La CELAC, un nuevo jugador salta a la cancha
Bajo el liderazgo de México se empieza a integrar un bloque de los países latinoamericanos y del Caribe, que da lugar a resultados concretos con miras a que el trabajo colectivo se oriente hacia la búsqueda del bienestar de los habitantes de este subcontinente, la 6ª cumbre de la Comunidad de Estados Latinoamericanos y Caribeños (CELAC), que tuvo lugar en México este Sábado 18 de septiembre, en el Salón Tesorería de Palacio Nacional.
La CELAC es el resultado de varias instancias multilaterales establecidas por los países latinoamericanos para buscar la paz, el desarrollo socio-económico y la integración como región. Fue creada en febrero del 2010 en sesión de la CALC, en Quintana Roo. Posteriormente, en la Cumbre de Caracas – Venezuela, de diciembre de 2011, quedó constituida definitivamente como CELAC.
A esta 6ª Cumbre, con la ausencia sólo de Brasil, asistieron 31 países representados por jefes de estado, cancilleres, ministros y un representante del senado de su país. Estuvieron presentes también la secretaria ejecutiva de la Comisión Económica para Latinoamérica y el Caribe (CEPAL), el presidente del Consejo Europeo representando a la Unión Europea y por mensaje remoto participaron el secretario general de la ONU y el presidente de China dando su respaldo a esta comunidad.
Más allá de dos comentarios de descalificación reduccionista emitidos por los presidentes derechistas de Uruguay y Paraguay, que motivaron réplicas firmes pero respetuosas de los presidentes de Venezuela y Cuba y del reclamo justificado de Nicaragua hacia Argentina por señalamientos injerencistas, el ánimo y la actitud de los países participantes, fue de cordialidad, colaboración y unión en la configuración de un bloque que lleve a cabo tareas concretas, acciones prácticas y puntuales, para trabajar juntos en busca del bienestar común y particular de los pueblos que la integran.
Los logros concretos de esta reunión, fueron la formación de la Agencia Latinoamericana y Caribeña del Espacio que hoy es una realidad; se constituyó el Fondo de contra Desastres y Efectos del Cambio Climático en América Latina y el Caribe, que en unas horas ya recaudó 15 millones de dólares para apoyar a los países de área, en vista del retraso en la transferencia de fondos a la que se comprometieron los países desarrollados; también se aprobaron los lineamientos para un plan de autosuficiencia sanitaria, a fin de que los países de la región no vuelvan a pasar por lo que sufrieron en 2020 y 2021, teniendo que peregrinar por el mundo mendigando apoyo por no ser autosuficientes en sus programas de salud y para que nunca más nos falten vacunas: La lección fue aprendida y el camino adoptado.
Pero más allá de los resultados en acciones concretas de esta reunión, se consolidó la integración de la CELAC como un bloque autónomo formado solamente por países de Latinoamérica y el Caribe, que busca tener una sola voz, un frente común de negociación y una interacción parecida a la de la Unión Europea, en defensa de sus propios intereses comunes, que sustituye la dinámica perversa injerencista, hegemonista y colonialista establecida en la OEA, donde se priorizan los intereses extractivos en una relación de sometimiento ideológico, político y económico a favor de los Estados Unidos, propia de los tiempos de la Guerra Fría.
Habiendo sido una región en la que los países han tenido que enfrentar cada uno por su lado, siendo objeto de la ancestral dinámica de saqueo practicada por las hegemonías internacionales a cambio de limosnas, a través de la CELAC hoy se presenta un frente común integrado por casi 700 millones de habitantes, con reservas petroleras sólo superadas por la región del medio oriente, las mayores reservas forestales, de litio y de agua dulce en el mundo.
En pocas palabras, América Latina y el Caribe como bloque unificado en la CELAC, es una potencia mundial en fuerza de trabajo y reservas naturales, que modificará para siempre el balance de fuerzas en la cancha geopolítica del planeta.
Como dijo el escritor uruguayo Eduardo Galeano: “Ojalá podamos tener el coraje de estar solos y la valentía de arriesgarnos a estar juntos, porque de nada sirve un diente fuera de la boca”.