LA DELINCUENCIA PANISTA

Lo que estamos viendo en este momento en una Corte norteamericana, donde Genaro García Luna enfrenta un juicio que puede costarle su libertad de por vida, si es declarado culpable, deja de “rebote” exhibido y mal parado al panismo mexicano, que se empeña en este momento en tomar fuerza, para aspirar a triunfos importantes en las elecciones federales del 2024.
García Luna, al igual que Felipe Calderón, llegan al poder siendo militantes del PAN. Son el segundo momento de una “alternancia” que se dio un sexenio antes, con la llegada de Vicente Fox a la presidencia.

Eran los representantes del “cambio” que vivía México, después de una larga y gastada trayectoria priista.
Y resultaron ser peores que sus antecesores.

Es difícil que la defensa de Genaro García Luna gane este juicio y libre de larga sentencia a su cliente. El juicio inicia en un mal momento para ellos. Justo cuando están por iniciar las campañas electorales en ese país, donde es costumbre utilizar cuestiones relativas a México, para captar votos entre quienes defienden el supremacismo ario, el rechazo a migrantes y el desprecio a las culturas de países latinoamericanos.

Absolver a García Luna, puede ser un error que tendría que pagarse en el futuro próximo, si algún partido político considera que se puede sacar raja de un fallo equivocado, o poco convincente en este juicio.
El consumo de drogas es un problema grave en la Unión Americana y dejar libre a un funcionario mexicano que respaldó las operaciones de grupos criminales, para introducir precursores químicos y drogas a ese país, dejaría mal parado al sistema de justicia norteamericano.

La llamada “alternancia” trajo consigo una forma de gobernar, que alcanzó niveles de corrupción nunca vistos en el pasado. Ese amasiato entre gobierno y grupos criminales costo miles de vidas mexicanas. Deterioró las bases de nuestra sociedad y propició que la cultura de la violencia desatada, hiciera presa de una juventud que tenía cerradas todas las puertas, menos aquella que los convertía en delincuentes y criminales carentes de todo valor humano.

García Luna es la figura política y criminal que representa todo eso y Felipe Calderón, su jefe inmediato y responsable de la conducción del país, está involucrado igualmente, ya sea por irresponsabilidad, por negligencia, o por complicidad.

El PAN es la fábrica de donde salieron estos políticos. No se trató de un hecho aislado, achacable a un gobierno en particular. Con Fox inicia todo, pero detona dramáticamente con Calderón y mantiene su expansión durante el gobierno de Peña Nieto, cuando el PAN pierde el poder ante un PRI, que regresa en el segundo acto de la “alternancia”.

Aún desconocemos el impacto que tendrá el resultado del juicio que se sigue a Genaro García Luna, en lo que respecta a nuestro país. Pero sí hay señales que anticipan lo que pretende hacer el grupo panista, apoyado por Claudio X González, que es quien mueve en este momento los hilos opositores en México.

Y si el asunto de García Luna es grave, las intenciones del PAN son peores. Felipe Calderón puso tierra de por medio, cuando estaba por estallar el asunto de su secretario de seguridad pública. Se encuentra en este momento en España, pero pretende volver al país, con las garantías necesarias.

Si por algo los panistas se opusieron a que el número de plurinominales se redujera en el Congreso, es porque necesitan disponer del mayor número de espacios ahí, para dar fuero a los políticos de abolengo que pudieran ser requeridos por la Ley. Felipe Calderón aspira a una senaduría, o a una diputación plurinominal. Lo mismo Ricardo Anaya, el señor de los “moches” que operó en el Congreso, para que salieran aprobadas las reformas estructurales presentadas por el expresidente Peña Nieto. Cabeza de Vaca quiere otra. Marko Cortés está formado en primer lugar.
Todos estos personajes y otros, requieren urgentemente la protección del fuero, para no ser llevados ante un juez. Y la dirigencia panista tiene la intención de brindar esa protección a los perfiles más corruptos del pasado reciente.
Y si ese paso que piensan dar los panistas en 2024, resulta peor a lo que hizo García Luna en su momento, hay algo más alarmante aún.
Según el acuerdo suscrito por los presidentes de los partidos políticos PRI y PAN, en este 2023, toca al PRI elegir a los candidatos que competirán en el Estado de México y Coahuila, por sus respectivas gubernaturas. El PAN acompañará y hará suyos a esos candidatos.

Pero en 2024 y a cambio de ese respaldo, el PAN adquiere el derecho de elegir al candidato a la presidencia que representará a la oposición y también al candidato a la jefatura de gobierno en la capital del país. El PRI respaldará a ambos perfiles panistas.
Lo alarmante es que un perfil similar al de Felipe Calderón, o al de Genaro García Luna, sea opción para competir por la presidencia de México.
De igual forma, es indignante que políticos pertenecientes al llamado “cártel inmobiliario”, pretendan competir por la Jefatura de Gobierno en la capital. Son personajes con una trayectoria repleta de manchas.
Sandra Cuevas, Xóchitl Gálvez, Kenia López y otros panistas, son otros perfiles tan cercanos a la corrupción, que no entiende uno cómo es posible que pretendan alcanzar un puesto tan importante como lo es el de la jefatura de gobierno.
La complicidad de las autoridades en el INE, el tribunal Electoral y la Suprema Corte de Justicia, hoy presidida por la ministra Norma Piña, de declarada inclinación conservadora, podrían propiciar la llegada de un nuevo aliado de la delincuencia, a la presidencia del país.
Y eso debe preocuparnos a todos.
¿Cuál sería la forma adecuada para impedir esto?

Hay una que propone permanentemente el presidente López Obrador.
Que el pueblo haga valer la democracia, a pesar de las intenciones de fraude que puedan tener los aparatos electorales y de justicia controlados por la oposición.

Voto masivo en favor de Morena en las elecciones del 2023 y 2024.

Voto informado y parejo para todos los candidatos de Morena, a fin de tener mayoría calificada en el Congreso.
El arma más poderosa en cualquier elección, la tiene el pueblo. Y esa arma es el voto individual de cada ciudadano.
No permitamos que regresen los Calderón, García Luna, los Cárdenas Palomino y otros panistas, que trabajaron desde la presidencia en favor de los intereses de grupos criminales.

Ni PAN, ni PRI deben regresar a gobernar a los mexicanos.

Recordemos la violencia que desató la “alternancia”, que no fue otra cosa que complicidad entre políticos, empresarios, medios de comunicación y criminales.

Todo eso está apareciendo en este momento, en el juicio que se sigue a Genaro García Luna.
Todo eso está siendo exhibido ante el Pueblo de México.

Malthus Gamba