Germán Larrea: El extorsionador

Por:
David Vargas Araujo

@DavidVargasA18

Estaban platicando en Palacio Nacional, el Presidente Andrés Manuel López obrador, Ramírez de la O, Secretario de Hacienda, Adán Augusto López, Secretario de Gobernación, y Germán Larrea, para ver el caso del tramo del ferrocarril de 120 kilómetros que va de Medias Aguas, al puerto de Coatzacoalcos, Veracruz. Se le expuso la necesidad de contribuir para hacer la comunicación, y el paso del Corredor Interoceánico del Istmo de Tehuantepec, con el objetivo de que la empresa Ferrosur contribuyera al desarrollo económico de la zona, y que con ello hacer un crecimiento al país. No estuvo de acuerdo.

Se molesta, y bajo la propuesta de su abogado Fernando Gómez Mont, (exsecretario de gobernación de Felipe Calderón, y amigo de García Luna) pide 9,500 millones de pesos a cambio de la concesión de los 120 kilómetros. Es decir, le sale lo corrupto, sale a relucir el chantaje como en los tiempos del PRIAN, muestra su verdadero rostro: La del extorsionador.

Durante toda la etapa neoliberal, le dieron lo que quiso, pues él se sentía dueño del país. Le vendieron bienes de la nación a bajo costo, y de ellos se ha enriquecido de manera deshonesta. Ha sido uno de los grandes responsables del saqueo a nuestra patria. Es un oligarca con usos y costumbres, del despojo y del robo.

Por eso, es que el presidente AMLO toma la decisión de ocupar temporalmente las instalaciones de Ferrosur, que es totalmente legal, pues Larrea tiene una concesión, pero no es su propiedad privada. Es una concesión, pero no es dueño de las vías del ferrocarril. El tramo ferroviario pertenece al estado mexicano, pertenece al pueblo.

Tampoco es una expropiación, es una ocupación temporal. Ahora se puede hacer un avalúo para comprar ese tramo, pero tampoco se puede hacer la compra, porque es un bien de la nación. No se puede comprar algo que es de México. Germán Larrea va por esa línea: Te vendo algo que no es mío.

Larrea por décadas, ha nadado en el océano de la extorsión y la fuerza, por años sus empresas han vivido bajo el amparo de la corrupción. El Rey del Cobre como le llaman, ha sido beneficiario de decenas de minerías en el país. Es dueño de las mineras más importantes con el Grupo México. Pero también, ha sido responsable de la contaminación de ríos, y del destrozo ambiental que generan sus minas, y no sólo eso, es responsable de muertes de mineros como fue el caso de Pasta de Conchos, quien con la complicidad de Vicente Fox y Javier Lozano, dejaron enterrados a mineros en Coahuila. Ha perseguido y criminalizado a trabajadores de la minería en Zacatecas, Michoacán, Coahuila y Sonora. Ahí está el ejemplo de Napoleón Gómez Urrutia líder sindical, quién lo persiguió y lo dejó en el exilio durante años.

Larrea el extorsionador, ahora manda a sus empleados mediáticos (quienes aplaudieron a Ernesto Zedillo, cuando privatizó 22 mil kilómetros del sistema ferroviario), a vociferar que le expropiaron su empresa, y que ya vivimos en Cuba y Venezuela. Dicen, “que viene la expropiación de grandes empresas”. Incluso dicen, “que se expropiará a los pequeños comerciantes de sus negocios”. La mentira, la arrogancia y el cinismo es otra característica del extorsionador. Larrea no se le expropió nada, porque no es dueño de las tierras, ni mucho menos de los durmientes de las vías del ferrocarril. No es dueño de algo, que nunca compró. La extorsión tiene una solución: No dejarse intimidar. Y AMLO es mucho presidente para dejarse intimidar, por un extorsionador.