@_BarbaraCabrera
“El poder que no está pensado en beneficio del pueblo es parafernalia, fantochería y corrupción”
Presidente Andrés Manuel López Obrador
(La mañanera del 14 de marzo de 2023)
Una institución gubernamental es aquella que provee un servicio público a la ciudadanía, cuya administración está a cargo del gobierno en turno. En este rubro debe incluirse a los denominados organismos autónomos que también reciben dinero público, y solo por ese hecho están obligados a rendirnos cuentas.
No obstante, durante el régimen neoliberal algunas perdieron el rumbo –unas cuantas aún siguen extraviadas- por tanto, para no olvidar y activar nuestro poder ciudadano, es necesario hacer un recorrido por el actuar de las instituciones aplaudidoras del neoliberalismo.
Comenzaré por decir que las instituciones neoliberales son aquellas al servicio de los conservadores y los oligarcas. Tal es el caso del Instituto Nacional Electoral, el Tribunal Electoral del Poder Judicial de la Federación y el Poder Judicial con todas sus ramificaciones.
Además no se olvide a los organismos autónomos creados por el antiguo régimen del mal, conocido como neoliberalismo, que creó instituciones para que todo quedara exactamente igual. Mientras violentaba derechos creó las Comisiones de Derechos Humanos; en tanto mantenía los privilegios y apapachaba la impunidad dijo ¡hola! a los Sistemas Anticorrupción; decidido el régimen neoliberal a esconder información, sin miedo al presupuesto creó los Institutos de Transparencia; acostumbrados a formar equipo al estilo “club de Tobby” fingieron dar espacios a las mujeres, pero no del todo; y así podría continuar enumerando las jugarretas de las instituciones neoliberales cuya principal misión –aparte de saquear al pueblo- era exacerbar el gatopardismo.
Instituciones hijas de los fideicomisos que se instituyeron para “jinetear” nuestro dinero, el que pagamos con nuestros impuestos.
Instituciones neoliberales que se han erigido en defensoras de los privilegios perdidos, que cual arte de magia negra los hacen aparecer a punta de resoluciones y sentencias de dudosa ética y moralidad.
Instituciones neoliberales que se han convertido en activistas sociales y están del lado de la Sociedad Civil que desde hace algún tiempo tiene secuestrada la oposición moralmente derrotada.
Instituciones neoliberales que actúan para gestar un golpe blando, sobre todo el Instituto Nacional Electoral, quien desde hace tiempo hace activismo a favor de los conservadores y oligarcas moralmente derrotados.
Además, sumemos al listado de instituciones neoliberales esa porción del Poder Legislativo que suma con el #DesperdicioDeCurul; esas en las que se aposentan los Curuleros que son fieles comparsas de los oligarcas, y que por ello dan la espalda al pueblo, al que se supone deben representar.
Instituciones neoliberales que continúan apoyándose en los medios de comunicación tradicionales, a los que mantenía callados a su favor durante aquella decadente época neoliberal; y a los que ante el cambio de régimen les ha quitado el bozal para que formen parte de la fábrica de noticias falsas, distorsionadas y llenas de odio.
Instituciones neoliberales entusiastas de quienes gustan privatizar bancos, minas y autopistas; así como el petróleo, las telecomunicaciones, la electricidad, las aerolíneas y la educación, a punta de reformas legales y constitucionales. ¡Ah! pero aplauden que la deuda de unos cuantos oligarcas, la pague el pueblo.
Instituciones neoliberales y sus personeros que no ocultan estar al servicio de quien los nombró, esto es, a las órdenes del PRIAN y no de la ciudadanía. Así son ese tipo de instituciones, coquetean descaradamente con los conservadores mientras despilfarran el dinero público; por tanto, han decidido no ver, no escuchar y no hablarle al pueblo.
Instituciones neoliberales que para serles de utilidad a sus patrones manipulan sentencias, resoluciones y respuestas al antojo de las agendas del conservadurismo.
Instituciones neoliberales onerosas, zalameras a los intereses conservadores; opacas y chapuceras, que se niegan a perder sus privilegios y sus fueros.
Sí, esas instituciones neoliberales son las mismas a las que acuden -una y otra vez- la oposición moralmente derrotada cuando se niegan a aceptar la realidad: para evitar juicios políticos, para tener un sueldo más alto que el presidente; para derrumbar reformas legales; en definitiva para ir en contra del pueblo soberano.
Y qué decir de ciertos personeros de las instituciones neoliberales que afirman “la democracia no está en el ADN de los mexicanos” y lo que es más, “el pueblo no existe”. A ellos es preciso recordarles el artículo 39 constitucional el cual dice: “La soberanía nacional reside esencial y originariamente en el pueblo. Todo poder público dimana del pueblo y se instituye para beneficio de éste. El pueblo tiene en todo tiempo el inalienable derecho de alterar o modificar la forma de su gobierno”
Por tanto, activemos ese poder ciudadano, el poder del pueblo para volver a mostrarles en las urnas quien manda.
Es todo por hoy.
¡Hasta la próxima Nornilandia!