EL SÍNDROME ‘SANDRA CUEVAS’

El momento difícil que vivirá el Proyecto Nacional de Transformación está por llegar.

Ese punto definitorio dará cuenta de la fortaleza real alcanzada por un movimiento nacional, creado desde abajo y que hoy avanza a la cúspide del poder político, con la presencia de López Obrador en la presidencia del país.
El “imán” político, el líder indiscutible de la izquierda nacional en décadas, el hombre honesto y humanista, se va en 2024 y promete no volver a ocupare de asuntos y temas políticos en adelante.

Todos los indicadores disponibles y mediciones conocidas hasta la fecha, prometen un triunfo para Morena en 2024. No hay oportunidad alguna para la oposición en esa contienda electoral.

La guerra de lodo, mentiras y calumnias emprendida por el conservadurismo, se estrella a diario ante la muralla de indiferencia de una sociedad que en su gran mayoría, desprecia y repudia los métodos y vilezas de esa estrategia.
La oposición, que tanta esperanza puso en las recomendaciones de Carlos Alazraki para mentir con desfachatez a diario, se da cuenta meses después, de que esa ruta lo conducta en círculo al punto de origen, sin avanzar un paso hacia adelante.

Engañar al pueblo ya no es tan fácil y menos aún mostrando poca inteligencia en el mentir. A tal punto es cierto esto, que Carlos Alazraki es despedido de El Universal, sin mayores contemplaciones.

El triunfo de Morena es hecho seguro, a pesar de los tropiezos que intente provocarle la oposición, que no solamente tiene representación en los partidos políticos, medios informativos y grupos empresariales, sino que se encuentra enquistada también en el INE, el Tribunal Electoral y el resto del Poder Judicial.

La fortaleza del próximo gobierno y por tanto del Proyecto Nacional, se definirá dentro del mismo Movimiento.
Ésa es la prueba de fuego que estaremos viviendo en cuestión de meses.
Y vamos a platicar sobre esto:

Ayer por la noche, se da un operativo al interior de la alcaldía Cuauhtémoc.

Según refiere el contralor interno en la demarcación, fue recibida una denuncia anónima, en la que se hacía saber a esa instancia de control interno, que había material de propaganda en las oficinas de Atención Ciudadana y en la de la titular de la alcaldía, que iba a ser entregado esa misma noche. El material de propaganda ataca directamente a la Jefa de Gobierno de la Ciudad de México, Claudia Sheinbaum, en lonas y trípticos que la señalaban tendenciosamente, como culpable de desgracias actuales y pasadas, ocurridas en su paso por la administración pública.

Principalmente intentan culparla de la serie de accidentes registrados en instalaciones del METRO de la capital del país. Estos hechos están en el momento actual, en etapa de investigación y no se descarta la línea del sabotaje, como causa o motor político que intenta debilitar la imagen de la funcionaria, creando incertidumbre y malestar social.
Los delitos en que pudieron haber incurrido Sandra Cuevas y su gente, son graves, de acuerdo a los cambios constitucionales aprobados por el Congreso. Son de orden electoral y por lo mismo, no alcanzan fianza.

Se utilizan recursos y oficinas públicas para fines de carácter electoral. Son empleados públicos quienes intervienen en esta campaña de lodo. Intentaron oponerse a las medidas de seguridad implementadas por la Contraloría Interna, para asegurar el material y la zona en que se realizaban estas operaciones.
Sandra Cuevas, lejos de mediar las consecuencias de sus actos, empeora las cosas, desafiando públicamente a la autoridad. Dando instrucciones a su gente para seguir con la campaña de desprestigio en contra de Claudia Sheinbaum, a pesar del problema que tiene encima.

La noticia cunde desde anoche en medios de comunicación y redes sociales y hay una condena generalizada hacia la alcaldesa Sandra Cuevas. Morena ya anunció que solicitará juicio político en su contra y hay una investigación abierta en el gobierno de la Ciudad de México, donde posiblemente se dé parte de la misma, a la Fiscalía Especializada en Delitos Electorales.

La caída de Sandra Cuevas es estrepitosa. Tanto así que el mismo periódico Reforma, saca en su portal una nota sobre estos hechos, que no deja en nada bien parada a la alcaldesa.

Fue unánime el respaldo ciudadano en favor de Claudia Sheinbaum. La máscara de la derecha, detrás de la guerra sucia en su contra, quedó echa añicos. Son los panistas y priistas de siempre quienes impulsan este trabajo desestabilizador.
Sandra Cuevas se ha ganado a pulso cualquier sanción que le sea aplicada y será poco el castigo, en relación al daño que ha intentado causar a la ciudadanía.

Pero hay algo más detrás de todo esto.

Como siempre, el radicalismo que hemos visto aparecer tanto en la izquierda, como en la derecha, hace presencia nuevamente.

En la derecha, acusando al Contralor Interno y a la Jefa de Gobierno, de “sembrar” pruebas. Nada nuevo.
En la izquierda (lo cual es penoso), utilizando este hecho para acusar injustificadamente a otras “corcholatas”, de respaldar de una u otra forma a Sandra Cuevas. Algo muy lamentable también.

Nuevamente vemos los mismos mecanismos de guerra sucia, aparecer dentro del Movimiento.

Si el trato entre Claudia Sheinbaum y Marcelo Ebrard corre por lo rieles del respeto y la competencia sana entre iguales, algunos de los simpatizantes extremistas de ambas “corcholatas”, se están dando con todo, sin considerar que no es lo mismo ser competidor por una candidatura, que oponente reaccionario.

En el primer caso se trata de compañeros de causa. En el segundo de enemigos de clase.

Incluso llegan al extremo de exigir a medios de izquierda, que realizan un trabajo diario en favor del Movimiento, a elaborar notas urgentes sobre el asunto de Sandra Cuevas, acusando de ser “ebrardistas” a portales como Sin Línea, que de manera continua aparece mencionado en las conferencias mañaneras, por no dar celeridad a esas notas.
Y no.

No somos “ebrardistas”, así como no somos “claudistas” o “adanistas”.
Primero que nada somos, de años, “obradoristas” y creemos en el Proyecto Nacional que el presidente construye, impulsa y defiende.

Somos parte de esa muralla infranqueable que no deja pasar a la oposición dentro de las redes sociales.

Estamos a favor de las TRES “corcholatas” de Morena y tienen todo nuestro respaldo y apoyo.

A Marcelo Ebrard lo acaba de golpear desde Estados Unidos el Exsecretario de Estado, Mike Pompeo. Y Sin Línea lo defendió, al igual que hace con todo ataque hacia Claudia, o Adán Augusto.

Hace unos días, la Jefa de Gobierno, Claudia Sheinbaum habló en una entrevista, del valor que ella da a la UNIDAD dentro del Movimiento y dentro del nuevo gobierno que entrará en funciones en 2024.

Señaló que es una condición básica para el futuro del país y que de su parte, apuesta a ello y buscará que esa unión no se rompa, si resulta ser electa presidenta.

Ojalá y esa visión sea entendida y compartida por el extremismo “claudista” que una vez más, se lanza en contra de Sin Línea, por no escribir con prontitud, la nota que a ellos les urge.

Una pregunta válida para ellos sería: ¿Por qué no abren un portal noticioso donde puedan escribir todo lo que les interesa?

Y otra más: ¿Por qué exigir a otros hacer lo que ustedes no hacen?

Piensen, estructuren y escriban. Es fácil.

No sean como Sandra Cuevas, que todo pretende arreglarlo lanzando lodo, intentando machar a quien en verdad trabaja.

Malthus Gamba

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