La 4T apuesta por la innovación en beneficio del pueblo
Por Miguel Ángel Lizama
@Migueliz8
La presentación que hizo el Presidente López Obrador de nuevos ventiladores de presión invasivos, creados con la coordinación del CONACYT a paso veloz y menor costo, para atacar casos graves de Covid-19, significa un cambio en la visión gubernamental sobre INNOVACIÓN, para mejorar el Bienestar popular y reducir los pagos de regalías por tecnología extranjera.
Esto contrasta con la política oficial mexicana del Neoliberalismo impuesto en el mundo por la trinca infernal de Ronald Reagan, Margaret Thatcher y Juan Pablo II, cuando EL DINERO SE HIZO DIOS, y obtenerlo como sea se volvió Religión oficial, de culto general. Entonces se amasaron descomunales fortunas; Marcial Maciel financió con millones de dólares el anticomunismo de Lech Walesa, líder polaco protegido del Papa Karol Wojtyla; y la Iniciativa Privada mexicana prefería pagar patentes de afuera que patrocinar la creatividad en el país, como hicieron países considerados “atrasados”, como India, que descubrió una veta enorme de riqueza en el desarrollo de programas informáticos y entró al grupo llamado BRIC (Brasil, Rusia, India y China).
Al empezar los 80, llegó a mi escritorio como asesor del Director General de Educación Tecnológica Industrial (DGETI), un proyecto de tractor, en verdad revolucionario, desarrollado por alumnos de un Centro de Estudios Tecnológicos (CET) de Sinaloa. Los muchachos lo habían diseñado para arar (abrir surcos), esparcir semillas y trillar las cosechas, 3 en 1, por menos de la mitad de costo de un tractor convencional. Era de verdad una magnífica idea para mejorar el trabajo agrícola y aumentar las cosechas con el menor costo posible.
Emocionado por la creatividad de alumnos y profesores, lo presenté a mi jefe, el Ing. Jesús Morales, quien también se entusiasmó con la idea y se la llevó al Subsecretario de Educación Tecnológica, Ing. José Antonio Carranza. Cuando bajó de la Subsecretaría me dio la noticia: Había que desechar la idea porque “perjudicaría al sector privado” y se opondrían Massey-Ferguson, John Deere, Ford y otros fabricantes de tractores e implementos agrícolas. Así que mejor sacrificar a los campesinos mexicanos para no perjudicar a los empresarios extranjeros. Nos tuvimos que tragar el coraje y la frustración, pues era doctrina oficial proteger la inversión privada extranjera o nacional, antes que a los trabajadores mexicanos. Eran los tiempos de López Portillo, con los tecnócratas enfilados hacia Los Pinos.
Tal política neoliberal no sólo ocasionó el sometimiento al capital foráneo, vía préstamos internacionales y regalías de patentes, sino que frustró la utilización de ideas y esfuerzos nacionales, aunque permanecieron latentes en la juventud y sus maestros, como se ha visto en los triunfos de alumnas y alumnos de escuelas públicas en competencias internacionales de robótica, mecatrónica y otros conocimientos especializados. Ahí se ha visto también la calidad magisterial del país, pues muchachas y muchachos trabajan bajo consejo y guía de sus profesores, como parte de su aprendizaje.
Con la llegada de AMLO y la 4T se modificó todo el panorama, especialmente cuando enfrentó la pandemia del SARS llamado Covid-19 y fueron quedando al descubierto fraudes con medicamentos, hospitales abandonados, presupuestos de salud saqueados, y una enorme falta de equipos e insumos (pese a los grandes presupuestos teóricamente destinados a ellos).
La pandemia llegó cuando el Presidente recibía nutridos ataques de las iracundas cúpulas políticas, empresariales y mediáticas indignadas por la Austeridad. Al mismo tiempo, AMLO combatía la Corrupción en huachicoleos de energías, alza constante de combustibles y electricidad, baja de salarios y pérdida de capacidad adquisitiva, política impuesta por la tecnocracia que sólo acrecentaba y cuidaba las “inversiones” de la Iniciativa Privada, acumulando lucrativos contratos y concesiones del gobierno “extranjero” asentado en México. La mafia gobernante cuidaba todo lo exterior, olvidando lo interior.
Fue entonces que ANDRÉS MANUEL LÓPEZ OBRADOR empezó a emplear INNOVACIÓN para impulsar la búsqueda del BIENESTAR para todo el pueblo y puso a su gabinete en máxima velocidad a fin de resolver el caos y las carencias heredadas y que la gente no sufriera las consecuencias de los estragos del virus pandémico y del abuso tecnocrático. Se vio que el único dinero cuantioso que recibían algunas universidades (no todas, sino las más “comprensivas y cooperadoras”) no era para investigaciones o nuevos proyectos o estudios, sino para armar la ingeniería financiera de la Estafa Maestra que, creada por mentes perversas, aún tiene mucho por ser investigado y castigado. Los que disfrutaban plácidamente el Presupuesto, con López Obrador tuvieron que activarse para conservar la chamba en su gobierno.
Pese a las resistencias financiadas para obstaculizar todo esfuerzo federal, la tozudez del Presidente y su gabinete van logrando éxito tras éxito, como el desarrollo y producción de 2 tipos de ventiladores invasivos totalmente mexicanos y con patente del país, para satisfacer la demanda hospitalaria en casos graves de Covid-19. Presentados en La Mañanera del martes 14 de julio, llenan de satisfacción y orgullo a quienes hemos atestiguado y acompañado los sufrires de la mayoría popular de México.
Si desde 2006 (sin los fraudes del IFE/INE y Trife) se hubiera dedicado atención a las verdaderas necesidades sociales del país, en vez de cuidar a los traficantes de influencias, indudablemente MÉXICO estaría mucho mejor y preparado para enfrentar cualquier PANdemia o PRIdemia, en vez de estar penando por librarnos de la plaga neoliberal que cayó como maldición.
Es cierto, aún quedan rescoldos tecnócratas a eliminar, pues retrasan todo con tal de “cuidar la inversión privada”, como hace el Director del Instituto Politécnico Nacional, que se niega a liberar los recursos para un equipo de “espectrometría de masas con resonancia en ciclotrón”, para investigación molecular en el desarrollo de vacuna o medicamento para el Covid-19, según denuncia de Contralínea
Gente como esa tomará tiempo desecharla, pues está muy enquistada, pero se hará porque tarde o temprano se debe tirar lastre. Mientras tanto, discúlpenme si me excedo, pero…
¡VIVA NUESTRO PRESIDENTE ANDRÉS MANUEL LÓPEZ OBRADOR! ¡ADELANTE LA CUARTA TRANSFORMACIÓN!
Aunque se licúen de rabia y envidia todos los anti-AMLO, incluso sus “intelectuales”.