LA INNOMBRABLE Y SUS FASCISTAS
Felipe Calderón presume en redes sociales, una encuesta bastante ridícula de El Financiero, donde la diferencia entre Xóchitl Gálvez, la recién bautizada “Innombrable” por el presidente López Obrador y las tres “corcholatas” punteras de Morena, se reduce a ocho puntos. El genocida panista y cómplice de Genaro García Luna, asegura que en una semana más, veremos una empate técnico entre “Doña Gelatinas”, Claudia Sheinbaum, Marcelo Ebrard y Adán Augusto López.
Esa mentira no la compran ni los más furibundos defensores del neoliberalismo que aún conserven un poco de sentido común. Sin embargo, es la noticia que comienza a difundir el nado sincronizado, en todos los medios de manipulación controlados por el poder económico.
De igual forma, vemos como esa sincronía de periodistas, analistas y conductores, se ajusta con exactitud en la defensa del recién arrestado fiscal del estado de Morelos, al que defienden rabiosamente los conservadores grandes y pequeños. Hablan de desacato de las fiscalías de la Ciudad de México y General de la República, al no respetar el fuero concedido a ese fiscal, por parte de la muy corrupta Suprema Corte de (In)Justicia de la Nación.
Pero no señalan esos medios, que el amparo solo se otorgó como “escudo protector” al fiscal, contra delitos del fuero federal y la acusación que lo lleva a una celda, es del fuero común. Tampoco nos dicen que el gobierno norteamericano ya tiene puestos los ojos en ese fiscal, por su probable complicad con la delincuencia organizada y que mientras son peras o manzanas, los abogados del detenido le tramitaron un amparo para evitar su extradición.
Los magistrados del Tribunal Electoral, fabricaron una acusación en contra del presidente López Obrador, para poderlo acusar de violencia política de género en contra de “La Innombrable” Xóchitl Gálvez. Y para poder justificar la aberrante sanción que le imponen, no tuvieron empacho en mentir con total descaro, sobre lo que señaló el presidente en varias Conferencia Mañaneras. Cambiaron las palabras del presidente. Inventaron frases que nunca salieron de la boca de López Obrador. Dieron otro sentido a las expresiones usadas por el primer mandatario y fabricaron con todos esos elementos, nacidos de la perversidad particular de cada magistrado, un delito que jamás se cometió.
Hoy el presidente no se puede referir directa o indirectamente a Xóchitl Gálvez. Una severa censura se impone al primer mandatario, para que la verdadera personalidad de “La Innombrable” no se haga pública, ni tampoco el origen de la riqueza que ha podido acumular, a lo largo de su carrera político-empresarial.
Un juez administrativo brinda un fallo en favor de Xóchitl Gálvez también, en el que se determina que no puede ser nombrada en forma “maliciosa” por el presidente. Esto alcanza también a las cuentas que maneja Hacienda, el SAT y otras instancias de gobierno, en redes sociales. Ninguna información relativa a “La Innombrable”. El derecho a la información se atropella flagrantemente y si el presidente no atiende a lo que ordena el juez, puede caer en desacato, con las consecuencias políticas y penales que contempla esta falta.
Por último, vemos nuevamente como los medios de manipulación, los políticos y empresarios corruptos que forman parte de la oposición, se lanzan en contra de la Secretaria de Gobernación, Luisa María Alcalde, porque pone en evidencia las fallas del Tribunal Electoral y del juez que en “nado sincronizado”, censuran la voz del presidente y limitan la libertad de información. Todos hablan de Luisa María Alcalde, como de una mujer que ataca a otra mujer (“La Innombrable”), por instrucciones de “un hombre” (el presidente). No importa si la riqueza de Xóchitl tiene su origen en contratos otorgados a sus empresas en la hoy alcaldía Miguel Hidalgo, mientras ella era delegada en esa demarcación.
No importa si efectivamente ella sigue las instrucciones de hombres como Claudio X González, Marko Cortés y Alejandro Moreno, entre otros. La acusación en contra de Luisa María Alcalde, tiene como prueba en su contra, el hecho de que no defiende a “otra mujer”. Sin importar la conducta, la honestidad o falta de ella en éste y otros casos, una mujer siempre debe ser solidaria con otra mujer, para demostrar que verdaderamente está comprometida con la causa feminista. Una interpretación desafortunada y ridícula sobre el feminismo.
En todo esto hay un hilo conductor, que une las piezas en esta vieja y conocida estrategia reaccionaria.
El corrimiento del conservadurismo hacia la ultra-derecha en tiempos electorales. La oposición en este momento, recurre a las clásicas formas fascistas, para desacreditar a sus enemigos históricos. Fabrica delitos, acusa sin pruebas, miente descaradamente, tuerce las leyes en su beneficio, compra conciencias y desata campañas de odio.
“La Innombrable” ni remotamente es competitiva. El presidente López Obrador no ejerce violencia política en contra de algún oponente. Luisa María Alcalde no dice otra cosa que la verdad, en lo que corresponde a la censura y limitación a la información, que imponen el Tribunal Electoral y el juez que sanciona al presidente.
Hay una inclinación a las prácticas fascistas, porque el triunfo opositor es imposible en este momento. Su última y desesperada oportunidad, está en envolver a un buen número de ciudadanos desinformados, en la red de mentiras y calumnias que están inventando. Hacer creer a algunos, que ellos son los demócratas y que el Movimiento de Transformación, está repleto de corruptos y delincuentes.
Invertir los papeles que en la vida real juegan unos y otros.
Desafortunadamente para ellos, pocos se tragan las mentiras difundidas en esta campaña. Gastan cantidades millonarias en esa operación y el dinero acaba en la basura, pues “La Innombrable” no crece, ni las posibilidades de la oposición son mayores.
El fascista acaba convirtiéndose en delincuente. Piensa que su poder es mayúsculo y eterno.
Pero si el “Plan C” del presidente López Obrador se cumple en el 2024, con un Congreso de Mayoría Absoluta, la Reforma al Poder Judicial terminará con el reinado de terror de ministros, magistrados y jueces. El Tribunal Electoral será depurado desde sus cimientos. Y entonces solo le quedará a la oposición fascista, el muy maltratado poder de sus medios de manipulación, en los que poca gente tiene confianza.
2024 está a la vuelta de la esquina.
El fascismo toca sus últimas tonadas en México, para que los conservadores bailen sincronizadamente, por última vez.
Malthus Gamba