Por Sergio Calvo Navarijo
Manuel Gómez Morín, nieto del fundador del Partido Acción Nacional, renunció al PAN por violación de los principios estatutarios del partido que fundó su abuelo y a los acuerdos últimos tomados con la Alianza Va Por México que antecedieron a las elecciones del Estado de México y Coahuila.
Por otro lado, en Hidalgo renuncian al PRI 15 alcaldes ,70 regidores y síndicos. Tierra de rancio priismo en donde por muchos años fue controlada por las familias Rojo Lugo y Lugo Gil.
Los mal intencionados dicen que Alejandro Moreno “Alito” está enterrando al tricolor. Es cierto que el exgobernador de Campeche tiene una larga lista de acusaciones por enriquecimiento ilícito que si bien, a juzgar por sus propiedades, no tiene defensa, no es el único culpable de la debacle.
Yo creo que el verdadero enterrador y sepulturero de ese partido se llama Andrés Manuel López Obrador que con su ajedrez político ha conseguido una aprobación a su gobierno de más del 70 por ciento. Su gobierno humanista ha calado hondo en las mayorías.
Su partido, Morena, con sus triunfos electorales ha ido cerrando espacios de participación y como muchos ingresan a la política por ambición no por servicio pues abandonan y buscan en donde les puedan abrir espacios, es el caso de muchos que se formaron en el tricolor, cuando les cerraron las puertas a sus ambiciones pues sin importar la ideología o la lealtad pues se fueron con el triunfador, es decir Morena.
El innovador sistema que impuso el mandatario a sus aspirantes, muy novedoso, los obliga a recorrer el país para medir su aceptación entre el pueblo. Además, conocer sus propuestas personales para gobernar y darle continuidad a la 4T.
Esto comenzó muy temprano a mover conciencias y simpatías. Se incrementa el interés de la gente por la sucesión. Además, los aspirantes podrán conocer las peticiones de los ciudadanos y como responderían ellos ante las mismas. Su estilo personal de gobernar sin alejarse de los principios fundamentales de su partido o de las acciones emprendidas por el inquilino de palacio.
Por otro lado, la oposición preocupada por la genial jugada del mandatario, ahora inventa su propio sistema. Sus pretensos tendrán que reunir firmas y someterse también a votación telefónica ante lo que ellos llaman “la sociedad civil”.
Por sociedad civil entienden; la gente que los rodea en colegios particulares, restaurantes de lujo, fiestas y reuniones de amigos, compañeros de misas, empleados de alto rango, de las grandes y ricas empresas y un etc. Muy largo. Pero siempre evitando la palabra pueblo. “Ay, no qué horror, son indios pata rajada, por favor.”
Ante lo delgada que está su militancia, así como sus suspirantes, abren al público general su participación a cargos de elección popular.
Algunos buscan desesperadamente ser plurinominales para salvar la cárcel. No se van a arriesgar a una votación que pueden perder por el rechazo que arrastran, por eso, se abren a la ciudadanía para alcanzar los votos y obtener el mayor número de curules de representación proporcional posible.
Y dónde está la ideología, las propuestas, su declaración de principios. Nada, vacío total. La mira solo está puesta en ganar votos para darle impunidad a muchos de sus activos políticos.
AL TIEMPO.