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LA CALUMNIA COMO ÚLTIMO RECURSO
Columnas, El día, Nacional

LA CALUMNIA COMO ÚLTIMO RECURSO

Para todo mexicano consiente y enterado de los sucesos políticos que se han dado en nuestro país a partir del 2018, resulta claro que la oposición comandada por Claudio X González, vive un proceso de caída libre, desde la llegada del presidente López Obrador al poder.
Elección tras elección, el poder político de esa oposición, disminuye a la vista de todos. Morena se ha convertido en la fuerza dominante en el país y el gobierno de la Cuarta Transformación prosigue con las labores de limpieza, dentro del aparato del Estado.
La corrupción es el gran enemigo del Pueblo de México y el trabajo para erradicarla desde su origen, no para.
La mayor parte de los integrantes visibles del bando conservador, son personas señaladas por haber participado en actividades ligadas a la corrupción. Por lo mismo, la intención de esos viejos funcionarios públicos, empresarios y políticos en general, es detener el cambio que se está operando actualmente, para recuperar lo poco que quede de ese imperio corrupto, en los siguientes procesos electorales.

Pero nada les sale bien a los derrotados neoliberales.
Como hemos señalado en entregas anteriores, el neoliberalismo es uno de esos organismos incapacitados para concebir. Su derrota política ocurrió en 2018. Saben que resulta imperioso para ellos el contar con un Proyecto de Nación, que pueda hacer frente al Movimiento Transformador que impulsa el presidente López Obrador.
Y no han podido crear ese documento base, que reimpulse al movimiento opositor en la escena política del país.
Por eso su espectacular caída, en cada proceso electoral y en las preferencias del ciudadano de a pie.
A los reaccionarios que añoran los privilegios perdidos, les queda una última fuerza de combate. La última linea ofensiva y defensiva que intenta infructuosamente, ganar una guerra que tienen perdida.

Quienes forman parte de los medios de información al servicio de los reaccionarios dueños del capital, actúan como soldados en guerra, dispuestos a realizar los mayores sacrificios, en beneficio de una causa que no es suya, pero que sí interesa a quienes cubren sus salarios.
Periódicos de línea conservadora, reporteros, periodistas, analistas, caricaturistas y comentaristas, defienden a diario las banderas reaccionarias, haciendo gala de una evidente carencia de principios y profesionalismo.

Lo suyo no es informar, o comentar con rigor, sentido ético y responsabilidad profesional. Lo suyo es mentir diariamente, intentando torcer la realidad en favor de quienes pagan por sus servicios.

Mentir de manera permanente, se ha convertido en el ariete del grupo que intenta ganar adeptos a su causa, en base a noticias falsas e información alterada.
La consigna es simple: si no puedes ofrecer algo de valor a una sociedad que hoy está en tu contra, destruye la credibilidad del gobierno en turno, utilizando cualquier herramienta a tu alcance, sin importar si hay ética en esto, o no la hay.

Por eso vemos a diario caudales de lodo circulando en la mayor parte de los medios de comunicación tradicionales y en redes sociales.
Son los opositores quienes se encuentran en campaña permanente, no para ofrecer algo que pueda ser de utilidad al país. Destilan su odio y mentiras, para socavar el respaldo ciudadano, hacia el presidente López Obrador.

Hoy en la conferencia mañanera, se presenta una reportera enviada por el Portal de Noticias “Animal Político”, o “Pájaro Político”.
Esta persona, del sexo femenino, pregunta al presidente si está enterado de que la SEDENA, adquirió equipo de rastreo y monitoreo, para “acosar, vigilar y perseguir” a periodistas y opositores al gobierno de la Cuarta Transformación.

La enviada de Animal Político, señala que uno de los dos o tres comunicadores acosados, es el periodista Ricardo Raphael, sobrino del expresidente Miguel de la Madrid y conocido crítico al gobierno actual.

La respuesta del presidente es clara y contundente:

“Este gobierno no persigue ni espía a periodistas. No somos iguales a los gobiernos anteriores. No hemos perseguido a Loret de Mola, a Aristegui, o a otros comunicadores, por sus puntos de vista en contra nuestra. Siempre han opinado libremente y nadie los ha molestado por eso. Además ¿por que razón tendríamos que vigilar a alguien como Ricardo Raphael? No es un personaje que juegue un papel significativo en la vida nacional. La oposición no da una y por eso se ve obligada a lanzar calumnias, disfrazadas de reportajes, o de periodismo de investigación. Animal Político es uno de los medio que fueron favorecidos económicamente, durante el periodo neoliberal. Hoy ya no tienen esa ventaja económica y se dedican por tanto a difundir información falsa. La SEDENA compra este equipo, porque realiza labores de inteligencia, en contra de la delincuencia. Nunca para espiar a periodistas y opositores”.

Esta estocada mortal a un medio de comunicación vendido a los intereses reaccionarios molestó a la reportera que asistió hoy a la conferencia mañanera, quien terminó su intervención de esta forma: “Lamento, presidente, que a usted le disguste el periodismo y el trabajo de investigación que hace Animal Político”.
La respuesta de López Obrador fue concluyente: “No me disgusta el periodismo. Me disgusta la CALUMNIA que se disfraza de periodismo. Ésa que se rige por la vieja consigna de que “la calumnia, cuando no mancha, tizna”.

El último baluarte opositor, es precisamente la calumnia.

Día y noche, las fuerzas opositoras están dedicadas a difundir mensajes de odio, cargados de mentiras y calumnias, en contra del gobierno de la Cuarta Transformación.
Enormes granjas de bots, amplifican el contenido de esos esos mensajes cargados de lodo y suciedad.

La calumnia habla de la gravedad de las enfermedades del presidente, señalando que está por renunciar, a causa de las mismas La calumnia habla del fracaso de la estrategia de salud, para enfrentar al pandemia de Covid. La calumnia habla de la familia del presidente, acusándola de llevar vida de reaccionario. La calumnia llega hoy al extremo de llamar conservadores y fascistas a quienes son parte del gobierno, sabiendo que el fascismo tiene la marca de la derecha, en todas partes del mundo. La calumnia dice “militarizar”, donde solo se pide una prórroga para que el Ejército apoye a la Guardia Nacional en labores de seguridad, mientras se consolida y refuerza convenientemente esa Guardia.
Los conservadores no pueden construir proyectos, estructuras o verdades.

Pero son expertos en alterar la realidad y en destruir todo lo que se opone a sus deseos.

“Tiempos de Canallas”, los ha llamado el presidente. Y en verdad es fácil constatar que estamos presenciado un periodo donde los calumniadores abundan.
Son los viejos corruptos de siempre. Los ambiciosos clasistas que discriminan al Pueblo, pensando que el país les pertenece.

Nada más que ahora, topan con pared, porque hay un presidente que ha mostrado a la gente que, en una verdadera democracia, el Pueblo manda y no los corruptos grupos de poder.
La calumnia no recuperará el poder para que lo retomen los reaccionarios.

Esa batalla la tienen perdida ante una sociedad que cambió su forma de pensar, desde el 2018.
La calumnia es otra guerra perdida, a la que le apuesta su resto el fascismo.

Malthus Gamba

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