Por: God Emperor AMLO
Gracias a la cultura popular, el experimento meramente teórico del físico austriaco Erwin Schrödinger, ha sido difundido masivamente y ha cobrado una relevancia que hace unos años no tenía. El experimento en cuestión, que en quince años cumplirá cien años de haber sido concebido aunque nunca llevado a cabo es un tanto rebuscado y definitivamente cruel. Dentro de una caja sellada y opaca, se coloca un gato, un matraz con veneno y un dispositivo con una partícula radioactiva con un porcentaje de 50% de desintegrarse en un tiempo dado. Al detectar radiación, el dispositivo rompe el matraz, liberando el veneno y matando al gato en el proceso. Al terminar el tiempo estimado para la desintegración de la partícula, que es lo que pone en marcha los siguientes procesos, el gato tiene un 50% de posibilidad de estar muerto…o de estar vivo. Como resultado, se crea una superposición de estados. El gato está vivo y muerto al mismo tiempo. Basta abrir la caja para que una de las dos posibilidades se materialice. Sólo basta un observador, para que eso ocurra.
¿Qué tiene que ver todo esto con la cuarta transformación? Hay una frase del dramaturgo alemán Bertolt Brecht, citada con frecuencia por el doctor Alfredo Jalife para describir su visión del momento en el que se encuentra la 4T, que me hizo desarrollar esta comparación: “la crisis se produce cuando lo viejo no acaba de morir y lo nuevo no acaba de nacer”.
Esta crisis no es nueva, México ha estado en una crisis constante desde hace décadas. Soy de la generación de la crisis mexicana. Cuando un organismo se encuentra enfermo y llega al estado de crisis, se refiere a que está en ese estado indiferenciado: ni sano ni enfermo. Y ahí yace precisamente la idea principal de esta línea de pensamientos.
La 4T aún no muestra su potencial pero somos conscientes de que ya no estamos en el régimen anterior. Todas las crisis que se han presentado en diferentes sectores, son signo inequívoco de que nuestro país, enfermo de un neoliberalismo salvaje desde hace años, está combatiendo los males que lo aquejan, aunque aún no puede ser considerado sano. Como ciudadanos libres, críticos, conscientes e informados, nuestro deber es ser los observadores que abran la caja y descubran qué sucedió con el gato, para después tomar un rol activo en el experimento. Vivimos en la incertidumbre cuántica, pero somos optimistas. Por fin vemos diferencias tangibles en la forma y el fondo que marcan un antes y un después al comparar este régimen con el anterior.
Por fin hay voluntad política y eso es perceptible. Lo que ha de morir así lo hará porque ya llegó al final de su ciclo. Lo que ha de nacer, lo hará porque es su momento.
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