el teniente coronel Oliver North, para coordinar el operativo conocido como “Escándalo Irán-Contra” a fin de darle armas y municiones a Irán (que tenía un embargo oficial de armamento), que pagaba con dinero para entregarse a la Contra Nicaragüense, en trueque por cocaína. Armas por droga, hasta en aviones fletados por la CIA. En esa operación estuvieron involucradas agencias estadounidenses como CIA, DEA y NSC, que el Congreso norteamericano llamó a cuentas, aunque sólo pagó los platos el coronel North, procesado, condenado y luego indultado por el sucesor de Reagan.
Así como hubo “Contra Nica” apoyada contra viento y marea por los republicanos estadounidenses, ahora pretende el NeoPAN ser financiado como CONTRA NACA, aunque su racismo seguramente los indignará al ser comparados con “nacos”.
A todas luces, la pretensión neopanista como CONTRA NACA no reconoce ética, realidad, ni legado histórico de los fundadores del partido donde dicen militar, sin importarles arrastrar por lodazales esa herencia política de ilustres pensadores y tribunos, sobre la que han construido latrocinios, narco-complicidades y abusos de todo tipo contra México, disfrazándose de “gente decente”, de misa y comunión todos los domingos.
A toda costa, el NeoPANazi quiere adquirir preponderancia entre los derrotados, a quienes llama a cerrar filas contra “el dictador” que les ha dado libertades hasta para denostarlo e injuriarlo, y por eso buscan alianzas hasta con el diablo, sin admitir que en honor a la verdad están luchando contra el mismo Pueblo de México, que recibe los beneficios auténticos de tan terrible “dictadura” que se entercan en combatir.
Ya en su momento, se les cobrará tanto exceso e hipocresías. Sólo hay que tener un poco de paciencia.