Estamos a escasos 2 meses de que se lleve a cabo la elección de funcionarios más grande de la historia de México, en la que vamos a votar por legisladores federales y locales, gobernadores de 15 Estados y alcaldes de múltiples Municipios en todo el país.
Después de haber perdido el gobierno federal en el 2018 y de ver que la transformación de la vida pública va en serio, especialmente en la cancelación de privilegios irracionales obtenidos por medio de la corrupción, quienes eran beneficiarios de ellos, ven este proceso electoral como su última oportunidad para intentar detener el proceso de cambio a como dé lugar.
Para todos están muy claras 2 cosas. La primera es que la única forma de poder entorpecer seriamente el avance del gobierno federal en las acciones de transformación, es quitarle la mayoría con que cuentan los partidos que lo apoyan en la Cámara de Diputados, a fin de evitar que pueda seguir aprobando iniciativas enviadas por el Poder Ejecutivo.
La segunda es que solamente pueden mantener sus prácticas corruptas de saqueo en los Estados donde todavía sigan gobernando, como ha sido evidente en los últimos dos años, en los que se han estado exprimiendo el presupuesto público en su propio beneficio y estorbando el avance de las medidas del gobierno federal.
Desde el inicio del actual gobierno han seguido una sola estrategia, la de difundir mentiras, fabricar montajes e insultar abiertamente al Presidente de la República, porque además de estar moralmente derrotados, sienten un gran odio clasista e irracional.
La otra gran estrategia operativa que diseñaron para enfrentar el proceso electoral, fue la de unirse en una coalición que los desnuda tal como son, cómplices simuladores que pretendieron oponerse unos a otros, pero que siempre estuvieron de acuerdo entre ellos para despojar al erario y al país de sus riquezas en beneficio propio.
Pero como ahora todos sabemos, los únicos tontos son los que piensan que el pueblo es tonto y a pesar de sus esfuerzos histéricos y estridentes, los ciudadanos ya sabemos quiénes son y de qué son capaces.
Por si alguien todavía lo dudaba, ahí están las cifras de preferencia electoral publicadas por el Financiero, uno de los medios que siempre los ha apoyado y que aunque lo seguirá haciendo a cambio de dinero, no puede ocultar la parte de la verdad que es evidente para todos.
De acuerdo con lo que se publicó en ese medio al cierre de marzo de 2021, el PRI el PAN y el PRD juntos no alcanzan una preferencia electoral de 24%, mientras que MORENA sólo, tiene 40%. Lo más sorprendente de estos datos, son los que se refieren a la preferencia negativa de los partidos.
En ese rubro Morena tiene una imagen buena o muy buena para el 51% de los encuestados y mala o muy mala para el 30%. El PRI solo la tiene buena o muy buena para el 12% y mala o muy mala para el 77%. La imagen del PAN alcanza 14% positivos y 67% negativos; y el PRD solo 9% positivos y también 67% negativos.
Como vemos, sus elaboradas estrategias no solo no han funcionado, sino que los están llevando al desastre político, incluso con los medios y hasta el propio INE trabajando a su favor.
Al mismo tiempo y a pesar de todos sus ataques constantes en contra del gobierno, el Financiero reporta que la popularidad del Presidente de México está en 61%, su impopularidad en 40% y su popularidad neta en 21%, a pesar de que la encuestadora internacional Morning Consult lo coloca con una popularidad neta de 32%, 9% por encima del Financiero y en segundo lugar mundial entre los 13 líderes que evalúa cada semana.
De cualquier manera y sin importar lo que puedan decir las encuestas, si queremos seguir haciendo realidad la transformación del país, más vale que salgamos todos a votar el 6 de junio.
Como dice el libro santo de los Sijs en la India: “El campo del karma es simple; como hayas plantado, vas a recoger”.