La oposición ha cerrado filas con su brazo armado electoral para intentar silenciar a los ciudadanos, realizando ataques directos en contra de su libertad de expresión.
Desde su ya desesperada situación de impotencia, ante el rechazo generalizado de su patético desempeño como oposición política, la coalición de cárteles integrada por el PRI, PAN y PRD, han diseñado una estrategia para impedir que los ciudadanos ejerzan su libertad de expresión externando sus opiniones en las redes sociales y esto nos afecta a todos.
Hasta hace un tiempo lo único que hacían, era contratar bots para reportar masivamente los comentarios de los usuarios intentando así que las plataformas les cancelen sus cuentas, lo que sólo sucede con usuarios que violan las reglas de alguna de éstas plataformas. Esto lo siguen haciendo, pero ahora han escalado su estrategia atacando también a los usuarios que no violan las reglas, sino que sólo comentan civilizadamente en contra de alguna opinión de los miembros de estos cárteles, como lo hacemos diariamente cientos de miles de mexicanos cansados de su simulación, hipocresía y mentecatez.
En esta nueva estrategia para silenciar a los ciudadanos que no están de acuerdo con ellos, se han sumado el INE y el TRIFE como brazos armados de los cárteles a quienes han beneficiado siempre, para atacar a los ciudadanos manipulando y distorsionando la regulación sobre violencia política de género.
En esta estrategia coordinada en nado sincronizado, las bandas del PRIANRD utilizan a sus miembros de género femenino para que demanden ante el INE a los usuarios que hagan cualquier comentario de respuesta a sus mensajes en redes sociales y que no estén de acuerdo, se refieran o no a ellas. Por su parte el INE avala y canaliza estas demandas ante el TRIFE y este los condena por violencia política de género, sin importar la naturaleza del comentario, aunque la decisión implique exhibir su proceder faccioso.
Un ejemplo claro lo tenemos en la demanda que el INE presentó contra nuestro compañero Erick Gutiérrez por un comentario de respuesta a un mensaje de Twitter de la diputada Andrea Chávez, quien había respondido a su vez a una diputada del PRD en su mensaje. El tuit de nuestro compañero fue una respuesta a otra persona, no a la diputada del PRD; el comentario fue el siguiente: }
“Les aterra tener un pueblo culto e informado”. Ante la demanda del INE, el TRIFE lo condenó por violencia política de género, obligándolo a pagar una multa de 2 mil pesos, a tomar un curso sobre violencia de género para aprender a comportarse que cuesta otros 2 mil, a publicar la sentencia durante 30 días en su cuenta y por otros 15 días más, hacer una disculpa pública a la diputada del PRD, a quien nunca se dirigió.
Junto con nuestro compañero fueron demandados otros 70 usuarios de Twitter ante el TRIFE, por comentarios similares y condenados a lo mismo.
Si antes de esto no estaba perfectamente claro el proceder faccioso y delincuencial de los órganos electorales, actuando como parte del crimen organizado desde la oposición, coludidos en complicidad para debilitar la libertad de expresión en nuestro país, hoy queda claro y es evidente que su actuación ya no es solamente en contra de sus adversarios políticos o del gobierno, sino en contra de los ciudadanos que piensan diferente a ellos.
Nunca como ahora es tan necesario que actuemos juntos en apoyo a los diputados que tienen el proceso de destitución de Córdova y Murayama en sus manos y en respaldo a la reforma electoral que modifique de raíz esos organismos perniciosos para la democracia y la libertad de expresión. De la oposición frustrada ni hablar; ellos solos se van arrimado a la salida del canal del desagüe.
Como dijo el escritor estadounidense Daniel Handler: “La frustración es un estado emocional interesante, porque tiende a sacar lo peor de quien está frustrado”.